Los aviones militares enfrentan un reto único en comparación con las aeronaves civiles: deben ser capaces de despegar y aterrizar en pistas considerablemente más cortas. Esto se debe a que, en escenarios de combate y operaciones en portaaviones, las distancias disponibles para el despegue y el aterrizaje son limitadas.
Para alcanzar la sustentación necesaria y despegar con éxito, una aeronave debe alcanzar cierta velocidad, conocida como velocidad de despegue o VLOF. La VLOF varía según el diseño aerodinámico de la aeronave y su peso máximo de despegue (MTOW).
Factores como la relación de aspecto y la envergadura influyen directamente en la sustentación generada por las alas; aeronaves con menores relaciones de aspecto y mayores envergaduras generalmente requieren recorridos de despegue más largos, especialmente bajo condiciones de alto MTOW.
Los aviones militares, que a menudo presentan altos MTOW y relaciones de aspecto reducidas, utilizan diversas técnicas y tecnologías para superar estas limitaciones. Entre los métodos empleados para el despegue desde portaaviones se incluyen:
- STOBAR (Short Take-off But Arrested Recovery)
- CATOBAR (Catapult Assisted Take-Off But Arrested Recovery)
- VTOL (Vertical Take-Off and Landing)
- Despegues sin asistencia
Despegue STOBAR (Short Take-off But Arrested Recovery)
El método STOBAR implica el uso de una rampa de despegue inclinada, comúnmente conocida como “rampa de esquí”, ubicada en la proa del portaaviones. Esta rampa permite que la aeronave acelere a la máxima potencia en un espacio reducido y gane sustentación rápidamente.
El procedimiento inicia con el avión posicionándose en la rampa, donde el piloto fija los frenos y ajusta los aceleradores a la máxima potencia. Al liberar los frenos, el avión se impulsa hacia adelante, utilizando el ángulo de la rampa para obtener un componente vertical en su empuje y lograr la sustentación deseada.
La eficacia del sistema STOBAR radica en su simplicidad y bajo costo de mantenimiento, comparado con otros métodos como el CATOBAR, que requiere sistemas de catapulta más complejos y costosos. Además, STOBAR permite un lanzamiento rápido y consecutivo de múltiples aeronaves, optimizando los tiempos de operación en el portaaviones.
No obstante, el sistema STOBAR exige que las aeronaves estén especialmente diseñadas para operar bajo estas condiciones. Requieren una alta relación empuje-peso para lograr el despegue efectivo y están limitadas en la cantidad de combustible y armamento que pueden llevar, lo cual afecta directamente al MTOW.
Esta adaptabilidad de los aviones militares a las restricciones de espacio es un testimonio de la ingeniería avanzada y la estrategia operativa que caracterizan a las fuerzas aéreas modernas, permitiéndoles ejecutar misiones en entornos altamente desafiantes.
Sistema STOVL: Eficiencia en el despegue corto y aterrizaje vertical
El Sistema de Despegue Corto y Aterrizaje Vertical (STOVL) es crucial para operaciones donde el espacio es limitado y la flexibilidad necesaria. Utilizando una rampa conocida como «salto de esquí», este sistema facilita el despegue de aeronaves que exceden el Máximo Peso de Despegue Operativo (MTOW) permitido para despegues verticales.
La velocidad adicional generada por esta rampa compensa el peso extra, permitiendo que aeronaves como el Harrier Jump Jet y el F-35B Lightning II alcancen la elevación necesaria. Este método es especialmente útil en portaviones, optimizando la longitud de la cubierta disponible.
Sistema CATOBAR: Complejidad y capacidad en lanzamientos asistidos
El sistema CATOBAR (Catapult-Assisted Takeoff But Arrested Recovery) representa el pináculo de la tecnología de lanzamiento de aeronaves. Según Interesting Engineering, este sistema se integra directamente bajo la cubierta de vuelo, destacando por su catapulta que acelera las aeronaves de cero a 165 nudos (aproximadamente 305 km/h) en menos de 2,5 segundos. Los componentes principales del sistema CATOBAR incluyen:
- Sistema de catapulta
- Enganche de remolque
- Mecanismo de retención
- Deflector de chorro de aire
El sistema emplea tanques acumuladores para almacenar vapor de alta presión, derivado de los motores nucleares del portaaviones. Futuros desarrollos apuntan hacia catapultas movidas por electroimanes en vez de sistemas basados en vapor.
Una vez activada, la catapulta impulsa la aeronave hacia adelante hasta alcanzar velocidad óptima, seguido de la desconexión del transbordador del tren delantero, facilitando así el despegue continuo. El deflector de chorro de aire juega un papel crucial evitando interferencias del jet con otras aeronaves y personal en cubierta.
A pesar de sus ventajas, CATOBAR requiere mantenimiento exhaustivo debido a su complejidad y los riesgos asociados a fallos del sistema. Los componentes como el deflector de chorro son susceptibles a quemaduras y requieren mantenimiento regular, utilizando tecnologías como las baldosas resistentes al calor, similares a las empleadas en transbordadores espaciales, para gestionar las altas temperaturas.
Despegues sin asistencia: Una práctica del pasado
En los primeros días de los portaaviones y durante gran parte de la Segunda Guerra Mundial, los aviones de combate e interceptores navales podían despegar utilizando únicamente la potencia de sus motores, gracias a su menor masa.
Hoy en día, aunque algunos aviones modernos logran despegar sin asistencia, generalmente están limitados en cuanto a equipamiento y carga de combustible, destacando la evolución y necesidad de sistemas más sofisticados como STOVL y CATOBAR en operaciones navales actuales.Principio del formulario