Los líderes militares de Estados Unidos están listos para transformar el Ejército Total (Ejército Regular, Guardia Nacional, Reserva del Ejército y Civiles del Ejército) en una fuerza multidominio para el año 2035, cumplir con su responsabilidad permanente como parte de la Fuerza Conjunta de proveer la defensa de Estados Unidos, y mantener su posición como la potencia terrestre dominante a nivel mundial.
Los desafíos actuales para la seguridad global no solo están cambiando, sino que se están acelerando más rápido que nunca. Los adversarios son altamente adaptables y nos confrontan desde todos los dominios a través del aire, el mar, el espacio, la tierra y el ciberespacio.
Los competidores cercanos, como China y Rusia, tratan de lograr sus objetivos mediante el uso de múltiples capas de estancamiento en todos los ámbitos (tierra, mar, aire, espacio y ciberespacio) para separar a las fuerzas y aliados de Estados Unidos en el tiempo, la geografía y la función. Esperan negar la capacidad de Estados Unidos para proyectar el poder de combate, creando así esferas de influencia de facto. Los competidores estadounidenses lo harán mediante una combinación de sistemas de armas de largo, medio y corto alcance, fuerzas convencionales, defensas aéreas integradas, guerra electrónica e interferencias, ciberataques y negación de capacidades basadas en el espacio, como reconocimiento, navegación y comunicaciones, así como una serie de herramientas políticas e informativas.
Para resolver el problema del estancamiento por capas, el concepto de operaciones multidominio describe cómo un Ejército estratégicamente posicionado, que opera como parte de la Fuerza Conjunta, competirá por debajo del umbral del conflicto armado, penetrará y aprovechará las oportunidades para romper con las capacidades de enfrentamiento enemigo y luego regresará a la competencia en condiciones favorables.
El concepto de Operaciones Multi-Dominio asegurará la capacidad del Ejército para luchar y ganar en cualquier conflicto.
En las operaciones multidominio, las fuerzas generan poder de combate a través del Área de Apoyo Estratégico, es decir, las funciones de apoyo que proporcionan los recursos de personal, suministros y equipo necesarios para construir, proyectar y mantener tropas en los ámbitos operacional y táctico.
El concepto de operaciones entre dominios no es nuevo. Ha sido parte inherente del pensamiento militar desde la antigüedad.
El Informe al Congreso sobre la Estrategia de Modernización del Ejército de Estados Unidos (AMS) de 2018 introdujo las seis prioridades de modernización de material del Ejército (incendios de precisión de largo alcance, el vehículo de combate de próxima generación, el futuro levantamiento vertical, la red, la defensa aérea y de misiles y la letalidad de los soldados) para hacer que los soldados y las unidades sean más letales para desplegarse, luchar y ganar las guerras de nuestra nación.
Esta MGA 2019 amplía el enfoque del Ejército más allá de esas seis prioridades, definiendo un enfoque más holístico de la modernización, manteniendo al mismo tiempo la continuidad de las prioridades.
La modernización es un proceso continuo que requiere la colaboración de todo el Ejército. Por lo tanto, mientras esta MGA esboza un estado final para el futuro Ejército en 2035, la modernización del Ejército seguirá en curso, ya que debemos continuar probando y perfeccionando los conceptos operativos, recurrir a tecnologías emergentes y anticiparnos a los cambios en el entorno operativo.