¿Qué pasaría si dos o más bombas o misiles guiados de precisión fueran capaces de compartir información en vuelo para ajustarse a los objetivos cambiantes, redirigirse según sea necesario y frustrar los intentos del enemigo de bloquear sus sistemas de guía electrónica?
Este concepto ya no es una fantasía para el futuro: ya está aquí. El año pasado, dos cazas F-16 de la Fuerza Aérea dispararon bombas de pequeño diámetro que utilizaron una coordinación de armas en colaboración para compartir datos de amenazas entre sí durante el vuelo, lo que permitió que las bombas cambiaran de rumbo en respuesta a las señales de interferencia de guía del enemigo. El desarrollo de armas que recopilen, analicen y compartan datos específicos de los objetivos mientras están en el aire introducirá capacidades que cambiarán el paradigma.
El rápido progreso de este programa emergente, cuyo nombre en clave es Golden Horde (Horda Dorada), está dando sus frutos en parte gracias a los esfuerzos de investigación e innovación del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea. En una entrevista con National Interest, la general de división Heather Pringle, del Laboratorio de Investigación del Ejército del Aire, explicó parte de la tecnología que impulsa este programa.
«Me siento muy orgullosa del equipo de Golden Horde y de su sentido de la urgencia por ofrecer tecnologías y estudiar arquitecturas autónomas, colaborativas y en red», declaró Pringle al National Interest.
La tecnología de Golden Horde se basa en señales de radio definidas por software para intercambiar datos en vuelo mediante procesadores informáticos precargados con algoritmos avanzados. Tras la prueba del año pasado, Pringle elogió el progreso técnico y subrayó que aún queda mucho trabajo por hacer para avanzar en el programa.
Todavía hay que responder a muchas preguntas urgentes sobre la conexión en red. Por ejemplo, ¿qué tipos de tecnologías de radio funcionarán mejor para las diferentes distancias de los objetivos? Además, todavía hay preguntas sobre cómo desarrollar algoritmos que funcionen juntos de forma más eficaz, dijo Pringle el año pasado tras la prueba.
Las implicaciones tácticas del programa Golden Horde son extremadamente significativas, ya que las armas lanzadas desde el aire tienen muchas probabilidades de encontrarse con oscurecedores meteorológicos, objetivos en movimiento y diversos ataques de interferencia del enemigo. Con Golden Horde, las propias armas serán capaces de detectar el movimiento de las amenazas entrantes, procesar la nueva información y compartir los datos de puntería actualizados con otra arma también en vuelo. Esto, por supuesto, maximiza en gran medida la letalidad de las armas de ataque aéreo, permitiendo redirigir con precisión varias armas a un solo objetivo.