A principios de este mes, la Air Force Heritage Flight Foundation dio la bienvenida a la incorporación del caza F-5E Tiger a su línea de aviones. Esta organización sin ánimo de lucro ofrece al público vuelos patrimoniales, con actuaciones que incorporan una serie de fuselajes históricos que volaron en la Segunda Guerra Mundial, Corea y Vietnam.
Dado que el legendario F-5 desempeñó un papel importante en la formación de algunos de los pilotos más prolíficos de la era moderna, su inclusión en el honorable programa Heritage Flight es una obviedad. Aunque en la actualidad las Fuerzas Aéreas de EE. UU. sólo prestan un servicio limitado, el F-5 se ha exportado a todo el mundo.
La asequibilidad y versatilidad de la plataforma han contribuido a convertirla en un pilar de las flotas de cazas modernas.
Breve historia del caza F-5
El diseño inicial del caza ligero F-5 se remonta a la época posterior a la Segunda Guerra Mundial. Cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) solicitó un caza táctico ligero capaz de portar tanto artillería convencional como nuclear, el fabricante Northrop Grumman se puso manos a la obra.
En 1955, el motor turborreactor General Electric J85 se incorporó al diseño del fuselaje. Este potente motor se diseñó originalmente para su uso en el Boeing B-52 Stratofortress y se consideraba más avanzado que sus parientes cercanos, ya que su relación empuje-peso era mucho mayor.
En pocas palabras, el F-5 era barato y versátil
Capaz de alcanzar velocidades de Mach 1,63 con una autonomía de 554 millas, el F-5 era uno de los favoritos de las Fuerzas Aéreas. El caza podía ascender a una velocidad de unos 35.000 pies por minuto y podía llevar dos cañones M39A2 Revolver de 20 mm. Aunque el avión estaba destinado a funcionar como aparato de superioridad aérea diurna, sus capacidades de ataque a tierra también ponían de manifiesto la versatilidad del F-5.
La plataforma F-5A entró en servicio en las Fuerzas Aéreas a principios de la década de 1960 y se fabricaron más de 800 fuselajes para los aliados estadounidenses hasta mediados de la década de 1970.
Presentación del F-5EII Tiger de segunda generación
A medida que la amenaza de la URSS seguía aumentando en plena Guerra Fría, el gobierno estadounidense deseaba un mejor avión aire-aire que pudiera enfrentarse al MiG-21 soviético. En 1970, Northrop fue seleccionada como ganadora del concurso International Fighter Aircraft para producir una variante más moderna del F-5A.
El caza de segunda generación F-5E Tiger II incluía una serie de mejoras como motores más modernos, mayor superficie alar, mayor capacidad de combustible y aviónica mejorada. La nueva variante del F-5 se utilizó ampliamente en combate durante la guerra de Vietnam. A finales de la década de 1980, se fabricaron más de 1.400 cazas F-5E Tiger.
La familia de cazas F-5 se exportó con facilidad
La versatilidad del F-5 y sus menores costes de mantenimiento lo convirtieron en un candidato ideal para la exportación. De hecho, el caza ha sido adquirido por países de todos los rincones del mundo, como Corea del Sur, Brasil, Taiwán y Honduras. Aunque el F-5 puede haber entrado más en acción en las flotas de las fuerzas aéreas extranjeras, el caza es el antepasado del reconocible T-38 estadounidense.
El T-38 Talon, el primer avión supersónico de entrenamiento del mundo y el más producido, representa otra increíble proeza de fabricación estadounidense. En el futuro, es probable que el Talon se una a su predecesor F-5 en el programa Heritage Flight Foundation del Ejército del Aire.