El jefe de la delegación de la Unión Europea ante las Naciones Unidas, Olof Skoog, emitió una declaración en la que instaba al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a abrir una videoconferencia sobre la “situación” en Medio Oriente.
Skoog escribió: “La Unión Europea permanece unida en su compromiso de lograr una solución de dos estados que satisfaga las necesidades de seguridad israelíes y palestinas y las aspiraciones palestinas de tener un estado y soberanía, que ponga fin a la ocupación que comenzó en 1967 y que resuelva todas las cuestiones relativas al estado permanente para poner fin al conflicto”.
Para promover estas visiones, Skoog reiteró el objetivo de la Unión Europea de basar su solución final en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los principios de Madrid, incluyendo tierra por paz, la Hoja de Ruta y los acuerdos previamente alcanzados por las partes.
Skoog describe a Israel y “un Estado palestino independiente, democrático, contiguo, soberano y viable, que conviva en paz y seguridad y sea reconocido mutuamente”. Skoog también incluyó una frase sobre el “compromiso fundamental de la UE con la seguridad de Israel, incluso con respecto a las amenazas actuales y emergentes en la región”.
Haciendo alusión a cualquier esperanza que pueda quedar en el lado israelí sobre la soberanía en Judea y Samaria, el jefe de la delegación de la UE “se opone firmemente a todas las acciones que socavan la viabilidad de la solución de los dos Estados e insta a ambas partes a demostrar, a través de políticas y acciones, un compromiso genuino con la solución de los dos Estados para reconstruir la confianza y crear un camino de vuelta a negociaciones significativas”.
A continuación, el representante de la UE anunció su intención de “seguir vigilando de cerca los acontecimientos sobre el terreno y sus consecuencias más amplias” y “considerar la posibilidad de adoptar nuevas medidas para proteger la viabilidad de la solución biestatal”, lamentando sin ningún asomo de ironía que ésta “se vea constantemente erosionada por nuevos hechos sobre el terreno”.
Repitiendo las desacreditadas afirmaciones de que “los poblados son ilegales según el derecho internacional, constituyen un obstáculo para la paz y amenazan con imposibilitar una solución de dos Estados”, y sin proporcionar datos que apoyaran sus afirmaciones, Skoog reiteró la “firme oposición de la UE a la política de poblados de Israel y a las medidas adoptadas en este contexto, como la construcción del muro de separación más allá de la línea de 1967, las demoliciones y la confiscación, incluidos los proyectos financiados por la UE, los desalojos, los traslados forzosos, incluidos los de beduinos, los puestos de avanzada ilegales y las restricciones de circulación y acceso”. La UE pide a Israel que detenga la continua expansión de los asentamientos, incluido el este de Jerusalén, especialmente en zonas sensibles como Har Homa, Givat Hamatos y E1, que amenaza gravemente la solución de los dos Estados.
Los “puestos de avanzada ilegales” que la UE trata de proteger pueden referirse a Khan al Akmar, Likiya o cualquier número de operaciones de apropiación de tierras apoyadas por la UE.