Eric Alvarez, oficial de sistemas de armas, alcanza 5.000 horas de vuelo en el bombardero estratégico B-1B Lancer en Dyess, Texas.
Hito de 5.000 horas en bombardero B-1B Lancer
El teniente coronel Eric Alvarez, oficial de sistemas de armas (WSO) y comandante del 345º Escuadrón de Bombas, alcanzó las 5.000 horas de vuelo en el bombardero estratégico B-1B Lancer durante una misión rutinaria en mayo de 2025 en la Base Aérea Dyess, Texas. Este logro posiciona a Alvarez entre un reducido grupo de aviadores que han superado este umbral en la aeronave, con un total exacto de 5.001,8 horas registradas. El hito se produjo tras más de 20 años de servicio, iniciado con su primer vuelo en el B-1B en octubre de 2004.
El B-1B Lancer, conocido por su capacidad de carga de armas convencionales de hasta 75.000 libras y su velocidad supersónica, es un pilar de la flota de bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea de EE. UU. (USAF). Operado desde las bases de Dyess, Texas, y Ellsworth, Dakota del Sur, el avión ha desempeñado roles clave en misiones de precisión desde su entrada en servicio en 1986. Actualmente, la USAF mantiene cerca de 44 B-1B activos, tras la pérdida de algunos en accidentes y el retiro de otros.
En abril de 2025, cuatro B-1B Lancer de Dyess fueron desplegados a la Base Aérea de Misawa, Japón, marcando la primera misión de Bomber Task Force (BTF) en ese país. Estas aeronaves realizaron ejercicios conjuntos con fuerzas japonesas y surcoreanas, incluyendo vuelos cerca de la península de Kamchatka, Rusia, y una misión de entrenamiento en Corea del Sur el 15 de abril. Este despliegue reforzó la presencia estratégica de EE. UU. en el Indo-Pacífico.
El 10 de octubre de 2024, un B-1B del 9º Escuadrón de Bombas, unidad asociada al 345º, regresó a Dyess tras una misión en apoyo al Día de las Fuerzas Armadas de Corea. Este vuelo, descrito como una operación CONUS a CONUS, destacó la capacidad de proyección global del Lancer. Además, en febrero de 2025, otro B-1B de Dyess realizó un reabastecimiento en caliente en Misawa durante la misión BTF 25-1, demostrando la flexibilidad operativa de la aeronave.
Datos clave sobre el B-1B Lancer y su operación
- La flota actual de B-1B Lancer consta de aproximadamente 44 aeronaves, distribuidas entre Dyess y Ellsworth.
- El B-1B puede volar a velocidades supersónicas de Mach 1.2 y tiene un alcance intercontinental con reabastecimiento aéreo.
- En 2024, un B-1B en Dyess recibió mejoras como el sistema de datos tácticos Link 16, identificación amigo-enemigo modernizada y nuevos sistemas de comunicación.
- La USAF ha reactivado bombarderos retirados, como “Rage” y “Lancelot”, desde el “Boneyard” en Davis-Monthan, Arizona, para mantener la flota operativa.
- El B-21 Raider, en desarrollo, reemplazará al B-1B y al B-2 Spirit a partir de mediados de la década de 2020. Dyess será la tercera base en recibirlo.
Operaciones recientes del B-1B Lancer
En enero de 2025, la USAF inició el año con el despliegue de cuatro B-1B a la Base Aérea de Andersen, Guam, como parte de la misión BTF 25-1. Estas aeronaves, asignadas al 9º Escuadrón de Bombas, realizaron vuelos trilaterales con cazas japoneses y surcoreanos entre el 15 y 17 de enero, fortaleciendo la cooperación en el Indo-Pacífico.
El 4 de enero de 2024, un B-1B se estrelló durante un aterrizaje en Ellsworth debido a errores de la tripulación en condiciones de niebla densa y bajas temperaturas. Los cuatro tripulantes se eyectaron sin incidentes, pero el accidente dañó la pista, lo que llevó a la reubicación temporal de B-1B a Dyess. Este evento subrayó la necesidad de reactivar aeronaves retiradas para mantener la capacidad operativa.
En noviembre de 2024, dos B-1B de Dyess participaron en un ejercicio de apoyo aéreo cercano con cazas surcoreanos, en respuesta a una prueba de misiles de Corea del Norte. Estas misiones demostraron la preparación defensiva de EE. UU. y sus aliados. Además, bombarderos de Dyess realizaron ataques contra grupos respaldados por Irán en Irak y Siria en 2024, partiendo y regresando a Texas en misiones de larga distancia.
La Base Aérea Dyess, hogar del 7º Ala de Bombardeo y del 307º Ala de Bombardeo, alberga al 345º Escuadrón de Bombas y al 9º Escuadrón de Bombas. Estas unidades operan en una asociación clásica entre el Comando de Reserva de la Fuerza Aérea y el Comando de Ataque Global, apoyando misiones globales. En 2024, Dyess fue designada como la tercera base para el futuro B-21 Raider, cuya llegada está prevista para finales de la década.
Historia y evolución del 345º Escuadrón de Bombas
El 345º Escuadrón de Bombas se estableció en 1942 como una unidad de bombarderos B-24 Liberator, participando en la Segunda Guerra Mundial en campañas en África del Norte e Italia. En 1945, fue redesignado para operar el B-29 Superfortress en el Pacífico, y durante la Guerra de Corea utilizó el B-47E Stratojet. Reactivado en 2015 como unidad de B-1B Lancer, el escuadrón ha apoyado operaciones en el Indo-Pacífico y Oriente Medio.
En mayo de 2025, la USAF trasladó temporalmente todos los B-1B de Ellsworth a otras bases, incluyendo Dyess, para realizar mejoras en la infraestructura de Ellsworth en preparación para el B-21 Raider. Este movimiento dejó la línea de vuelo de Ellsworth vacía de Lancers por primera vez en 30 años. Los B-1B de Dyess continuaron ejecutando misiones globales durante este período, incluyendo despliegues a Siria.
El B-1B Lancer ha evolucionado desde su diseño original como plataforma de entrega nuclear supersónica en la Guerra Fría a un bombardero convencional de precisión. En 2024, se introdujo un nuevo pilón externo adaptable para misiles hipersónicos, ampliando sus capacidades. A pesar de su edad, el Lancer permanece operativo gracias a modernizaciones continuas, aunque su retiro está programado para la década de 2030, cuando el B-21 Raider lo reemplace.
La hazaña de Alvarez refleja la dedicación de las tripulaciones del B-1B Lancer y la importancia de Dyess como centro de operaciones de bombarderos estratégicos. La base continúa desempeñando un papel crucial en la proyección de poder de la USAF, mientras se prepara para la transición al B-21 Raider, que modernizará la flota de bombarderos de EE. UU.