El Mitsubishi A6M Zero, el caza emblemático del Japón Imperial durante la Segunda Guerra Mundial, ha dejado una huella imborrable en la historia de la aviación.
Acompáñanos en este recorrido por las características y el legado de este extraordinario avión de combate.
El inicio de una leyenda
El Mitsubishi A6M Zero realizó su vuelo inaugural el 1 de abril de 1939 y entró en servicio operativo con el Servicio Aéreo de la Armada Imperial Japonesa el 1 de julio de 1940. Diseñado por Jiro Horikoshi, este caza destacaba por su velocidad y maniobrabilidad sin precedentes.
El temible Zeke
Conocido como “Zeke” por los pilotos aliados, el Zero demostró ser un adversario formidable. Su relación inicial de bajas aire-aire fue asombrosa, y ningún caza aliado podía igualar su velocidad y agilidad.
Sin embargo, su falta de blindaje y tanques de combustible autosellantes se convirtieron en sus puntos débiles.

La respuesta aliada
Las fuerzas aliadas no se quedaron de brazos cruzados ante el dominio del Zero. El Lockheed P-38 Lightning, el Grumman F6F Hellcat y el Vought F4U Corsair se convirtieron en rivales de peso para el Zeke.
Estos nuevos cazas estadounidenses igualaron su velocidad y maniobrabilidad, al tiempo que ofrecían ventajas en términos de blindaje y seguridad.
El legado del Zero
A pesar de los avances aliados, el Zero continuó en combate hasta el final de la guerra, incluso en su triste papel como kamikaze. Aunque su reinado de terror llegó a su fin, el impacto del Zero en la historia de la aviación perdura. Hoy en día, algunos ejemplares sobreviven en museos de diferentes países, siendo testigos silenciosos de aquellos tiempos turbulentos.
El Mitsubishi A6M Zero, un símbolo indiscutible de la Segunda Guerra Mundial, sigue fascinando a los amantes de la historia y la aviación. Su legado perdurará como recordatorio de una época marcada por la innovación y el conflicto.