Adaptar el F-22 al ecosistema NGAD es técnicamente posible, pero enfrenta límites por su arquitectura cerrada, enlaces de datos incompatibles y software desactualizado.
Actualizar el F-22 permitiría extender su vida operativa hasta 2030
La interoperabilidad del F-22 Raptor con el sistema Next Generation Air Dominance (NGAD) enfrenta obstáculos técnicos considerables, aunque existen opciones para prolongar su utilidad con mejoras específicas. El NGAD, desarrollado como una plataforma de sexta generación, combinará aeronaves tripuladas y no tripuladas, con comunicaciones avanzadas, para operar en escenarios de alta amenaza. La posibilidad de integrar el F-22 en este entorno depende de superar deficiencias en su arquitectura digital y de conectividad, pese a que recientes experimentos con software abierto muestran avances relevantes.
Aunque el F-22 entró en servicio en 2005 con capacidades tecnológicas avanzadas para su tiempo, su diseño original no contempló operar en entornos conectados como el NGAD. Su sistema de software, basado en el Operational Flight Program (OFP) y en ciclos de desarrollo “waterfall”, genera retrasos importantes en sus actualizaciones. Por ejemplo, la versión Increment 3.2A se retrasó un año por fallos de integración. A diferencia de ello, el NGAD utiliza arquitecturas abiertas y métodos ágiles, que permiten incorporar nuevas funciones con mayor rapidez y flexibilidad.
Desde 2021, el F-22 ha sido usado como plataforma de prueba para introducir tecnologías compatibles con el NGAD. La Fuerza Aérea estadounidense instaló procesadores con soporte para Open Mission Systems (OMS) en varias unidades para validar software desarrollado externamente. Estas pruebas se realizaron en bases como Edwards y Nellis, bajo el programa Project FoX (Fighter Optimization Experiment). Este proyecto planteó un modelo tipo “App Store del Pentágono”, que permite desplegar aplicaciones modulares en múltiples plataformas, incluyendo el Raptor, reduciendo costos y tiempos de integración.
Gracias a estos avances, el F-22 logró operar en entornos de sistemas abiertos durante pruebas en 2022, lo cual confirmó su capacidad para recibir tecnología desarrollada por el sector público y privado. Aunque su arquitectura original limita una modernización completa, estos resultados demuestran que una interoperabilidad parcial es viable con adaptaciones selectivas de hardware y software.
Aspectos técnicos clave para compatibilidad del F-22 con el NGAD
- El F-22 opera con IFDL, incompatible con MADL usado por el F-35 y futuras plataformas NGAD.
- Su arquitectura OFP tipo “waterfall” dificulta actualizaciones rápidas y ágiles.
- Project FoX demostró la instalación de software de terceros en el F-22 mediante OMS.
- Actualizar enlaces de datos y aviónica es esencial para conectarse con aeronaves no tripuladas.
- Las CCA requieren que el F-22 procese datos remotos en tiempo real, lo cual exige mejoras de hardware.
Integrar el F-22 con plataformas no tripuladas requiere nuevos enlaces
Incorporar al F-22 en misiones conjuntas con aeronaves no tripuladas como las Collaborative Combat Aircraft (CCA) del NGAD depende de mejorar sus capacidades de comunicación. Aeronaves como el Kratos XQ-58A Valkyrie o el Boeing MQ-28 Ghost Bat fueron concebidas para tareas complementarias, como reconocimiento o ataque, operando bajo control de un caza tripulado. Para funcionar como “Loyal Wingman”, deben conectarse mediante enlaces de datos avanzados que hoy el F-22 no posee.
Actualmente, el F-22 emplea el Intra-Flight Data Link (IFDL), que limita la comunicación a otros Raptors. Esta limitación impide que comparta información en red con otras plataformas, como el F-35, que utiliza el Multifunction Advanced Data Link (MADL). El ecosistema NGAD requerirá enlaces de datos más robustos y con mayor capacidad para manejar grandes volúmenes de datos entre plataformas diversas. Adaptar el F-22 a este nivel de conectividad implicaría añadir hardware nuevo y modificar su aviónica.
En 2023, se realizaron pruebas con el MQ-28 Ghost Bat en la base de Scott, lo que evidenció el interés de la Fuerza Aérea en integrar aeronaves no tripuladas de origen internacional. Este tipo de pruebas sugiere que el F-22 podría participar en misiones junto a CCA si se adapta a nuevos protocolos de comunicación. Sin embargo, tales modificaciones representarían un esfuerzo complejo y costoso.
Para asegurar la conexión entre el F-22 y estas plataformas autónomas, la instalación de nuevos enlaces de datos como el MADL o un protocolo propio del NGAD sería imprescindible. Esto no solo implicaría cambios físicos, sino también actualizar el sistema operativo de misión del Raptor para manejar el intercambio de datos en tiempo real.
Mejorar el procesamiento de datos es clave para la interoperabilidad
Otra limitante importante del F-22 es su capacidad de procesamiento de datos, insuficiente para operar plenamente con el entorno del NGAD, que prevé el uso de inteligencia artificial y fusión avanzada de sensores. Este ecosistema integrará información de diversas fuentes, incluyendo sensores externos a bordo de las CCA, para proporcionar una visión completa del campo de batalla al piloto.
El radar AN/APG-77 y otros sensores del F-22 no están preparados para recibir y procesar en tiempo real los flujos de datos generados por el sistema NGAD. Para aprovechar esta arquitectura conectada, el Raptor requeriría mejoras sustanciales en su sistema de misión, incluyendo algoritmos de inteligencia artificial que permitan el análisis autónomo de grandes volúmenes de información.
Durante 2021, la Fuerza Aérea otorgó contratos a empresas como Kratos y General Atomics para desarrollar UAV con capacidades avanzadas de detección, lo que indica que los cazas tripulados deberán procesar datos generados externamente. En este contexto, el F-22 solo podría integrarse si recibe actualizaciones tanto de software como de hardware que potencien su capacidad de cómputo y conectividad.
Para enfrentar este desafío, se requeriría una modernización del sistema informático del Raptor, permitiéndole operar con datos de múltiples fuentes y en coordinación con plataformas no tripuladas. Este cambio podría incluir la integración de módulos específicos para análisis y decisión en tiempo real.
Contenedores de software podrían acelerar actualizaciones del Raptor
Los avances en métodos de desarrollo han permitido implementar nuevas capacidades en el F-22 mediante el enfoque Raptor Agile Capability Release, que divide las actualizaciones en fases más manejables y frecuentes. Desde 2020, la Fuerza Aérea aplica esta metodología para evitar los retrasos asociados al sistema OFP tradicional.
Además, se está explorando el uso de contenedores de software, una técnica que desacopla el código operativo del resto del sistema, lo que permite instalar nuevas aplicaciones sin alterar la arquitectura central. Este método, común en la industria civil, podría reducir significativamente los tiempos y costos de modernización del F-22.
El bombardero B-21 Raider ya demostró en pruebas terrestres que puede ejecutar contenedores de software, y se espera que esta tecnología se aplique a otros sistemas, incluido el Raptor. Esto facilitaría la incorporación de nuevas funciones sin depender completamente del OFP, mejorando la compatibilidad con las tecnologías del NGAD.
Si estas soluciones se implementan con éxito, el F-22 podría alcanzar una interoperabilidad razonable con el ecosistema del NGAD sin requerir una transformación total. Sin embargo, estas mejoras siguen limitadas por el diseño original de la plataforma.
Inversión, ciclo de vida y ejercicios multidominio condicionan su futuro
El elevado costo de mantenimiento y actualización del F-22 condiciona la viabilidad de integrarlo plenamente en el NGAD. Con un costo unitario de 143 millones de dólares, cualquier modernización implica una inversión significativa. En 2023, la Fuerza Aérea solicitó 2.33 mil millones de dólares para el desarrollo del NGAD, con un presupuesto proyectado de 26 mil millones hasta 2028, mientras que las mejoras al F-22, como las pruebas con OMS, han sido más modestas en comparación.
Incorporar enlaces de datos de nueva generación y hardware adicional elevaría los costos, especialmente si se busca actualizar toda la flota de 183 unidades. Aunque el retiro del F-22 está previsto para 2030, el Congreso bloqueó en 2024 los planes para desmantelar las unidades más antiguas, lo que abre la posibilidad de mantener operativo el sistema por más tiempo.
Durante ejercicios realizados en 2021, el F-22 participó en pruebas de integración con el Advanced Battle Management System (ABMS), una red que conecta múltiples plataformas en operaciones conjuntas. Aunque los resultados fueron limitados por la falta de compatibilidad del IFDL, demostraron la intención de incluir al F-22 en entornos de combate multidominio.
Para operar en escenarios con alta interferencia electrónica, como los proyectados contra potencias como China y Rusia, el F-22 necesitaría sistemas de comunicación que no dependan del GPS y sean resistentes a bloqueos. Estas tecnologías aún no están integradas en el caza, lo que representa un obstáculo adicional para su interoperabilidad plena con el NGAD.