Catalogado como la contraparte china del F-35 Lightning II de EE. UU., el J-35 no cuenta con capacidad de despegue y aterrizaje vertical, pero lo suple con robustas características de desempeño convencional que demandan el uso de catapultas para su lanzamiento desde portaaviones.
Este avión de combate de quinta generación, que fue probado inicialmente en los portaaviones más veteranos de China, está designado como un componente esencial para el portaaviones Tipo 003 Fujian, el cual está equipado con catapultas electromagnéticas de avanzada que se sospecha derivan de tecnología estadounidense indebidamente apropiada.
El desarrollo del motor de fabricación nacional WS-13E subraya el avance chino hacia la independencia en tecnologías militares clave, elevando así el perfil estratégico del J-35 dentro del PLAN.
Capacidades del J-35 potencian la proyección de fuerza del PLAN
La Shenyang Aircraft Corporation (SAC) de China, con el J-35, parece haber avanzado dos generaciones en su capacidad de aviación militar, superando las expectativas de muchos estrategas militares chinos en cuanto al desempeño de sus aviones de combate embarcados.
Desde 2011, el J-35 ha evolucionado en diversas versiones, pero es ahora cuando comienza a consolidarse como un pilar en la estrategia de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN), en un momento en que China experimenta un notable aumento en la construcción de portaaviones. Este auge constructor ha modificado la anterior dinámica de poder naval entre Estados Unidos y China, posicionando al J-35 como un elemento transformador que podría catapultar al PLAN hacia un estatus de verdadera armada oceánica global.
Respuesta de China al F-35: Capacidades y Comparaciones del J-35
El J-35 es la contraparte china del afamado F-35 Lightning II estadounidense. Este avión representa la segunda incursión de China en la aviación de combate de quinta generación, después del conocido Chengdu J-20 “Mighty Dragon”, que se asemeja más al F-22A Raptor de Estados Unidos en términos de rol y capacidades. A diferencia del modelo americano, el J-35 no incorpora capacidades de despegue y aterrizaje vertical (VTOL), lo que resalta su uso diferenciado, especialmente en operaciones desde portaaviones.
Para operar desde estas plataformas marítimas, el J-35 requiere sistemas de catapulta, a diferencia del F-35 que puede emplear su VTOL en estas circunstancias. No obstante, los primeros portaaviones chinos como el Liaoning y su gemelo, el Shandong, no están equipados con catapultas, sino que utilizan un sistema de rampa de salto (ski-jump) para el lanzamiento de sus aeronaves. Estos ensayos indican que China ha estado evaluando la integración del J-35 en las alas aéreas de sus portaaviones más antiguos.
El avance significativo en la capacidad de portaaviones de China se manifiesta en su nuevo modelo, el portaaviones Tipo 003, conocido como Fujian. Este navío está equipado con catapultas electromagnéticas similares a las que se encuentran en los modernos portaaviones clase Gerald R. Ford de Estados Unidos. Es notable mencionar que se cree que las catapultas del Fujian son clones de las americanas, obtenidas mediante operaciones de espionaje.
En cuanto a propulsión, los prototipos del J-35 utilizaron inicialmente motores rusos RD-93, reflejando la dependencia de tecnología extranjera en las etapas iniciales. Sin embargo, en línea con la política de autosuficiencia de China, especialmente en áreas críticas como la defensa, esta dependencia está siendo gradualmente eliminada a medida que se desarrollan alternativas nacionales para fortalecer su independencia en capacidades militares esenciales.
Impulso a la Innovación de Motores en la Industria de Defensa China
Ante los desafíos presentados por las limitaciones en la tecnología de motores autóctonos, China ha iniciado una campaña intensiva para el desarrollo de nuevas turbinas para sus aviones de combate de última generación. A pesar de un historial no muy favorable en la fabricación de motores de alta performance, el gigante asiático está avanzando en la creación del motor WS-13E, diseñado para generar un empuje de 22,000 libras, marcando un paso significativo en su independencia tecnológica.
El J-35, equipado con este motor, posee una capacidad robusta de armamento. Puede albergar cuatro misiles en su bahía interna y cuenta con seis puntos de anclaje externos con capacidad de carga de hasta 13,000 libras de municiones. El arsenal de este caza incluye misiles de corto alcance PL-10 y misiles aire-aire de mediano alcance PL-12, lo que lo convierte en un componente formidable y estratégicamente versátil dentro de la infraestructura militar china.
El desarrollo y la integración de estas capacidades avanzadas subrayan el compromiso de China de fortalecer su autodefensa y su presencia militar global, consolidando al J-35 como un pilar clave en su arsenal de sistemas de combate de alta peligrosidad.