Una fuente de Ucrania, el gobernador de la región de Mykolaiv, en el sur del país, Vitaly Kim, afirmó que las fuerzas armadas de la Federación Rusa han cambiado la funcionalidad de algunas de sus baterías de defensa aérea S-300 y ahora se utilizan como arma de ataque, un tipo de sistema de misiles tierra-superficie. Kim hizo esta declaración en su canal de Telegram y en su canal de Twitter.
Todos los misiles del sistema de defensa antiaérea tienen guía GPS. Kim dijo en su discurso en vídeo que los militares rusos habían llevado a cabo hasta ahora una docena de ataques con misiles terrestres utilizando el S-300, pero a pesar de la guía por GPS, los misiles “seguían siendo imprecisos”, sin especificar si los 12 misiles habían fallado o algún porcentaje de ellos.
Las razones
Hay varias hipótesis por las que el mando de la Federación Rusa decidió usar parte de sus sistemas de defensa aérea como sistemas de misiles de ataque. Según los expertos occidentales, las razones son el agotamiento de las existencias rusas de misiles de crucero usados por cazas, bombarderos y barcos. Otra razón, según ellos, son las sanciones económicas occidentales a Rusia, que afectan a la velocidad y al número de producción de nuevos misiles, debido a la falta de componentes y chips. En el este, sin embargo, afirman que la razón de tal decisión forma parte de la ideología rusa de hacer la guerra. Es decir, que Rusia ha probado, o sigue probando, varias capacidades del S-300, reforzando su afirmación con el hecho de que el S-300 en Siria también ha sido probado varias veces con una funcionalidad similar.
Algunos expertos sugieren una tercera posibilidad: si aparece un objetivo que está más allá del alcance de la artillería estándar y una batería de defensa aérea S-300 está al alcance, puede tener sentido atacarlo con estos medios en lugar de requerir cohetes de ataque de ala más caros.
Las pruebas en Bielorrusia
La noticia de que el S-300 puede ser utilizado como un sistema de misiles superficie-superficie no debería sorprender al público, ya que en el pasado reciente se han realizado disparos similares con el S-300. Bielorrusia, como escribe The Drive, es uno de los países que ha documentado dichas pruebas.
Durante un ejercicio realizado en 2011, las fuerzas armadas bielorrusas emplearon el S-300 para atacar objetivos terrestres de un “enemigo ficticio”, según una publicación de la Armada bielorrusa. Bielorrusia afirma que estas pruebas de 2011 fueron las primeras que hizo el país, cambiando la funcionalidad del sistema de misiles antiaéreos.
Ya a finales de la década de 1970, cuando los diseñadores soviéticos comenzaron a trabajar en el desarrollo del S-300, su esencia y funcionalidad se basaban inicialmente en acciones contra objetivos terrestres o en la ejecución de un ataque a tierra. Sin embargo, con el paso de los años, esta idea se desprendió del concepto desarrollado de convertir el S-300 en un sistema de misiles antiaéreos.
¿Verdad o no?
Por el momento, la afirmación del político ucraniano no puede confirmarse, pero no puede negarse hasta que haya una investigación sobre estos 12 ataques con misiles, que según Kim utilizaron misiles S-300.
Sin embargo, hay un hecho que no debe pasarse por alto: el propio misil que se lanza desde el sistema S-300 tiene una ojiva de fragmentación integrada y optimizada, diseñada para derribar aviones, helicópteros y casi cualquier vehículo aéreo en lugar de atacar objetivos terrestres. Todo esto debe considerarse como un indicador en el caso concreto porque el efecto de la ojiva en el aire y en tierra será radicalmente diferente.
Además, toda la estructura del misil está hecha para hacer frente a una amenaza aérea y no está diseñada para desempeñar el papel de un misil casi balístico, tanto por su diseño como por su velocidad y por la fiabilidad de su precisión.
Una cosa está clara, como escriben en Occidente: si Rusia ha modificado realmente estas armas con guía GPS, esto significaría una iniciativa aún más compleja y a largo plazo para utilizarlas como misiles cuasi-balísticos.