Un equipo de científicos dirigido por el Centro Aeroespacial Alemán DLR está a la vanguardia del desarrollo de una generación futurista de aviones de combate. El DLR ha abierto una ventana a este ambicioso proyecto, que marca un hito en la aviación militar.
Denominado DLR-FFD [Future Fighter Demonstrator] «Devil», este avión encarna una muestra tangible de avance tecnológico. Todavía envuelto en cierto misterio, su papel dentro del proyecto plantea interrogantes sobre si forma parte de un esfuerzo de colaboración tripartito con Francia y España dentro del programa FCAS/SKAF, o si persigue objetivos conjuntos con el Reino Unido, Japón e Italia en el marco del GCAP.
Especificaciones y capacidades del caza del futuro
Las especificaciones dadas a conocer por el DLR despiertan un gran interés: se prevé un alcance de hasta 2.000 kilómetros, sintonizando con un alcance efectivo de 1.000 a 1.300 kilómetros. El peso máximo al despegue se estima en 36 toneladas, con una capacidad de carga útil de hasta 8 toneladas.
El arsenal del avión destaca por una bahía interna capaz de albergar misiles guiados aire-aire con un peso total de hasta 1,8 toneladas, una característica que preserva su capacidad furtiva.
La propulsión recae en dos motores de postcombustión que prometen un empuje de 145 kN o 227 kN, dependiendo del uso de la postcombustión. Esto se traduce en una relación empuje-peso que oscila entre un impresionante 0,84 y un sobresaliente 1,32.
La velocidad máxima prevista asciende a 2.800 kilómetros por hora, duplicando la velocidad del sonido, mientras que la altitud máxima operativa es de 15,2 kilómetros sobre el nivel del mar.
Avance alemán en la carrera aérea militar: el DLR-FFD al detalle
Profundizando en la ingeniería que hay detrás del DLR-FFD se descubre que Alemania ha preparado una auténtica fortaleza aérea: un avión con una estructura robusta, motores de gran capacidad, una velocidad extraordinaria y una maniobrabilidad sin parangón.
Este caza no solo pretende dominar los cielos por su potencia y agilidad, sino también por su diseño estratégico, especialmente su compartimento de armas, que, a pesar de su compacidad, está optimizado para misiles aire-aire, similar en concepto al del Su-57 ruso.
Europa se encuentra actualmente bajo una ola de expectación, centrando su interés no solo en dos, sino en cuatro novedosos cazas, elevando el total a cinco con la adición del modelo alemán.
Un examen más detenido indica que Suecia no se queda atrás en esta carrera, con avances significativos hacia su propio caza de nueva generación, impulsado por Saab bajo la dirección de la Institución Sueca de Adquisiciones de Defensa, FMV.
Este año y el próximo, Saab se centrará en “estudios conceptuales de futuros sistemas de combate”, que abarcarán una serie de soluciones tripuladas y no tripuladas desde una perspectiva de sistemas holísticos.
Colaboración sueca en innovación aérea: Socios y proyección
Saab, en su viaje hacia la innovación, no está actuando sola. La empresa se está alineando con FMV, las Fuerzas Armadas Suecas, la Agencia Sueca de Investigación en Defensa y GKN Aerospace, entre otros líderes del sector, para dar forma al futuro de la aviación de combate.
Mientras tanto, Francia también parece estar desarrollando en secreto su propio caza de sexta generación, lo que alimenta las especulaciones en medio de la ya compleja dinámica del proyecto FCAS. Estos debates no son ajenos al ámbito militar, como demuestra la actual pugna entre Alemania y Francia en el desarrollo de vehículos blindados.
Europa se encuentra en una posición peculiar, potencialmente enfrentada a hasta cinco proyectos diferentes de cazas de sexta generación, mientras que Estados Unidos avanza con determinación en su programa NGAD, con rumores de que ya ha conseguido hacer volar un prototipo.
Alemania no se queda atrás, con el DLR desvelando un prototipo que, si bien no garantiza la producción en serie, sí avanza en las consideraciones estratégicas en juego. El Centro Aeroespacial DLR, conocido localmente como Centro Aeroespacial Alemán, se sitúa en el epicentro de esta iniciativa, consolidándose como la principal entidad de investigación de Alemania en sectores clave como el aeroespacial, la energía y el transporte.
DLR: catalizador de la innovación aeroespacial y de defensa
El Centro Aeroespacial Alemán (DLR) destaca como pilar clave en el campo de la investigación y el desarrollo, participando activamente en multitud de proyectos tanto nacionales como internacionales.
Su ámbito de influencia abarca diversos sectores, como la aeronáutica, el espacio, la energía, el transporte, la digitalización y la seguridad, reforzando sus iniciativas a través de colaboraciones estratégicas globales.
A pesar de su enfoque no militar y su compromiso con la aplicación pacífica de la tecnología aeroespacial, el DLR contribuye significativamente al ámbito de la defensa.
A través de su investigación en aeronáutica y exploración espacial, desarrolla tecnologías con aplicaciones potencialmente transversales al ámbito militar, demostrando la interconexión entre la innovación civil y las capacidades de defensa.
La industria aeroespacial alemana desempeña un papel crucial en proyectos de defensa de vanguardia, como el Eurofighter Typhoon, una colaboración multinacional en la que Alemania es un actor clave junto con Airbus Defence and Space. Este caza representa la punta de lanza de la tecnología europea en aeronáutica militar.
Impulso alemán en el avance de la defensa aérea europea
Paralelamente, Alemania contribuye al Future Combat Air System (FCAS), junto con Francia y España. Este proyecto, buque insignia de la cooperación transnacional, pretende revolucionar la defensa aérea con la introducción de un avión de combate tripulado de última generación y su complemento de sistemas no tripulados o “portadores remotos”, inaugurando una era futurista en la aeronáutica militar, que redefinirá las flotas europeas en la década de 2040.
El FCAS, junto con el legado del Eurofighter Typhoon, encapsula el ingenio y la capacidad innovadora de la industria alemana. Estos programas no solo ejemplifican la excelencia en ingeniería y desarrollo tecnológico, sino que también promueven la integración y la colaboración europeas en materia de defensa, señalando un futuro prometedor para la seguridad y la soberanía aérea del continente.