El B-2 Spirit podría usar la GBU-57 para atacar Fordo, clave en la guerra Israel-Irán, con capacidad de penetrar búnkeres nucleares subterráneos.
B-2 Spirit y su capacidad revientabúnker en Fordo
El B-2 Spirit, un bombardero furtivo de la Fuerza Aérea de EE. UU., es el único avión capaz de desplegar la GBU-57 Massive Ordnance Penetrator (MOP), una bomba de 13,600 kg diseñada para destruir instalaciones subterráneas fortificadas. En el contexto de la guerra entre Israel e Irán, iniciada en junio de 2025, la atención se centra en la posibilidad de que este sistema se utilice contra el Fordo Fuel Enrichment Plant, un sitio nuclear iraní ubicado a 80-90 metros bajo una montaña cerca de Qom. La GBU-57, con un poder explosivo diez veces superior al de su predecesora BLU-109, puede penetrar hasta 61 metros de roca o concreto antes de detonar. La guerra, que comenzó con ataques aéreos israelíes el 13 de junio de 2025, busca neutralizar la capacidad nuclear iraní, y Fordo permanece como un objetivo crítico debido a su fortificación y rol en la producción de uranio enriquecido.
El Fordo, operativo desde 2009, alberga centrifugadoras avanzadas que, según un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) de marzo de 2023, enriquecieron uranio al 83.7%, cercano al 90% necesario para armas nucleares. Israel ha destruido partes de las instalaciones nucleares de Natanz e Isfahan, pero Fordo, protegido por capas de roca y concreto, no muestra daños visibles según imágenes satelitales de Maxar Technologies del 14 de junio de 2025. La GBU-57, desarrollada por Boeing y probada durante la primera administración de Trump, se diseñó específicamente para objetivos como Fordo, aunque nunca se ha usado en combate. La Fuerza Aérea de EE. UU. mantiene un arsenal limitado de estas bombas, con estimaciones de 20 a 30 unidades disponibles.
El B-2 Spirit, fabricado por Northrop Grumman, puede transportar dos GBU-57, con un peso combinado de 27,200 kg, y tiene un alcance de 11,000 km sin reabastecimiento, ampliable a 18,500 km con un reabastecimiento en vuelo. En octubre de 2024, B-2 realizaron ataques a 8,000 millas desde Whiteman Air Force Base contra instalaciones subterráneas de los Hutí en Yemen. En mayo de 2025, imágenes satelitales confirmaron la presencia de seis B-2 en Diego Garcia, a 3,200 millas de Fordo, lo que reduce la necesidad de múltiples reabastecimientos para una misión en Irán.
La guerra ha debilitado las defensas antiaéreas iraníes, con Israel logrando superioridad aérea tras destruir sistemas de misiles tierra-aire iraníes y rusos. Esto reduce la necesidad de las capacidades furtivas del B-2, pero la precisión de la GBU-57 sigue siendo crucial. La bomba utiliza GPS militar para guiarse y su carcasa de acero de alta resistencia permite perforar fortificaciones densas. En 2019, el Pentágono construyó una réplica de Fordo y probó la GBU-57, lo que confirmó su capacidad para alcanzar objetivos a gran profundidad, aunque expertos estiman que se requerirían múltiples impactos en el mismo punto para destruir completamente las salas de centrifugadoras de Fordo.
Datos clave sobre la GBU-57 y Fordo
- La GBU-57 MOP pesa 13,600 kg, con 2,400 kg de explosivos, y mide 6.2 metros de largo.
- Penetra hasta 61 metros de concreto o roca, frente a los 80-90 metros de profundidad de Fordo.
- El B-2 Spirit puede llevar dos bombas, con un impacto combinado de 800-900 megajoules de energía cinética.
- Fordo, construido desde 2006, es el segundo sitio de enriquecimiento nuclear de Irán tras Natanz.
- Imágenes satelitales de Maxar del 14 de junio de 2025 muestran Fordo intacto, a diferencia de Natanz e Isfahan.
- La OIEA reportó en 2025 que los ataques israelíes dañaron centrifugadoras en Natanz, pero no en Fordo.
Operaciones del B-2 Spirit en la guerra Israel-Irán
Desde el inicio de la guerra, Israel ha priorizado la destrucción de la infraestructura nuclear iraní. Los ataques a Natanz, el principal sitio de enriquecimiento, dañaron severamente las instalaciones sobre la superficie y, según la OIEA, afectaron las salas subterráneas de centrifugadoras debido a cortes de energía. En Isfahan, los bombardeos del 13 al 15 de junio de 2025 destruyeron un laboratorio químico y una planta de conversión de uranio, pero las áreas subterráneas permanecen intactas.
La GBU-57 requiere una entrega precisa, con múltiples bombas lanzadas en secuencia para “excavar” más profundo, una táctica conocida como “burrowing”. Cada bomba impacta el mismo punto, lo que aumenta la profundidad de penetración. En simulaciones del Pentágono, esta técnica demostró eficacia contra búnkeres similares a Fordo, aunque la densidad de la montaña iraní plantea desafíos. La Fuerza Aérea de EE. UU. ha entrenado con la GBU-57 durante años, y su despliegue desde Diego Garcia o Whiteman Air Force Base requeriría 15-20 horas de vuelo, con al menos un reabastecimiento en ruta para cubrir la distancia a Irán.
El B-2 Spirit, con 19 unidades operativas, ha demostrado su capacidad en misiones de largo alcance. En 2003, operó sobre Irak, y en 2024, atacó objetivos en Yemen desde Missouri. Su diseño furtivo, con un revestimiento absorbente de radar, permite evadir defensas antiaéreas, aunque la superioridad aérea israelí reduce este requisito en la guerra actual. La OIEA ha advertido sobre riesgos de contaminación radiológica si Fordo es atacado, pero los strikes en Natanz no han causado dispersión significativa más allá del sitio, según reportes del 16 de junio de 2025.
Israel ha explorado alternativas, como ataques con aviones F-15 y F-35 escoltados, o el uso de C-130 Hercules para lanzar bombas similares a la GBU-57. Sin embargo, estas opciones tienen menor probabilidad de éxito debido a la limitada capacidad de penetración de las bombas israelíes y la exposición a defensas terrestres iraníes residuales. La operación en Fordo requeriría una coordinación precisa, con posibles ataques previos para neutralizar túneles de salida y fuentes de energía, según análisis de la Royal United Services Institute.
Contexto estratégico de Fordo en la guerra nuclear
La guerra entre Israel e Irán, iniciada tras ataques aéreos israelíes el 13 de junio de 2025, se centra en desmantelar el programa nuclear iraní, considerado una amenaza existencial por Israel. Fordo, con su capacidad para producir uranio altamente enriquecido en días, según el Institute for Science and International Security, es un objetivo prioritario. Los ataques israelíes han debilitado las defensas antiaéreas iraníes, lo que permite operaciones de drones y cazas sobre centros poblados de Irán, pero no han afectado las centrifugadoras subterráneas de Fordo.
La GBU-57 representa la opción más viable para destruir Fordo, pero su uso requiere la participación directa de EE. UU., ya que Israel no posee ni la bomba ni el B-2. En 2015, Boeing recibió contratos para producir 20 GBU-57, y estimaciones recientes sugieren un aumento en el arsenal. La bomba, lanzada desde 15,000 metros, alcanza velocidades supersónicas, lo que entrega una energía cinética equivalente a un tren de 565 toneladas a 120 mph. Su diseño incluye aletas de guía para precisión y un revestimiento de acero que resiste impactos a 5,000 psi, similar a puentes o estructuras de estacionamiento.
La guerra ha generado especulaciones sobre el despliegue de B-2 desde bases como Al Udeid en Qatar o Diego Garcia, con movimientos de reabastecedores aéreos detectados el 17 de junio de 2025, según The Guardian. Sin embargo, no se ha confirmado la presencia de B-2 en la región desde mayo de 2025. La OIEA reportó el 16 de junio de 2025 que los niveles de radiación fuera de Natanz e Isfahan permanecen normales, a pesar de los daños en las instalaciones. Fordo, con su construcción iniciada en 2006, fue diseñado para resistir ataques tras los bombardeos israelíes a reactores nucleares en Irak (1981) y Siria (2007).
Las operaciones israelíes han incluido el uso de C-130 para misiones de apoyo en Siria, posiblemente para reabastecimiento o lanzamiento de drones, según reportes del 13 de junio de 2025. La Fuerza Aérea de EE. UU. ha mantenido la GBU-57 como un disuasivo, y su posible uso marcaría un hito en la guerra, dado que nunca se ha empleado en combate.