La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) está desarrollando un innovador avión de despegue y aterrizaje vertical: SPRINT.
Esta iniciativa, denominada SPRINT (Speed and Runway Independent Technologies), involucra una colaboración con prominentes empresas aeronáuticas como Aurora Flight Sciences, Bell Textron, Northrop Grumman y Piasecki Aircraft Corp. Con un presupuesto inicial que oscila entre 15 y 20 millones de dólares, el objetivo es desarrollar un prototipo de avión para 2027 que ofrezca velocidades significativamente mayores y capacidades operativas en zonas sin pistas tradicionales.
Avanzado proyecto SPRINT de DARPA: Superando las velocidades del Osprey
El comandante de la Armada Ian Higgins, director del programa SPRINT, destaca que la velocidad es un requisito crucial para este nuevo avión. Se espera que el avión SPRINT alcance velocidades de entre 400 y 450 nudos (460 a 520 mph), superando ampliamente la velocidad máxima de 270 nudos del V-22 Osprey. Este incremento de velocidad representa un desafío considerable, dado que se busca superar en más de 100 nudos al Osprey, lo cual implica superar limitaciones físicas con innovaciones en el sistema de propulsión.
Además, el avión SPRINT deberá demostrar estabilidad en planeo, una transición eficiente entre vuelo estacionario y vuelo hacia adelante, y contar con un sistema de energía distribuida que alimente todos los sistemas de propulsión durante esta transición. Este enfoque no se centra en la capacidad de supervivencia ni en la carga útil potencial, sino en superar las barreras técnicas existentes en la aviación de despegue y aterrizaje vertical.
En cuanto a la libertad operativa, DARPA permite a las empresas participantes decidir sobre aspectos críticos como la tripulación, autonomía y semi-autonomía de los aviones. Esta apertura en el diseño refleja el enfoque innovador del proyecto, donde aún “todo está por decidir”, según afirma Higgins.
Enfoques divergentes en diseño y tecnología para el avión SPRINT
Las propuestas de las empresas participantes en el proyecto SPRINT revelan una diversidad de enfoques y tecnologías. Por ejemplo, Bell Textron presentó un diseño de rotor basculante para una aeronave sin tripulación, que combina las capacidades de vuelo estacionario de un helicóptero con la velocidad y supervivencia de un avión a reacción. Bell está probando activamente tecnologías como el rotor plegable y control de vuelo en la Base Holloman de las Fuerzas Aéreas de Nuevo México.
Aurora Flight Sciences, una filial de Boeing, está desarrollando una aeronave con ala en abanico de alta sustentación y baja resistencia, utilizando un cuerpo de ala mixta y motores integrados para vuelo hacia delante, junto con ventiladores integrados para vuelo vertical. Este diseño se inspira en proyectos como el Boeing X-48 y el avión sin tripulación Excalibur, que utiliza elevación vertical a reacción con ventiladores eléctricos retraíbles.
Los contratos SPRINT cubren una fase inicial de seis meses de diseño conceptual. Para mayo de 2024, las empresas deberán demostrar la viabilidad de sus conceptos para avanzar a la siguiente fase, donde se espera la finalización del diseño preliminar y una reducción en el número de participantes.
Potenciales aplicaciones militares y futuras perspectivas del avión SPRINT
El comandante Higgins resalta la amplia gama de aplicaciones potenciales para los aviones de elevación vertical de alta velocidad en el contexto militar. Estos podrían incluir operaciones especiales, movilidad y logística, recuperación de personal, transporte médico y misiones de evacuación. En escenarios de guerra futura, la capacidad de despegar y aterrizar en entornos no convencionales, como calles o campos abiertos, y luego retirarse rápidamente, podría ser crucial.
Actualmente, las tecnologías en desarrollo para SPRINT no están destinadas a ningún proyecto específico, y aunque es posible que no se materialicen en un programa existente, DARPA aspira a que los avances tecnológicos derivados del proyecto puedan integrarse en futuros programas. Higgins enfatiza que el enfoque de DARPA es abordar problemas difíciles que pueden o no ser realizables, explorando así el estado actual de la técnica en la aviación militar.
El avión SPRINT de DARPA está diseñado para alcanzar velocidades de entre 400 y 450 nudos (460 a 520 mph), lo que supera significativamente la velocidad máxima del V-22 Osprey de 270 nudos. Este aumento representa un avance notable en la aviación de despegue y aterrizaje vertical.
SPRINT enfrentará desafíos técnicos superando las limitaciones físicas con innovaciones en su sistema de propulsión. Además, deberá mostrar estabilidad en planeo, transición eficiente entre vuelo estacionario y hacia delante, y un sistema de energía distribuida para la propulsión.
DARPA ofrece a las empresas colaboradoras en el proyecto SPRINT libertad en decisiones clave, como la tripulación y la autonomía de los aviones. Este enfoque abierto refleja la naturaleza innovadora del proyecto, permitiendo a las empresas explorar diversas soluciones tecnológicas.
En el proyecto SPRINT, empresas como Bell Textron y Aurora Flight Sciences están explorando diferentes tecnologías. Bell propone un diseño de rotor basculante sin tripulación, mientras que Aurora trabaja en una aeronave con ala en abanico y motores integrados, evidenciando una diversidad en enfoques y tecnologías.
El avión SPRINT de DARPA tiene un amplio rango de aplicaciones militares potenciales, incluyendo operaciones especiales, movilidad y logística, recuperación de personal, transporte médico y misiones de evacuación. Su capacidad para operar en entornos no convencionales es un aspecto clave en escenarios de guerra futura.