El B-21 Raider, desarrollado por Northrop Grumman, combina sigilo avanzado y capacidades ofensivas para superar defensas rivales. Su producción dependerá del presupuesto militar de EE. UU.
Un bombardero de sexta generación con capacidades avanzadas
Presentado en 2022, el B-21 Raider es el primer bombardero furtivo de sexta generación del mundo. Desarrollado por Northrop Grumman, promete revolucionar la estrategia militar estadounidense con su diseño modular y tecnología de sigilo avanzada.
Este avión tiene el propósito de realizar misiones de inteligencia, intercepción y ataque en zonas altamente protegidas. Su arquitectura de sistema abierto permite integrar mejoras en armamento y software sin rediseñar la aeronave, asegurando su operatividad a largo plazo.
Para garantizar su éxito estratégico, la Fuerza Aérea de EE. UU. planea una flota de al menos 100 unidades. Sin embargo, los recortes presupuestarios que afectaron a modelos anteriores, como el B-2 Spirit y el F-22 Raptor, podrían limitar la producción.
Diseño furtivo para evadir radares enemigos
Con una envergadura de 132 pies (40 metros), el B-21 es más compacto que su predecesor, el B-2, lo que mejora su maniobrabilidad y eficiencia. Su sección transversal de radar (RCS) es de aproximadamente 0,01 m², lo que lo hace prácticamente invisible para sistemas de defensa aérea avanzados como el S-400 ruso y el HQ-9 chino.

Su alcance de 6.000 millas náuticas (11.112 km) sin necesidad de reabastecimiento lo posiciona como un activo clave en conflictos de larga duración. Además, puede transportar hasta 30.000 libras (13.608 kg) de armamento, incluyendo misiles hipersónicos y bombas nucleares B61-12.
Principales características del B-21 Raider
- Sigilo mejorado: RCS estimada en 0,01 m², reduciendo su detección por radares.
- Autonomía extendida: Más de 11.000 km sin necesidad de reabastecimiento.
- Capacidad de carga: Hasta 13.608 kg de armamento, incluyendo bombas nucleares.
- Diseño modular: Permite actualizaciones en software, sensores y armas sin rediseño.
- Integración con drones: Compatible con el Collaborative Combat Aircraft (CCA) para operaciones conjuntas.
Un programa costoso pero necesario para la disuasión
El presupuesto destinado al B-21 asciende a 203.000 millones de dólares hasta 2050, cubriendo producción, infraestructura y mantenimiento. Cada unidad costará menos de 692 millones de dólares, significativamente más económico que los 2.000 millones del B-2 Spirit.
La producción inicial contempla 100 bombarderos, pero analistas sugieren que una flota de 150 a 300 unidades sería necesaria para contrarrestar a potencias como China y Rusia, cuyos cazas J-20 y Su-57 están en expansión.

Las limitaciones presupuestarias podrían afectar la producción del B-21, como ocurrió con el B-2, que se redujo de 75 a 20 unidades, o el F-22, recortado de 750 a 187 aviones. La competencia por fondos con otros proyectos como el NGAD y el misil balístico Sentinel amenaza la escala del programa.
El B-21 como respuesta a las defensas A2/AD
China y Rusia han fortalecido sus sistemas A2/AD (anti-acceso/denegación de área) para impedir incursiones aéreas. El B-21 Raider está diseñado para superar estas barreras y atacar objetivos estratégicos en regiones como el Mar del Sur de China o Siberia.
Su capacidad para operar en conjunto con drones y su adaptabilidad a nuevas amenazas lo convierten en un activo clave para la disuasión militar. La Fuerza Aérea de EE. UU. debe garantizar no solo la producción del B-21, sino también la infraestructura y logística necesarias para su despliegue efectivo.

Una apuesta estratégica para el futuro de EE. UU.
El B-21 Raider representa más que un avance tecnológico: es una señal de la determinación de EE. UU. para mantener la superioridad aérea global. Su producción en números suficientes será determinante para contrarrestar la creciente amenaza de las flotas aéreas de China y Rusia.
Sin embargo, el éxito del B-21 dependerá de evitar los errores que limitaron el impacto del B-2 y el F-22. Asegurar el presupuesto, la infraestructura y el mantenimiento adecuado será clave para que este bombardero no se convierta en otra oportunidad desperdiciada.