La corporación rusa UAC informó el 18 de noviembre de 2025, durante el Dubai Airshow, que ya entregó dos cazas Su-57E a un cliente extranjero no identificado y que ambas aeronaves se encuentran en “servicio de combate”, mientras que agencias rusas habían adelantado en mayo que el primer operador extranjero iniciaría operaciones en 2025.
Diversos medios y analistas especializados ubicaron a Argelia como ese cliente tras comunicaciones difundidas por su televisión pública en febrero y coberturas posteriores. En ese marco, y a partir de especificaciones técnicas oficiales y reportes independientes, las prestaciones del Su-57 permiten que incluso una dotación mínima cumpla funciones de reconocimiento, mando táctico y ataque de precisión que incrementan el rendimiento de la flota argelina existente.
La secuencia de hitos conocida combina fuentes industriales rusas y coberturas internacionales. Interfax recogió la declaración del director general de UAC, Vadim Badékha, según la cual dos Su-57E ya habían sido transferidos al cliente y estaban en servicio activo; TASS y RIA Novosti establecieron, desde mayo, que el primer usuario extranjero comenzaría a operar en 2025; y medios sectoriales en español y en inglés situaron a Argelia como destinatario a partir de emisiones de EPTV y seguimientos de programa. Al cierre de este reporte, los comunicados oficiales no revelan el nombre del cliente; sin embargo, la convergencia de fuentes en torno a Argelia resulta consistente con su historial de adquisiciones y con su calendario de modernización.
El posible encuadre del contrato muestra, según coberturas especializadas, un pedido inicial de aproximadamente una docena de unidades, con primeras entregas en 2025 y un horizonte de recepción adicional durante 2026. UAC y Rosoboronexport no han detallado versiones, configuración ni armamento específico para exportación. Army Recognition y publicaciones afines señalan a Argelia como primer operador extranjero con entregas en 2025, mientras que AeroTime y otros medios internacionales confirman, con citas de la agencia rusa de cooperación técnico-militar, la entrada en servicio con un cliente extranjero durante este año.
El historial de la relación argelino-rusa ayuda a explicar la adopción de una plataforma de quinta generación. En 2006, Argelia y Rusia cerraron un paquete de armamento estimado en $7.500 millones que incluyó la condonación de 4.700 millones de deuda argelina. Ese acuerdo facilitó la transición de una flota heredada de la era soviética hacia cazas de generación 4+ y subsistemas asociados. Reuters y otros medios documentaron aquel acuerdo, que introdujo una nueva etapa del rearmamento argelino.
Desde entonces, la Fuerza Aérea de Argelia incorporó y amplió la línea Su-30MKA, que hoy funciona como plataforma principal. Fuentes del sector sitúan su inventario por encima de setenta aparatos. En paralelo, Argelia mantiene un vector de ataque profundo con Su-24M modernizados, proceso sobre el que se publicaron etapas de actualización en centros rusos, y desde marzo de 2025 recibe cazas Su-35 destinados a superioridad aérea. Este conjunto establece un marco operativo en el que una aeronave furtiva de quinta generación puede asumir misiones de reconocimiento y designación de objetivos con bajo riesgo de detección y mediante enlace con plataformas de generación 4+.
El Su-57 aporta baja observabilidad estructural y de materiales, integración de sensores y un conjunto de guerra electrónica cuya arquitectura permite su operación integrada en una red táctica. De acuerdo con compilaciones técnicas, el radar N036 Byelka emplea matrices activas en banda X y L que, en combinación con el sistema radioelectrónico Sh121 y la suite de guerra electrónica L402 Himalayas, cubren un volumen amplio con modos aire-aire y aire-superficie.
El sistema electro-óptico 101KS, con búsqueda y seguimiento infrarrojo (IRST), habilita detección pasiva. La integración de enlaces de datos y comunicaciones exportables —como el sistema NKVS-27 presentado por Rostec— permite establecer un espacio común de información con aeronaves y puestos de mando en tierra, con resistencia a interferencias y funciones de mando y control. Estas características, verificadas en documentación y comunicados técnicos, generan un aumento de eficacia incluso con dotaciones reducidas.
En materia de propulsión y madurez técnica, UAC explica que los Su-57 en servicio emplean motores AL-41F1, mientras que el propulsor de segunda etapa (AL-51F1, Izdeliye 30) permanece en pruebas y en proceso de incorporación en la variante Su-57M. Este punto incide de forma directa en alcance, firma infrarroja y régimen de crucero, y por tanto en el rendimiento de misiones de penetración con baja observabilidad.
La integración de armamento incluye misiles aire-aire de alcance medio y largo —familias R-77 y R-37M— y munición guiada para ataque terrestre y antibuque, con empleo desde bahías internas para preservar la firma radar. Aunque cada cliente exportador define paquetes específicos, los perfiles divulgados contemplan el uso de munición de guiado activo y armas de supresión y destrucción de defensas antiaéreas (SEAD/DEAD) que permiten la designación de blancos para plataformas acompañantes.
El concepto de empleo con una flota pequeña tiene precedentes históricos y aparece en doctrinas contemporáneas de combate en red. Un par de aeronaves furtivas puede ejecutar reconocimiento discreto, geolocalizar emisores, abrir corredores sobre defensas antiaéreas y designar objetivos para paquetes de ataque de Su-30MKA o Su-24M. Esas aeronaves se mantienen en retaguardia y lanzan munición de precisión desde distancias seguras. En conflictos previos, fuerzas con muy pocas unidades de plataformas furtivas iniciaron campañas aéreas mediante ataques de precisión contra centros de mando y componentes de defensa antiaérea; la bibliografía oficial de operaciones de la OTAN y de la Fuerza Aérea de Estados Unidos lo documenta para 1991 y 1999, respectivamente.
En el entorno regional, Marruecos opera F-16 y avanza hacia el estándar Viper (Block 70/72), con aprobaciones y contratos formalizados por Estados Unidos y un calendario de entregas que llega hasta la segunda mitad de la década. Esta modernización incluye radares de barrido electrónico activo (AESA) APG-83 y nuevas suites de guerra electrónica. La incorporación de una aeronave furtiva en Argelia, junto con enlaces de datos y arquitecturas de misiles superficie-aire (SAM) de largo alcance, introduce para cualquier tercero que deba operar cerca del espacio aéreo argelino un nivel de riesgo distinto al existente antes de 2025.
Además del vector tripulado, Argelia incorporó sistemas no tripulados de altitud media y gran autonomía (MALE) de origen chino (Wing Loong II), con entregas reportadas desde 2023. Estos sistemas pueden integrarse en una arquitectura de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) y de ataque a distancia. Este entramado, completado por defensas antiaéreas de largo, medio y corto alcance, crea un contexto en el que un par de aeronaves de quinta generación puede aprovechar al máximo los enlaces de datos para ampliar la conciencia situacional y la letalidad del conjunto.
La interoperabilidad técnica con la flota rusa de generación 4+ se apoya en comunicaciones seguras y enlaces de datos compatibles. Rostec presentó en Dubái el NKVS-27 como sistema exportable capaz de integrar aeronaves y puestos de mando con transmisión de parámetros de vuelo, combustible, estado de armamento y datos de blancos en tiempo casi real. Otros sistemas de comunicaciones aerotransportadas, mencionados por proveedores rusos, se orientan a conformar redes tácticas entre cazas de distintas generaciones. Este esquema permite emplear al Su-57 como plataforma de mando avanzada que distribuye asignaciones de tiro a Su-35 o Su-30MKA con mayores cargas de misiles.
Las limitaciones aparecen documentadas. Rusia proyecta 76 Su-57 para sus Fuerzas Aeroespaciales en 2028, pero los ritmos de fabricación han quedado por debajo de lo previsto, con entregas anuales modestas y pérdidas o daños en aparatos atribuidos a ataques ucranianos sobre bases rusas —como el incidente de Akhtubinsk en junio de 2024—. Esta situación influye en la disponibilidad de células, paquetes de repuestos y capacidad de soporte para clientes de exportación. Reuters y coberturas especializadas han seguido tanto los objetivos industriales como los impactos de la guerra y de las sanciones en la industria aeroespacial rusa.
Para Argelia, operar solo dos Su-57 implica concentración de riesgo y una exigencia logística elevada. La pérdida temporal de uno de ellos reduciría a la mitad la disponibilidad. El sostenimiento requerirá ciclos de mantenimiento con cadena de suministro en Rusia, y la formación de tripulaciones y especialistas deberá garantizar la continuidad operativa. Los resultados financieros de Rostec que Reuters publicó —reducción del volumen de exportación respecto de 2021— y la priorización de entregas internas rusas condicionan los cronogramas de apoyo.
La utilidad operativa con dos células se sostiene en misiones de alto valor con el Su-57 como elemento que incrementa la eficacia del resto de la fuerza. En operaciones de supresión y destrucción de defensas antiaéreas (SEAD/DEAD), un par de Su-57 puede penetrar sin emisiones activas, detectar y geolocalizar radares, degradar componentes críticos con armas de alcance o, en su defecto, designar blancos para salvas coordinadas de Su-30 y Su-24 desde posiciones seguras. En misiones contra objetivos de alto valor, su baja observabilidad y alcance permiten la interdicción contra aviones de alerta temprana y cisternas, para lo que resulta relevante la integración de misiles de largo alcance documentada para la plataforma. En inteligencia, vigilancia y reconocimiento ofensivo (ISR), la combinación de sensores pasivos y enlace de datos suministra a la red táctica una imagen de situación de 360° sin comprometer la firma.
En el plano político y simbólico, medios sectoriales subrayaron que el primer operador internacional del Su-57E sería Argelia, con lo que su fuerza aérea pasaría a integrar el grupo reducido de países con un caza de quinta generación. Las comunicaciones rusas de mayo y noviembre de 2025 confirman la exportación y la entrada en servicio con un cliente extranjero, sin revelar su identidad. Esta circunstancia, junto con la trayectoria de adquisiciones argelinas de origen ruso, sustenta el componente disuasivo señalado por analistas regionales.
En cuanto a perspectivas, coberturas especializadas citan carteras de 12 a 14 Su-57E para Argelia y calendarios de entrega que superan 2025. En paralelo, Rusia publicita evoluciones del Su-57M —con nuevos motores y aviónica— que, si se confirman en serie, podrían incorporarse a clientes de exportación mediante actualizaciones de software y paquetes de mejoras, de acuerdo con prácticas de soporte del fabricante. La expansión de la flota argelina se integraría en una arquitectura de defensa antiaérea con cazas Su-30 y Su-35, bombarderos Su-24M modernizados, UAV MALE y sistemas SAM de largo alcance, y con enlaces de datos exportables como infraestructura que proporciona la conectividad del conjunto.
En síntesis, UAC comunicó la entrega y la entrada en servicio operativo de dos Su-57E con un cliente extranjero en 2025; múltiples publicaciones señalan a Argelia como destinatario; la Fuerza Aérea argelina dispone de una flota numerosa de Su-30MKA, mantiene Su-24M modernizados e inició la recepción de Su-35; el Su-57 integra sensores, guerra electrónica, enlaces de datos y armamento de alcance que habilitan misiones de reconocimiento, mando y ataque de precisión; los ritmos de producción rusos, el soporte logístico y las sanciones constituyen condicionantes; y la introducción de la quinta generación en el Magreb modifica el perfil de riesgo para fuerzas aéreas vecinas y para actores externos.