En la última ofensiva, un conglomerado de voluntarios rusos afiliados a Ucrania avanzó en territorio ruso, cumpliendo casi una semana desde su penetración inicial en la frontera.
Este contingente, compuesto por la Legión Rusa de la Libertad, el Cuerpo Ruso de Voluntarios y el Batallón Siberiano, todos ellos de tendencia ultraderechista, llevó a cabo operaciones en las provincias de Kursk y Belgorod, en el suroeste de Rusia, la noche del 12 de marzo.
Como parte de estas maniobras, la Legión de la Libertad rusa sufrió la pérdida de un tanque T-64 a causa de una mina en Tetkino, Kursk, pero consiguió desalojar del lugar a la policía rusa y a las fuerzas paramilitares. Simultáneamente, en colaboración con el Cuerpo Ruso de Voluntarios y el Batallón Siberiano, tomaron Kozinka, Belgorod, obligando a las autoridades locales a recomendar la evacuación de la población civil.
Infiltraciones estratégicas ponen al descubierto las vulnerabilidades rusas
🎥 Members of Free Russian legion entered Gorkovskii settlement in Belgorod Oblast and torn down the Russian flag at a local school. #Belgorod pic.twitter.com/NrMjxIZV8g
— MilitaryLand.net (@Militarylandnet) March 17, 2024
Estas incursiones reflejan la descripción de Piotr Żochowski, del Centro Polaco de Estudios Orientales, que las calificó de operaciones de carácter “subversivo y psicológico” por parte de fuerzas de voluntarios rusos alineados con Ucrania, activas desde territorio ucraniano desde la escalada rusa del conflicto hace dos años.
El objetivo de tales acciones trasciende la mera ganancia territorial, persiguiendo más bien socavar la imagen y legitimidad del presidente Vladimir Putin, especialmente en torno al 17 de marzo, coincidiendo con la celebración de unas elecciones federales rusas consideradas fraudulentas.
Aunque de impacto militar limitado, estas acciones subrayan la incapacidad de Rusia para proteger eficazmente su frontera y responder ágilmente a las incursiones, según Żochowski. Con sus principales fuerzas ocupadas en ofensivas infructuosas en el este y el sur de Ucrania, el Kremlin se ha mostrado reacio a redesplegar unidades significativas en Belgorod y Kursk para enfrentarse a los grupos proucranianos.
El Instituto para el Estudio de la Guerra de Washington señaló que Rusia recurre a reclutas para defender su frontera, lo que indica su reticencia a redesplegar fuerzas de otros frentes en Ucrania.
Este escenario sugiere que Moscú especula con que un contingente reducido de tropas poco entrenadas pueda contener a los voluntarios. Estos grupos, aunque limitados en número y sin un sólido apoyo logístico, operan bajo la dirección, aunque indirecta, de la inteligencia de Kiev.
Voluntarios rusos desafían las defensas fronterizas; el Kremlin en jaque
La eficacia de la estrategia del Kremlin frente a las incursiones de los voluntarios rusos proucranianos sigue en entredicho.
Según informes del Centro Ucraniano de Estrategias de Defensa, las fuerzas rusas locales consiguieron impedir el domingo nuevos avances de estos voluntarios al norte de Kozinka. Sin embargo, estos mismos grupos consiguieron avanzar hacia Gor’kovskii, situada al oeste de Gor’kovskii.
Kiev, por su parte, ha mantenido una inversión limitada en estas operaciones fronterizas. Los éxitos logrados por los opositores rusos de Putin se han conseguido más bien por iniciativa propia y con un apoyo gubernamental mínimo.
No obstante, la Dirección de Inteligencia ucraniana ha mostrado su admiración por el alcance y la persistencia de estas recientes incursiones. Kyrylo Budanov, jefe de la inteligencia ucraniana, expresó su aprobación hacia los esfuerzos de los voluntarios, comprometiéndose a proporcionarles todo el apoyo posible. “Sin duda lo están haciendo bien”, afirmó Budanov, señalando la posibilidad de que se esté coordinando el apoyo aéreo militar en favor de las incursiones de los voluntarios.
Este apoyo se vio reflejado el domingo, cuando las defensas aéreas rusas derribaron un helicóptero de ataque Hind del ejército ucraniano en la región de Sumy Oblast, justo al otro lado de la frontera con Kozinka, lo que sugiere una escalada en la ayuda a estas operaciones por parte de Kiev.