Llega el JH-XX: A los que nos preocupa el expansionismo militar de China y los avances tecnológicos simultáneos -en particular en el ámbito de las capacidades de los aviones de guerra furtivos de quinta generación- nos vienen a la mente dos pensamientos. El primero es: “¿Qué se les ocurrirá ahora?”. La segunda es: “Los golpes siguen llegando”. Primero fue el caza Chengdu J-20 Wēilóng (“Dragón Poderoso”). Luego vino el propuesto bombardero H-20, cuyos modelos metálicos de prueba en el túnel de viento parecen mostrar una imitación bastante descarada del bombardero furtivo estadounidense Northrup Grumman B-2 Spirit.
Ahora, en un aparente esfuerzo por dividir la diferencia entre esos dos aviones, se ha presentado el cazabombardero JH-XX.
¿Bombarderos chinos de sexta generación?
El H-20 y el JH-XX podrían entrar en la definición de bombarderos de sexta generación. ¿Qué sabemos hasta ahora del JH-XX?
El sitio web de noticias de aviación militar Deagle.Com nos da algunas ideas: “El JH-XX es un bombardero medio de nueva generación que está desarrollando China como sustituto del bombardero medio H-6K junto con el bombardero de largo alcance H-20. La existencia del bombardero JH-XX fue revelada por la comunidad de inteligencia estadounidense en enero de 2019. El JH-XX podría contar con tecnología furtiva que combina características de bombarderos y cazas. El radio de combate puede variar entre 1.000 y 2.000 millas náuticas”.
Para comparar, se espera que el H-20 sea capaz de viajar un mínimo de 4.970 millas sin repostar. Esto sitúa al territorio estadounidense de Guam y a las ciudades australianas de Perth, Darwin y Sydney dentro del radio de alcance de un H-20 lanzado desde la provincia más meridional de China, Hainan.
Deagle también indica que el principal contratista del avión es la Shenyang Aircraft Corporation, y que el JH-XX ya realizó su vuelo inaugural en algún momento de 2020. Sin embargo, el artículo no tiene titular y la información no se atribuye a ninguna fuente. Por si sirve de algo, las siempre útiles páginas de información de la Federación de Científicos Americanos señalan que Shenyang se ha convertido en la mayor empresa de aviones de combate de China desde su creación en 1953 y tiene más de 30.000 empleados en nómina.
Al parecer, este nuevo cazabombardero llevará una tripulación de dos personas, tendrá un fuselaje de 30 metros de largo y pesará 100 toneladas. Para mayor comparación, el J-20 de un solo ocupante mide 69 pies y 7 pulgadas de largo y tiene un peso máximo de despegue de 37 toneladas.
Entonces, ¿qué aspecto tiene?
Si las representaciones del artista publicadas en el artículo de enero de 2019 de Ricardo Meier para Air Data News son exactas, el prototipo del JH-XX parece un híbrido bastardo del F-117 Nighthawk -el llamado caza furtivo original- y el malogrado F-22 Raptor -el primer caza furtivo verdadero-. Esto no es en absoluto sorprendente, si tenemos en cuenta la afición de Pekín a robar tecnología estadounidense y luego hacer ingeniería inversa. Más concretamente, el diseño retratado parece mezclar características de sigilo como tomas de aire en la parte superior del fuselaje y toberas de motor ocultas, pero también estabilizadores separados de las alas.
En ese mismo artículo, Meier cita este fragmento de un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa: “Estos nuevos bombarderos tendrán capacidades adicionales, con mejoras de amplio espectro en comparación con las actuales flotas de bombarderos operativos, y emplearán muchas tecnologías de cazas de quinta generación en su diseño”.
En cuanto al armamento, el redactor jefe de China Factor, Dave Makichuk, nos proporciona esta pepita: “Pero el avión trata de equilibrar esas características [de sigilo] con la velocidad y las limitadas capacidades de combate aéreo llevando misiles antiaéreos”. El PL-15E, un misil chino de largo alcance con una serie de características de primera clase, es un candidato ideal para este tipo de avión”.
¿Están Estados Unidos y Taiwán están equipados para enfrentarse al JH-XX?
Este extracto adicional del artículo de Makichuk es particularmente ominoso:
“El JH-XX desempeñará, por tanto, un claro papel en la estrategia china en el Pacífico a medida que Pekín refuerce su control sobre la primera cadena de islas frente a la costa oriental de China. También supondrá una disuasión creíble para una fuerza exterior que pretenda intervenir en una invasión de Taiwán por parte de la Armada del Ejército Popular de Liberación… Junto con el H-20, el JH-XX también podría impulsar el objetivo a largo plazo de China de disputar la segunda cadena de islas amenazando la base estadounidense de Guam”.
Todo esto crea un sentido de urgencia adicional para que Estados Unidos elimine finalmente todos los errores del F-35 y ponga en funcionamiento el B-21 Raider lo antes posible.