Dos cazas holandeses Lockheed Martin F-35 Lightning II fueron desplegados el lunes para interceptar una formación de tres aviones militares rusos que volaban cerca de la frontera polaca desde el exclave ruso de Kaliningrado, anunció el Ministerio de Defensa de los Países Bajos.
Los aviones holandeses habían sido desplegados en Polonia como parte de una misión policial de la OTAN en curso en Europa del Este y la región del Báltico.
Kaliningrado es el exclave ruso de la costa báltica situado entre Polonia y Lituania, ambos Estados miembros de la OTAN y de la Unión Europea (UE).
Desde las bases rusas, el Kremlin habría lanzado tres aviones, entre ellos un avión espía y dos cazas.
Los F-35 entraron en acción cuando el avión ruso se acercó al espacio aéreo polaco.
“Tras su identificación, resultaron ser tres aviones: un IL-20M Coot-A ruso que iba escoltado por dos Su-27 Flanker. Los F-35 holandeses escoltaron a la formación desde la distancia y cedieron la escolta a los socios de la OTAN”, dijo el ministerio holandés en un comunicado, según un informe de Reuters.
Misiones de policía aérea de los F-35
Ocho F-35 holandeses están estacionados actualmente en Polonia.
Estos aviones llegaron a principios de este mes y cuatro de ellos están desplegados para vigilar el espacio aéreo de la región, mientras que los otros cuatro están realizando operaciones de entrenamiento, pero podrían ser utilizados en salidas de combate si fuera necesario.
Esta fue la primera vez que los aviones holandeses llevaron a cabo una interceptación de este tipo, conocida como Alerta de Reacción Rápida.
Los F-35 Lightning II también contaron con el apoyo de varios Eurofighters alemanes que, al parecer, se movilizaron desde bases en Alemania. El Mando Aéreo de la OTAN anunció a través de las redes sociales que el avión ruso había supuesto un peligro para otros usuarios del aire al ignorar las normas internacionales de seguridad aérea.
A la holandesa
Holanda fue el segundo socio internacional en recibir el F-35, y sigue siendo un contribuyente clave a la producción y el mantenimiento del programa.
El gobierno holandés ha anunciado planes para añadir más aviones Lightning II con el fin de aumentar la capacidad del país para participar en operaciones aliadas.
Desde este año, la Real Fuerza Aérea de los Países Bajos (RNLAF) opera el F-35A, la variante de despegue y aterrizaje convencional del Joint Strike Fighter. El primer escuadrón de F-35 de la RNLAF opera en la base aérea de Leeuwarden. En el futuro, la base aérea de Volkel también albergará el F-35.
El programa holandés consta de 52 aviones furtivos de quinta generación, que ya operan varios países de la OTAN y países asociados.
Actualmente, más de 25 proveedores de toda la industria holandesa participan en el desarrollo de tecnologías críticas y en proyectos estratégicos de diseño estructural que forman parte integral del programa F-35.
Cada F-35 en servicio también contiene componentes fabricados por empresas con sede en los Países Bajos.
Los ocho F-35 de la RNLAF seguirán vigilando el espacio aéreo de la OTAN y realizando operaciones de policía aérea hasta finales de marzo.