Examinamos minuciosamente el ataque de la Fuerza Aérea ucraniana al buque Novocherkassk, analizando su impacto y consecuencias.
La Fuerza Aérea ucraniana impacta buque ruso en operación táctica precisa
La Fuerza Aérea ucraniana anunció que un buque naval de la Federación Rusa, el Novocherkassk, fue objetivo de una operación táctica. Este buque, operando desde la península de Crimea, supuestamente transportaba drones para el conflicto en curso. El ataque, ejecutado con misiles de crucero, se llevó a cabo en horas tempranas del 26 de diciembre en la región de Feodosia, un enclave estratégico y una base naval rusa vital en Crimea.
Según informes, el Novocherkassk perteneciente a la Flota del Mar Negro, fue alcanzado alrededor de las 02:30 hora local. Esta operación se enmarca en una serie de confrontaciones tácticas en la región, destacando el uso de aviación táctica y armamento de precisión por parte de Ucrania.
Feodosia, situada en la disputada península de Crimea, actualmente bajo control ruso, es una ubicación de significativa importancia estratégica, albergando una de las principales bases navales de la Federación Rusa en la región.
Respuesta rusa y daños reportados en el buque Novocherkassk
En respuesta, el Ministerio de Defensa ruso confirmó que el Novocherkassk sufrió daños significativos debido al ataque ucraniano. El comunicado del Ministerio detalla un asalto con misiles guiados desde el aire, dirigidos a la base de Feodosia, impactando el buque anfibio. Como represalia, la defensa antiaérea rusa alega haber derribado dos aviones tácticos Su-24 ucranianos, responsables del lanzamiento de los misiles, en una operación de defensa aérea en las cercanías de Zhovten, a 125 km de Nikolaev.
El Novocherkassk, con sus dimensiones de 112,5 metros de eslora, 15 metros de manga y 3,7 metros de calado, y un desplazamiento de 4.080 toneladas, representa una pieza fundamental en la flota del Mar Negro. Equipado con motores diésel de alto rendimiento, alcanza velocidades máximas de 17,8 nudos, y una autonomía de 6.000 millas náuticas a 12 nudos.
Además de su capacidad logística, el Novocherkassk puede transportar 500 toneladas de carga y hasta 225 soldados, complementado con un armamento que incluye dos montajes de artillería AK-725 de 57 mm y sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes de 122 mm.
Contexto estratégico y repercusiones del ataque en Crimea
Antes del conflicto actual, el Novocherkassk desempeñaba un papel crucial en las operaciones logísticas de la Armada rusa, incluyendo el transporte de armamento a bases en Siria. Esta acción subraya la continuidad de las tácticas ofensivas ucranianas en Crimea, recordando el hundimiento del buque insignia “Moscú” en abril de 2022.
Informes iniciales sugieren que el Novocherkassk podría haber estado transportando drones Shahed, armamento explosivo iraní empleado por Rusia en sus operaciones contra Ucrania. Nikolai Olechuk, comandante de la Fuerza Aérea ucraniana, compartió evidencia visual del ataque en Feodosia, mientras que Sergei Aksyonov, líder de Crimea respaldado por el Kremlin, confirmó un ataque en la región, indicando que los servicios de emergencia están gestionando la situación.
Este incidente no solo destaca la escalada del conflicto en la región, sino también la continua vulnerabilidad de activos estratégicos rusos ante las tácticas ucranianas. La capacidad de Ucrania para llevar a cabo operaciones ofensivas precisas en territorios disputados como Crimea, desafía la percepción de seguridad y control en la región.
Operaciones rusas con drones iraníes Shahed-129 y Shahed-136
El año pasado, se descubrió que las fuerzas armadas rusas estaban empleando drones iraníes para atacar infraestructuras energéticas en Ucrania. Específicamente, se utilizan vehículos aéreos no tripulados (UAV) Shahed-129 y Shahed-136, transferidos desde Teherán a Moscú. Según Military Monitoring, estas unidades han sido equipadas con sistemas de navegación GLONASS, en contraste con declaraciones previas de Moscú negando el uso de armamento iraní.
Estas modificaciones apuntan a mejorar la eficiencia operativa de los drones, ampliando su radio de acción. Sin embargo, inicialmente, los Shahed-136 exhibieron limitaciones significativas en su radio de ataque, con un alcance efectivo de solo 550 km a pesar de un potencial teórico de 2.500 km.
Estas restricciones han limitado el uso táctico de estos UAV por parte de Rusia, confinándolos a objetivos relativamente cercanos en lugar de amenazas a larga distancia.
Análisis de la producción y capacidad de los drones kamikaze Shahed-136
Un análisis reciente revela que, entre julio y octubre de 2023, Rusia logró fabricar aproximadamente 420 drones kamikaze Shahed-136, según registros del proyecto Alabuga. Esto se traduce en una tasa de producción de alrededor de 3,5 drones por día, o unos 100 mensualmente. A pesar de esta cifra, se sugiere una inversión conservadora en la producción de estos drones kamikaze.
Además, hay evidencia de avances significativos en la producción interna rusa de componentes esenciales para estos UAV. The Long War Journal ha realizado un análisis exhaustivo, basándose en números secuenciales hallados en las hélices de las aletas de cola de los Shahed-136, visibles en fuentes abiertas.
Estos hallazgos indican no solo una inversión estratégica en la manufactura de drones, sino también un avance en la autonomía tecnológica de Rusia en términos de producción de UAV.
Implicaciones estratégicas del uso ruso de drones iraníes en Ucrania
El empleo de estos drones iraníes por parte de Rusia tiene implicaciones significativas en el panorama del conflicto ucraniano. Su capacidad para atacar infraestructuras críticas y su integración con sistemas de navegación avanzados como GLONASS reflejan un cambio en las tácticas de guerra y la adaptabilidad tecnológica de las fuerzas rusas.
Además, la producción interna de estos UAV sugiere un esfuerzo por parte de Rusia para desarrollar una capacidad independiente de ataque aéreo no tripulado, lo que podría tener consecuencias a largo plazo en la dinámica militar de la región.
Este análisis pone de relieve no solo las capacidades actuales de Rusia en el uso de drones kamikaze, sino también su posible dirección estratégica en futuros conflictos y su potencial impacto en el equilibrio de poder en el escenario bélico de Europa del Este.
El Novocherkassk es crucial en la Flota del Mar Negro de Rusia por su versatilidad. Puede transportar 500 toneladas de carga y 225 soldados, lo que lo hace valioso en operaciones logísticas. Antes del conflicto en Ucrania, era fundamental en el transporte de armamento a bases rusas en Siria, incluyendo la base de Tartus.
El Novocherkassk destaca por su estructura y capacidad tecnológica. Mide 112,5 metros de eslora y puede alcanzar velocidades de 17,8 nudos, con una autonomía de 6.000 millas náuticas. Equipado con dos motores diésel, su diseño permite transportar cargas significativas y personal militar, además de contar con artillería de cubierta eficaz.
El ataque ucraniano, ejecutado con misiles guiados desde el aire, causó daños significativos al Novocherkassk en Feodosia. Este asalto es un golpe estratégico a Rusia, mostrando la capacidad ofensiva de Ucrania y afectando una pieza clave de la logística naval rusa en la región.
Los drones Shahed, de origen iraní, son utilizados por Rusia para ataques y reconocimiento. Shahed-136, por ejemplo, es un drone kamikaze con un alcance de ataque limitado. Estos drones han sido modificados con sistemas de navegación GLONASS, ampliando su eficacia y radio de acción en el conflicto con Ucrania.
El ataque a Novocherkassk demuestra la creciente audacia y capacidad táctica de Ucrania. Dirigir un ataque exitoso contra un buque clave en la Flota del Mar Negro de Rusia indica una estrategia ucraniana enfocada en desestabilizar las operaciones logísticas y militares rusas en la región, evidenciando un significativo avance en sus capacidades militares.