Corea del Sur y Estados Unidos han decidido cancelar los ejercicios aéreos conjuntos con cazas furtivos estadounidenses F-22 previstos para el 22 de diciembre debido a las malas condiciones meteorológicas, informó el miércoles la agencia de noticias Yonhap, citando a la Fuerza Aérea surcoreana.
Según el informe, los ejercicios se cancelaron el miércoles debido a las fuertes nevadas que cayeron en Corea del Sur, y los aviones de combate regresaron a la base aérea de Kadena, en Okinawa (Japón), donde están estacionados permanentemente.
Hubiera sido la primera vez en cuatro años que cazas F-22 estadounidenses acudían a Corea del Sur para realizar un ejercicio conjunto.
A principios de semana, los dos países realizaron ejercicios aéreos conjuntos con la participación de bombarderos estratégicos estadounidenses B-52H y aviones surcoreanos F-35A y F-15K al suroeste de la isla de Jeju.
El entrenamiento se produjo en un momento en el que Corea del Norte probó dos misiles balísticos el domingo. Ambos volaron 500 kilómetros (310 millas), alcanzando una altitud máxima de 550 kilómetros, y Pyongyang dijo que la prueba formaba parte del desarrollo de un satélite de reconocimiento.
El 20 de diciembre, Corea del Sur y Estados Unidos realizaron ejercicios conjuntos con un bombardero B-52. En un comunicado, Seúl declaró que la República de Corea y las Fuerzas Aéreas estadounidenses realizaron ejercicios combinados tras el despliegue de bombarderos estratégicos estadounidenses (B-52H) cerca de la península coreana.
El ejercicio se llevó a cabo en el área de la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Corea (KADIZ), al suroeste de la isla de Jeju, con la participación de F-22 Raptors estadounidenses y cazas F-35 y F-15K surcoreanos.
Según el comunicado de prensa, el ejercicio conjunto mejorará la interoperabilidad y las capacidades operativas, y ambas naciones seguirán colaborando para ampliar su defensa contra las continuas amenazas de Corea del Norte.
“El despliegue de los cazas B-52H y F-22 en esta ocasión forma parte de un esfuerzo por reforzar la credibilidad de la disuasión ampliada de EE.UU.”, dijo el ministerio. La disuasión ampliada se refiere al compromiso de Estados Unidos de utilizar todas sus capacidades militares, incluidas las armas nucleares, para defender a su socio.
Anteriormente, Chung Jin-suk, líder del partido gobernante de Corea del Sur, afirmó que los lanzamientos de misiles realizados por Corea del Norte son una provocación destinada a romper la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos y expulsar las bases militares estadounidenses de la península coreana.
Corea del Norte probó dos misiles balísticos el domingo por la mañana. Ambos volaron 500 kilómetros (310 millas), alcanzando una altitud máxima de 550 kilómetros, según el ministro de Estado japonés de Defensa, Toshiro Ino. Pyongyang dijo que la prueba formaba parte del desarrollo de un satélite de reconocimiento.
“El objetivo de las provocaciones de Corea del Norte está claro. Se trata de una táctica estratégica encaminada a romper la alianza entre Corea del Sur y Estados Unidos y, en última instancia, expulsar a las fuerzas estadounidenses de la península coreana mediante cabezas nucleares y misiles balísticos de alcance medio e intermedio”, declaró Chung, citado por la agencia surcoreana Yonhap.
El funcionario también dijo que “es probable que continúen las provocaciones” de Corea del Norte hasta principios de 2023, pero Seúl “mantendrá su inquebrantable disuasión contra el Norte”, según cita la agencia de noticias.
Pyongyang ya ha disparado decenas de misiles hacia Corea del Sur desde principios de 2022, incluido un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental realizado en noviembre.