El prominente científico hipersónico ruso, Alexander Kuranvo, ha sido sentenciado recientemente en un proceso que lo acusa de divulgar secretos estatales a agentes extranjeros, marcando un precedente en la serie de condenas que afectan a la comunidad científica de Rusia en este ámbito.
Kuranvo, quien lideró proyectos en el ámbito de la tecnología hipersónica en Rusia, estuvo particularmente involucrado con el vehículo hipersónico Ayaks, un proyecto que data de la era soviética y que sigue en desarrollo.
La tecnología hipersónica, que permite a misiles y aviones alcanzar velocidades entre 5 y 25 veces superiores a la del sonido, es un campo de gran interés para las potencias mundiales.
En este contexto, Estados Unidos también está avanzando en esta carrera con desarrollos como el Proyecto Mayhem, un bombardero planificado para superar velocidades de Mach 10.
Implicaciones globales de la tecnología hipersónica
Según informes de Reuters del 18 de abril, el gobierno ruso condenó a Kuranvo a siete años de prisión tras un juicio por traición, en el que se le encontró culpable de transmitir información clasificada a nacionales extranjeros.
La identidad de estos extranjeros y los países involucrados no han sido revelados, ya que, por norma general, estos juicios se realizan de forma confidencial.
Estos incidentes no son aislados, dado que en los últimos años varios científicos han enfrentado cargos similares en Rusia, con algunos analistas argumentando que estas acciones reflejan un grado de paranoia no justificada.
En el 2023, al menos 39 individuos fueron condenados bajo cargos de traición en el país.
Alexander Kuranvo, de 76 años, ha sido además multado con 100,000 rublos (aproximadamente 1,000 dólares) y será trasladado a una prisión de máxima seguridad.
Antes de su arresto en 2021, previo a la invasión a gran escala de Ucrania, Kuranvo desempeñó un papel crucial como director general del Centro de Investigación de Sistemas Hipersónicos en San Petersburgo, supervisando el desarrollo del mencionado avión Ayaks.
El Ayaks (o Ajax) es un programa de aviones hipersónicos que comenzó durante la Unión Soviética. Sigue en desarrollo en el Instituto de Investigación de Sistemas Hipersónicos de Rusia.
Ayaks fue inicialmente un proyecto de avión espacial soviético clasificado con la intención de producir una gama global de vehículos de crucero hipersónicos que operarían en la mesosfera.
El Blog del Atlántico Norte dice que Ayaks es un avión furtivo hipersónico cuyo desarrollo ha sido reanudado por la Federación Rusa (después de años de pausa después del colapso de la URSS). El North Atlantic Blog declaró además que podría estar desarrollándose con “un cierto nivel de cooperación con la República Popular China”.
El supuesto portador del vehículo es el bombardero estratégico pesado supersónico ruso Tupolev Tu-160M de ala de barrido variable. “Sigilo” e “hipersónico” son palabras de moda en el mundo militar actual. Como Rusia se ve a sí misma como una gran potencia, está ansiosa por convencer al mundo de que es un líder mundial en misiles hipersónicos y otras armas de vanguardia.
Resurgimiento del proyecto Ayaks y sus implicaciones estratégicas globales
En 2019, The New York Times informó que el presidente ruso Vladimir Putin se jactaba de que Rusia estaba produciendo “invencibles”.
Desde entonces, la guerra en Ucrania ha visto los dos misiles hipersónicos de Rusia (el Zircon y el Kinzhal) utilizados en Ucrania. Según los informes, los Kinzhals han sido interceptados varias veces por el sistema Patriot de fabricación estadounidense.
En 2023, Reuters informó que Ucrania afirmó haber derribado una “andanada” de misiles hipersónicos. Por lo general, los misiles hipersónicos no se consideran un cambio de juego, ya que tienen muchas limitaciones (incluidos los altos costos y las bajas cifras de adquisición).