En un escenario marcado por la creciente hostilidad en zonas marítimas estratégicas, Estados Unidos y aliados internacionales han lanzado una iniciativa crucial para salvaguardar la navegación en el mar Rojo contra los ataques hutíes.
Este despliegue, conocido como Operación Guardián de la Prosperidad, surge en respuesta a la escalada de acciones hostiles —principalmente ataques con drones y misiles balísticos— originados en zonas de Yemen controladas por los hutíes, un grupo insurgente respaldado por Irán.
Desafío operacional: Ataques a buques comerciales y de guerra
Los ataques recientes han tenido como blanco tanto a buques comerciales como de guerra, causando daños significativos y generando una atmósfera de incertidumbre y riesgo. Esta situación ha obligado a diversas compañías navieras a retrasar o cancelar el tránsito por el crítico estrecho de Bab el-Mandeb, esencial para el comercio marítimo global.
La Operación Guardián de la Prosperidad, anunciada por el Secretario de Defensa estadounidense Lloyd Austin en Bahréin, se caracteriza por su enfoque multinacional. Países como el Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, los Países Bajos, Noruega, Seychelles y España, han confirmado su participación. Esta cooperación incluirá patrullas conjuntas y el suministro de inteligencia crítica.
Estructura de comando y control de la Operación Guardián de la Prosperidad
La operación se enmarca dentro de la estructura de la Fuerza Combinada 153 (CTF 153), una entidad creada en abril de 2022 para optimizar la seguridad marítima en la región, incluyendo el mar Rojo y el Golfo de Adén. La CTF 153, con una membresía de 39 naciones, está en proceso de determinar los participantes específicos en esta nueva misión.
Un elemento clave de esta estrategia es el despliegue de buques de guerra de la Armada de los Estados Unidos, como los destructores USS Carney, USS Stethem y USS Mason. Estas unidades navales avanzan diariamente a través del estrecho de Bab el-Mandeb, proporcionando una presencia disuasoria y capacidad de respuesta rápida frente a posibles agresiones.
Respuesta a incidentes recientes en el mar Rojo
El incremento en la intensidad y frecuencia de los ataques, incluyendo el impacto de misiles contra tres buques comerciales el 3 de diciembre y el uso de drones armados, ha catalizado la expansión de esta operación. Hasta la fecha, Estados Unidos ha mantenido una postura de no confrontación directa con los hutíes apoyados por Irán, enfocándose en estrategias defensivas y de protección marítima.
La Operación Guardián de la Prosperidad representa un esfuerzo concertado y multidimensional para contrarrestar las amenazas a la seguridad marítima en una región de vital importancia estratégica. Con la participación de múltiples naciones y la integración de recursos navales y de inteligencia, esta iniciativa busca estabilizar la situación en el mar Rojo y garantizar la seguridad de las rutas marítimas frente a las crecientes hostilidades.
La Operación Prosperidad Guardián cuenta con la participación de varios países, incluyendo el Reino Unido, Bahrein, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Seychelles y España, quienes colaborarán con EE. UU. en esta misión de seguridad marítima.
La Fuerza Combinada 153, creada en abril de 2022, coordina la Operación Prosperidad Guardián. Su objetivo es mejorar la seguridad marítima en el Mar Rojo, Bab el-Mandeb y el Golfo de Adén, integrando esfuerzos de distintos países miembros.
Tres destructores de la Armada de EE. UU., el USS Carney, el USS Stethem y el USS Mason, están activamente desplegados en el estrecho de Bab el-Mandeb como parte de la Operación Prosperidad Guardián para disuadir y responder a los ataques.
La ampliación de la operación se debió a ataques recientes, incluyendo el impacto de misiles lanzados por los hutíes de Yemen contra tres buques comerciales el 3 de diciembre, parte de una campaña de violencia creciente que también involucra drones armados.
Hasta la fecha, Estados Unidos no ha realizado contraataques militares contra los hutíes apoyados por Irán en Yemen, ni ha atacado sus instalaciones. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, no ha especificado los motivos de esta decisión.