El caza Lockheed-Martin F-35 Lightning II está ampliamente considerado como la principal plataforma de quinta generación del mundo. Las capacidades de primera línea de este fuselaje polivalente, incluyendo su geolocalización, rango de detección e identificación de amenazas, equipan al avión para actuar como la columna vertebral de la estrategia de defensa aérea de Estados Unidos.
Esta plataforma realmente sorprendente fue diseñada para cumplir funciones específicas relacionadas con la misión, como las operaciones en portaaviones, el despegue y el aterrizaje convencionales, y el despegue corto y el aterrizaje vertical. El programa Joint Strike Fighter se diseñó para sustituir a la mayoría de los cazas estadounidenses por múltiples variantes de un diseño singular, y el Cuerpo de Marines, el Ejército y las Fuerzas Aéreas lucen fuselajes individualizados. Las Fuerzas Aéreas de EE.UU. operan el modelo F-35A, que funciona como una variante de despegue y aterrizaje convencional (CTOL).
La historia del F-35 Joint Strike Fighter
El desarrollo del F-35 Lightning II comenzó a mediados de la década de 1990, cuando Boeing y Lockheed Martin compitieron para adquirir el contrato del Departamento de Defensa para producir la nueva plataforma de quinta generación. El Ejército del Aire, la Armada y el Cuerpo de Marines necesitaban sustituir sus flotas de F-16 Fighting Falcons, F/A-18 Hornets, A-10 Warthogs y plataformas AV-8B Harriet. El objetivo del programa Joint Strike Fighter era crear un caza superformidable que pudiera superar a todas las plataformas cercanas durante décadas.
El diseño del X-35 de Lockheed Martin surgió simultáneamente al X-32 de Boeing. Finalmente, se adjudicó el contrato al X-35 porque se consideró que su diseño era menos arriesgado. A medida que la Guerra Fría se desvanecía, también lo hacían los envejecidos fuselajes estadounidenses. Lockheed Martin propuso desarrollar una plataforma única para satisfacer las necesidades de las tres ramas. El gigante de la defensa diseñó un F-35A de despegue y aterrizaje convencional para las pistas más largas del Ejército del Aire, el F-35B para el Cuerpo de Marines y el F-35C para las operaciones de lanzamiento desde portaaviones de la Armada.
La composición superior del F-35
Diseñado para funcionar como la mejor plataforma de superioridad aérea del mundo, el F-35 es quizás el avión más sigiloso que se puede utilizar hoy en día. Según Popular Mechanics, el caza utiliza un “único motor F135 que produce 40.000 libras de empuje con el postcombustión activado, capaz de empujar al elegante pero robusto caza a velocidades tan altas como Mach 1,6”. El avión puede llevar cuatro armas internamente cuando vuela en espacio aéreo disputado o puede equiparse con seis armas adicionales montadas en puntos duros externos cuando vuela en entornos de bajo riesgo. El F-35A también viene equipado con un cañón rotativo interno de 4 cañones de 25 mm oculto tras una pequeña puerta para minimizar los retornos de radar”.
Uno de los atributos más vanguardistas del F-35 es la capacidad del fuselaje de pasar del “modo sigiloso” al “modo bestia”. En modo sigiloso, el F-35 lleva una cantidad menor de armamento. La prioridad en este caso es ayudar al caza a evadir la detección. En modo bestia, el avión puede llevar casi cuatro veces más munición. Brent Eastwood también señala que “el F-35 tiene ahora capacidad nuclear y está equipado con una gama completa de municiones convencionales y guiadas de precisión, desde Sidewinders y AMRAAM hasta JDAM y bombas de pequeño diámetro”.
¿Qué hace diferente al F-35A?
El F-35A de Lockheed Martin está sustituyendo poco a poco la flota de F-16 Fighting Falcons y A-10 Thunderbolt II de las Fuerzas Aéreas estadounidenses. Estos aviones habían sido el pilar del arsenal de aviones de combate de la rama durante décadas. Las Fuerzas Aéreas de EE.UU. vieron salir de la línea de producción su primer avión de pruebas F-35A en 2006. Las capacidades CTOL de esta variante permiten a la Fuerza Aérea y a los aliados de Estados Unidos proyectar la supremacía aérea en todo momento. Las Fuerzas Aéreas afirman que el avanzado paquete de sensores de la plataforma, que integra y distribuye más información que cualquier otro avión de la historia, da a su tripulación ventaja sobre los aviones enemigos.
Aunque el F-35C comparte la mayoría de las características con las variantes F-35B y F-35C, existen algunas diferencias. El F-35A, por ejemplo, no cuenta con el sistema CV/CATOBAR (Despegue Asistido por Catapulta con Recuperación Detenida) basado en el portaaviones que posee su variante F-35C de la Armada. El F-35A tampoco tiene las capacidades de despegue corto y aterrizaje vertical que tiene el F-35B.
Estas pequeñas diferencias en la plataforma no hacen necesariamente que una variante sea mejor que las otras, sino que cada una de ellas es más adecuada para las misiones que realizan al servicio de la Fuerza Aérea, la Marina y el Cuerpo de Marines.