China trabaja en los bombarderos furtivos H-20 y JH-XX, diseñados para operar de forma estratégica y táctica, planteando un desafío militar significativo.
China avanza con dos proyectos de bombarderos furtivos innovadores
En los últimos años, China ha intensificado el desarrollo de dos nuevos bombarderos furtivos: el estratégico H-20 y el táctico JH-XX. De culminar con éxito, ambos modelos representarían un cambio importante en el equilibrio militar de la región, al dotar a China de capacidades que hasta ahora solo Estados Unidos poseía.
Estados Unidos ha sido el único país en fabricar y desplegar un bombardero furtivo, el B-2 Spirit, entregado por primera vez en 1993. Este avión revolucionó la aviación militar al proporcionar la capacidad de volar sin ser detectado por sistemas de radar enemigos y lanzar armamento nuclear o convencional. Además, reforzó la tríada nuclear estadounidense, que sigue siendo un pilar clave en la estrategia de disuasión nuclear de Estados Unidos.
A pesar de su innovadora tecnología en la década de 1990, el B-2 ya no representa el estándar más avanzado. Los avances en los sistemas de defensa aérea y la mejora en la detección de radares han reducido la capacidad del B-2 para operar sin ser detectado. Por esta razón, la Fuerza Aérea de Estados Unidos está desarrollando un nuevo modelo furtivo, el B-21, que contará con una sección transversal de radar (RCS) más pequeña y tecnología actualizada.
Datos clave sobre los nuevos bombarderos furtivos de China
- H-20: Diseñado para misiones estratégicas, con un radio de combate superior a las 5.000 millas.
- JH-XX: Bombardero táctico más pequeño, enfocado en capacidades regionales.
- Ambos proyectos cuentan con tecnología furtiva avanzada.
- Se estima que podrían estar operativos a partir de 2025.
- El JH-XX podría incorporar características de cazas de quinta generación, como supercrucero y vectorización de empuje.
China busca rivalizar con la tecnología furtiva estadounidense
La información disponible sobre los bombarderos furtivos chinos es limitada y proviene mayormente de informes oficiales y de inteligencia. Según los datos conocidos, el H-20 tiene un diseño orientado a misiones estratégicas, similar al B-2 estadounidense, y podría incluir sistemas de radar avanzados como el barrido electrónico activo (AESA). Este modelo permitiría a China completar una tríada nuclear creíble al añadir la capacidad de lanzar armas nucleares desde el aire.
Por otro lado, el JH-XX se enfocará en operaciones regionales y tácticas. Aunque más pequeño que el H-20, podría incorporar tecnologías avanzadas propias de los cazas de quinta generación, incluyendo fusión de datos y conectividad de red. Esto lo posicionaría como una herramienta de alta sofisticación en el ámbito militar.
En 2019, la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos confirmó la existencia de estos proyectos a través del informe China Military Power, en el que se destacó que la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación está trabajando en nuevos bombarderos de alcance medio y largo. Este documento subrayó que la tecnología furtiva es un elemento clave en el desarrollo de estos aviones.
Xi Jinping y el fortalecimiento militar chino
Los esfuerzos de China para desarrollar estos bombarderos se enmarcan en la estrategia de Xi Jinping de fortalecer la capacidad militar del país y ampliar su influencia global. Las ambiciones militares chinas incluyen el uso de tecnología avanzada para rivalizar con las capacidades de potencias como Estados Unidos, especialmente en áreas estratégicas como la aviación furtiva.
El informe de 2019 también destacó que los futuros bombarderos chinos, como el JH-XX, incluirán actualizaciones significativas respecto a las flotas actuales, lo que podría proporcionarles capacidades adicionales para misiones regionales y globales. Aunque los detalles técnicos son escasos, el objetivo estratégico de estos desarrollos es claro: mejorar la destreza militar china y consolidar su posición en el escenario global.
Implicaciones globales de los bombarderos H-20 y JH-XX
El desarrollo simultáneo de dos bombarderos furtivos por parte de China representa un desafío importante para las fuerzas armadas estadounidenses. A pesar de los esfuerzos para modernizar su flota con el B-21, el avance de China en esta tecnología podría alterar el equilibrio militar en Asia y más allá.
Si los proyectos H-20 y JH-XX alcanzan el éxito, podrían proporcionar a China una capacidad significativa para operar en escenarios tanto regionales como globales. Este desarrollo subraya la importancia de la innovación tecnológica en la competencia militar entre las principales potencias del mundo.