El sábado, algunos residentes cercanos al Centro Espacial Kennedy (KSC), en Florida, se despertaron al parecer por un estruendo sónico. Se trataba del X-37B Orbital Test Vehicle-6 (OTV-6), el avión espacial no tripulado de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos, que finalmente regresó a la Tierra tras un vuelo récord en el que pasó más de 900 días en órbita.
El X-37B es especial
El X-37B, controlado por un robot y construido por Boeing, aterrizó en el KSC a las 5:22 am EST. Ha pasado 908 días en órbita, más de cuatro meses más que cualquier otro vuelo anterior del X-37B. Supera el récord anterior, ostentado por el OTV-5, de 780 días en órbita.
El OTV-6 fue también la primera misión que introdujo un módulo de servicio, un componente anular que se acopló a la parte trasera del vehículo ampliando el número de experimentos que pueden alojarse durante una misión. El módulo se separó del OTV antes de desorbitarlo, lo que garantizó un aterrizaje seguro y exitoso.
“Esta misión pone de manifiesto el interés de la Fuerza Espacial por la colaboración en la exploración del espacio y la ampliación del acceso al espacio a bajo coste para nuestros socios, dentro y fuera del Departamento de las Fuerzas Aéreas”, declaró el Jefe de Operaciones Espaciales, el general B. Chance Saltzman.
Con la finalización con éxito de esta sexta misión, el avión espacial reutilizable ha volado ya más de 1.300 millones de millas, mientras que ha pasado un total de 3.774 días en el espacio donde ha realizado experimentos para socios gubernamentales e industriales con la capacidad de devolverlos a la Tierra para su evaluación.
Misión en marcha
El OTV-6 comenzó su misión en mayo de 2020, cuando fue lanzado a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance desde la Estación Espacial de Cabo Cañaveral.
Según la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, la misión OTV-6 albergó el Módulo de Antena de Radiofrecuencia Fotovoltaica del Laboratorio de Investigación Naval. Ese experimento aprovechó con éxito los rayos solares fuera de la atmósfera terrestre y pretendía transmitir energía a la tierra en forma de microondas de radiofrecuencia. Además, el FalconSat-8 de la Academia de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., desarrollado en colaboración con el Laboratorio de Investigación de las Fuerzas Aéreas, se desplegó con éxito en octubre de 2021.
El FalconSat-8 permanece en órbita, donde proporcionará a los cadetes de la academia una experiencia práctica única como operadores espaciales antes de entrar en el servicio activo.
“El X-37B continúa empujando los límites de la experimentación, habilitado por un equipo de élite del gobierno y la industria detrás de la escena”, explicó el teniente coronel Joseph Fritschen, director del programa X-37B de la Oficina de Capacidades Rápidas del DAF. “La capacidad de realizar experimentos en órbita y llevarlos a casa de forma segura para un análisis en profundidad en tierra ha demostrado ser valiosa para el Departamento de la Fuerza Aérea y la comunidad científica. La incorporación del módulo de servicio en el OTV-6 nos ha permitido albergar más experimentos que nunca”.
El sucesor del transbordador espacial
El programa X-37B se desarrolló en el marco de una colaboración entre la Oficina de Capacidades Rápidas del Departamento de las Fuerzas Aéreas y la Fuerza Espacial de los Estados Unidos. El gigante aeroespacial Boeing diseñó y fabricó el avión espacial y sigue proporcionando la gestión del programa, la ingeniería, las pruebas y el apoyo a la misión desde sus instalaciones en el sur de California, Florida y Virginia.
En 2020, el X-37B recibió el trofeo Robert J. Collier por el avance en el rendimiento, la eficiencia y la seguridad de los vehículos aéreos y espaciales.
El X-37B se parece al ya retirado transbordador espacial de la NASA. Sin embargo, es mucho más pequeño, ya que sólo mide 8,8 metros desde el morro hasta la cola, mientras que el transbordador espacial medía 37 metros. El transbordador espacial estaba pilotado, pero el X-37B es autónomo.
Se cree que la Fuerza Espacial estadounidense posee dos vehículos X-37B, ambos producidos por Boeing. Hasta la fecha, la nave par ha volado en seis misiones orbitales, cada una de ellas conocida por el significante OTV (“Orbital Test Vehicle”):
- OTV-1: Lanzado el 22 de abril de 2010 y aterrizado el 3 de diciembre de 2010 (duración 224 días).
- OTV-2: Del 5 de marzo de 2011 al 16 de junio de 2012 (468 días).
- OTV-3: Del 11 de diciembre de 2012 al 17 de octubre de 2014 (674 días).
- OTV-4: del 20 de mayo de 2015 al 7 de mayo de 2015 (718 días).
- OTV-5: del 7 de septiembre de 2017 al 27 de octubre de 2019 (780 días).
- OTV-6: del 17 de mayo de 2020 al 12 de noviembre de 2022 (908 días).
“Desde el primer lanzamiento del X-37B en 2010, ha batido récords y ha proporcionado a nuestra nación una capacidad inigualable para probar e integrar rápidamente nuevas tecnologías espaciales”, dijo Jim Chilton, vicepresidente senior de Boeing Space and Launch. “Con el módulo de servicio añadido, esta ha sido la mayor cantidad que hemos llevado a órbita en el X-37B y estamos orgullosos de haber podido probar esta nueva y flexible capacidad para el gobierno y sus socios industriales”.
El programa X-37 original de la NASA comenzó en 1999 y fue transferido a DARPA en 2004. Ahora está bajo el dominio de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos Delta 9, que se estableció y activó el 24 de julio de 2020. En agosto, China lanzó su propio orbitador, pero tendrá que permanecer allí arriba durante mucho tiempo si espera batir el récord establecido por el OTV-6.