La reina Noor, madre del ex príncipe heredero de Jordania, Hamzah, que dice estar bajo arresto domiciliario, denunció el domingo una “malvada calumnia”, mientras que los aliados del Golfo respaldaron a las autoridades jordanas en medio de un informe de los medios de comunicación sobre una trama golpista.
“Rezando para que la verdad y la justicia prevalezcan para todas las víctimas inocentes de esta malvada calumnia. Que Alah las bendiga y las mantenga a salvo”, tuiteó Noor.
En un vídeo publicado por la BBC, el ex príncipe heredero Hamzah bin Hussein dijo que varios de sus amigos habían sido arrestados, su equipo de seguridad eliminado y sus comunicaciones cortadas, añadiendo que el reino se había convertido en “estancado en la corrupción, en el nepotismo y en el mal gobierno”.
Sin embargo, los poderosos aliados de Jordania en el Golfo expresaron su apoyo al rey Abdullah II.
Los Emiratos Árabes Unidos se declararon “plenamente solidarios” con Jordania.
En una declaración en su agencia de noticias WAM, dijo que respaldaba “cualquier medida tomada por el rey de Jordania, el rey Abdullah II… para preservar la seguridad y la estabilidad de Jordania y desactivar cualquier intento que busque poner en peligro cualquiera de ellas”.
La vecina Arabia Saudita también reaccionó rápidamente, expresando su “pleno apoyo… a las decisiones y medidas adoptadas por el rey Abdalá II y el príncipe heredero Hussein para salvaguardar la seguridad y la estabilidad”.
Los otros cuatro miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Catar, Kuwait, Bahréin y Omán- también expresaron su apoyo en términos similares.
La rápida muestra de apoyo, incluso cuando Abdullah puso al príncipe Hamzah bajo arresto domiciliario, subrayó la importancia estratégica de Jordania como isla de relativa estabilidad en la turbulenta región. Aunque las duras críticas de un miembro popular de la familia gobernante podrían dar apoyo a las crecientes quejas sobre el mal gobierno del reino, la dura reacción del rey también ilustró los límites hasta los que aceptará la disidencia pública.
El ejército jordano dijo el sábado que se había pedido a Hamzah, que no ocupa ningún cargo oficial, que dejara de realizar “algunas actividades que podrían utilizarse para hacer tambalear la estabilidad y la seguridad de Jordania”, pero negó que hubiera sido detenido.
The Washington Post dijo que el ex príncipe heredero fue “puesto bajo restricción” como parte de una investigación sobre un supuesto complot para desbancar a su medio hermano, el rey Abdullah II.
La agencia oficial de noticias Petra dijo que el ex ayudante de la familia real Bassem Awadallah y un número no especificado de otros sospechosos habían sido detenidos.
El rey Abdullah había nombrado príncipe heredero a Hamzah en 1999, siguiendo los últimos deseos de su padre Hussein, pero en 2004 le despojó del título y se lo dio a su propio hijo mayor, Hussein.
Oded Eran, ex embajador israelí en Jordania e investigador principal del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional de Tel Aviv, dijo que el último año ha creado “focos de resentimiento y frustración” en Jordania.
Pero no cree que haya una amenaza creíble para el gobierno de Abdullah y es poco probable que conduzca a un levantamiento popular. “Dudo que esto pueda ser más que una charla de gente descontenta, por muy importante que sea”, dijo.