Los Super Hornet australianos recibirán una importante mejora en 2025, que aumentará sus capacidades para rastrear aviones enemigos mediante tecnología infrarroja.
Actualización de los Super Hornets potenciará la capacidad de detección térmica
El ejército australiano ha anunciado que sus F/A-18F Super Hornet serán equipados con cápsulas de búsqueda y seguimiento por infrarrojos ASG-34A[V]1 Block II a finales de 2025. Este paquete incluye la integración de 12 módulos IRST para 24 aviones, valorado en 74 millones de dólares. La actualización permitirá a los Super Hornet rastrear e interceptar aviones enemigos utilizando sus firmas térmicas.
Las cápsulas IRST ASG-34A[V]1 Block II son sistemas de sensores avanzados diseñados específicamente para el Boeing F/A-18F. Esta tecnología permite detectar y rastrear amenazas aéreas sin emitir señales que delaten la posición del avión, lo que resulta crucial en situaciones de guerra electrónica. Gracias a su óptica avanzada y procesamiento de señales, los Super Hornet podrán detectar aviones y misiles a largas distancias.
El sistema IRST, que se instala en la estación central del avión, mejora significativamente la capacidad de supervivencia de la aeronave al reducir su exposición al radar enemigo. Los pilotos también se beneficiarán de una mayor conciencia situacional, pudiendo rastrear múltiples objetivos a la vez y priorizar las amenazas de manera eficiente en combate.
El rol del IRST en un posible conflicto con China: claves estratégicas
Con la incorporación de los módulos IRST, los Super Hornet mejorarán su capacidad para enfrentar a aeronaves avanzadas chinas como el Chengdu J-20. Aunque este caza furtivo cuenta con tecnología de sigilo, los sistemas infrarrojos podrían detectarlo gracias al calor generado por sus motores. De esta forma, el IRST podría convertirse en una herramienta clave en un escenario de conflicto con China.
Otro objetivo potencial sería el caza multifunción Shenyang J-16, cuyas potentes emisiones térmicas lo hacen vulnerable a los sistemas de búsqueda y seguimiento infrarrojos. Estos avances permiten a los pilotos australianos mantener un perfil bajo mientras identifican y atacan a enemigos en situaciones de combate complejas.
El bombardero estratégico Xian H-6, ampliamente utilizado por China, también podría ser rastreado mediante la cápsula IRST. Al generar una firma térmica notable, los motores del H-6 lo convierten en un blanco claro para los Super Hornet, mejorando así la capacidad de Australia para defender activos importantes frente a posibles ataques.
Drones chinos bajo la mira: cómo el IRST detecta amenazas no tripuladas
Los módulos IRST también destacan en la detección de vehículos aéreos no tripulados (UAV), una categoría en la que China ha invertido considerablemente. Modelos como el CH-4 y el Wing Loong, diseñados para misiones de reconocimiento y ataque, pueden ser detectados por sus emisiones térmicas. Esto permitirá a Australia detectar con antelación estos drones, protegiendo tanto sus fuerzas terrestres como las operaciones aéreas.
En un entorno de conflicto potencial, poder localizar drones rápidamente aumenta la seguridad operativa y garantiza la integridad de las misiones. Los Super Hornet australianos, equipados con la tecnología infrarroja avanzada, podrán actuar proactivamente para contrarrestar los UAV chinos, una amenaza creciente en el campo de batalla moderno.
La tecnología IRST ofrece una clara ventaja frente a amenazas no tripuladas, incrementando la capacidad de defensa aérea de Australia. Esta capacidad mejorada permitirá a los Super Hornet rastrear y neutralizar objetivos no tripulados antes de que puedan ejecutar misiones ofensivas.
Posibles contramedidas chinas contra los sistemas de búsqueda infrarroja
A pesar de las capacidades avanzadas del IRST, las fuerzas adversarias podrían emplear tácticas de guerra electrónica para contrarrestar su efectividad. Maniobras como la emisión de señales térmicas falsas o la reducción de las emisiones de calor en motores podrían dificultar la detección precisa por parte de los sensores infrarrojos.
El uso de señuelos y técnicas de interferencia electrónica sigue siendo una contramedida clave para confundir los sistemas de búsqueda y rastreo infrarrojo. En este contexto, las aeronaves diseñadas con perfiles de vuelo optimizados y motores de bajo calor podrían mejorar su capacidad de evasión frente a los F/A-18 Super Hornet.
En conclusión, mientras que la actualización IRST ofrece una clara ventaja estratégica a Australia, las fuerzas adversarias podrían implementar contramedidas avanzadas para limitar su efectividad. Sin embargo, la capacidad de rastreo térmico seguirá siendo un factor crucial en el mantenimiento de la superioridad aérea en posibles conflictos futuros.