ESTAMBUL, Turquía – Turquía anunció la detención y la prevista expulsión de siete inmigrantes sirios por unas publicaciones en las redes sociales en las que aparecían comiendo plátanos.
El servicio estatal de migración dijo el jueves que las publicaciones eran “provocativas” porque supuestamente se burlaban de las dificultades económicas que sufren muchos turcos.
El servicio dijo que los siete han sido detenidos y serán deportados a Siria.
El incidente pone de manifiesto el aumento del sentimiento antimigrante en Turquía durante una nueva oleada de turbulencias económicas que ha visto cómo se dispara la inflación y cae el valor de la lira.
El presidente Recep Tayyip Erdogan afirma que Turquía acoge actualmente a cinco millones de refugiados y migrantes, la mayoría de ellos procedentes de una Siria devastada por la guerra.
El escándalo de los plátanos comenzó cuando a principios de esta semana se hizo viral un vídeo que mostraba a un hombre en Estambul gritando a una joven siria y acusando a los migrantes de “tener una vida más fácil que nosotros”.
“Yo no puedo comer plátanos y vosotros los compráis por kilos en el mercado”, dice el hombre mientras una multitud enfadada se reúne alrededor de la mujer.
Algunos sirios en Turquía respondieron lanzando un movimiento de protesta contra la discriminación en el que publicaron vídeos en los que aparecían comiendo plátanos.
El altercado se produjo dos meses después de que una turba de hombres atacara las tiendas de los inmigrantes sirios en la capital, Ankara.
Aquella violencia se desencadenó tras una pelea callejera en la que un migrante sirio supuestamente apuñaló a un turco hasta matarlo.