El LNA exhibió lanzacohetes BM-30 Smerch de Rusia en un desfile militar, fortaleciendo su capacidad de artillería de largo alcance.
Rusia refuerza al LNA con sistemas BM-30 Smerch en Libia
El Ejército Nacional Libio (LNA), liderado por el mariscal Jalifa Haftar, presentó los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple BM-30 Smerch de 300 mm, suministrados por Rusia, durante un desfile militar en Bengasi el 26 de mayo de 2025. La exhibición, realizada con motivo del undécimo aniversario de la Operación Al-Karama, una campaña iniciada en 2014 contra facciones islamistas en el este de Libia, incluyó vehículos blindados, sistemas de Defensa, aérea como el Pantsir-S1 y unidades de artillería de origen ruso, muchos de los cuales no se habían mostrado públicamente antes. La aparición de los Smerch señala un fortalecimiento significativo de las capacidades de artillería del LNA, en un contexto de creciente presencia militar rusa en el país.
El BM-30 Smerch, desarrollado por la Unión Soviética en la década de 1980, es un sistema de cohetes de lanzamiento múltiple montado en un chasis de camión MAZ-543M 8×8. Puede disparar doce cohetes en 38 segundos, con un alcance máximo de 90 kilómetros, dependiendo de la ojiva. Los cohetes, de 800 kg, pueden llevar municiones de fragmentación altamente explosivas, termobáricas, submuniciones antitanque o ojivas de racimo antipersonal. El sistema incluye vehículos de comando y reabastecimiento, y utiliza navegación por satélite y sistemas automatizados de puntería para mejorar la precisión y reducir el tiempo de respuesta. Su diseño permite atacar grandes áreas, como concentraciones de tropas, baterías de artillería o puestos de mando, desde una distancia segura.
Durante el desfile en Bengasi, el LNA mostró los Smerch junto a otros equipos rusos, como tanques T-72 y T-62 con rejillas protectoras y sistemas de Defensa, aérea Pantsir. Según publicaciones en X, los Smerch podrían haber sido transferidos directamente por Rusia o a través de los Emiratos Árabes Unidos, que adquirieron estos sistemas en 1999. La exhibición pública de este armamento refleja la intención del LNA de proyectar poder y disuadir a sus adversarios, particularmente al Gobierno de Unidad Nacional con sede en Trípoli, respaldado por Turquía. La presencia de los Smerch sugiere que el LNA busca mejorar su capacidad para realizar ataques de largo alcance, evitando enfrentamientos directos y apuntando a infraestructuras o líneas de suministro enemigas.
El BM-30 Smerch proporciona al LNA una ventaja táctica sobre sus sistemas BM-21 Grad de 122 mm, que tienen un alcance limitado de 20 a 40 kilómetros. La capacidad de los Smerch para saturar áreas extensas con municiones pesadas permite al LNA interrumpir formaciones enemigas antes del contacto directo, lo que resulta crítico en un país con vastas áreas desérticas y dispersión de fuerzas. Además, la flexibilidad de sus ojivas permite adaptar los ataques a diferentes objetivos, desde concentraciones de tropas hasta instalaciones fortificadas. La integración de este sistema indica un cambio estratégico hacia operaciones que priorizan el fuego indirecto de largo alcance, lo que obliga a las fuerzas opositoras a ajustar sus despliegues para contrarrestar esta nueva amenaza.
Datos clave sobre el BM-30 Smerch en Libia
- Origen: Desarrollado por la Unión Soviética, suministrado por Rusia o vía Emiratos Árabes Unidos.
- Capacidad: 12 cohetes de 300 mm, alcance de hasta 90 km, disparo en 38 segundos.
- Municiones: Fragmentación, termobáricas, antitanque, antipersonal.
- Chasis: Camión MAZ-543M 8×8, con sistemas de navegación por satélite.
- Uso táctico: Neutraliza grandes áreas, ideal contra tropas, artillería y suministros.
- Contexto libio: Exhibido en Bengasi el 26 de mayo de 2025, fortalece al LNA.
Expansión de la presencia militar rusa en Libia
La entrega de los BM-30 Smerch se inscribe en una expansión más amplia de la presencia militar de Rusia en Libia, que se ha intensificado tras la caída del régimen de Bashar al-Assad en Siria en diciembre de 2024. Rusia ha redesplegado activos militares desde Siria hacia Libia, incluyendo sistemas avanzados de Defensa, aérea como el S-300 y el S-400, así como aviones de combate MiG-29 y Su-24, operados por mercenarios rusos. Estas transferencias se han facilitado a través de bases aéreas mejoradas, como al-Khadim, al-Jufra y Brak al-Shatti, que ahora funcionan como centros logísticos para las operaciones rusas en África. El Cuerpo de África, una fuerza controlada por el Ministerio de Defensa, ruso que reemplazó al Grupo Wagner, cuenta con más de 2.000 efectivos en el país, consolidando la influencia de Moscú.
Además, Rusia está negociando el acceso a una base naval en Tobruk, lo que le permitiría establecer un punto de apoyo en el Mediterráneo, cerca de los territorios de la OTAN. Esta estrategia busca proyectar poder en África y contrarrestar la influencia de potencias occidentales y de Turquía, que apoya al Gobierno de Unidad Nacional en Trípoli. La alianza entre Haftar y Rusia se ha fortalecido desde 2019, cuando Moscú comenzó a proporcionar apoyo militar directo al LNA durante su ofensiva contra Trípoli. La entrega de equipos avanzados, como los Smerch, refuerza la capacidad del LNA para mantener el control sobre el este y el sur de Libia, mientras Rusia utiliza al LNA como un socio clave para avanzar en sus objetivos geopolíticos.
El despliegue de los Smerch también tiene implicaciones para la dinámica de la guerra en Libia. El LNA controla grandes áreas del este y el sur, pero enfrenta oposición de milicias respaldadas por Turquía y el Gobierno de Unidad Nacional. La capacidad de los Smerch para atacar objetivos a 90 kilómetros de distancia complica los movimientos de las fuerzas opositoras, que ahora deben proteger sus líneas de suministro y evitar concentraciones de tropas vulnerables. Sin embargo, el uso de ojivas de racimo, incluidas en el arsenal del Smerch, plantea preocupaciones sobre el impacto en civiles, especialmente en áreas densamente pobladas. La exhibición de estos sistemas en Bengasi puede interpretarse como una advertencia a los adversarios del LNA, en un momento en que las negociaciones políticas para unificar Libia siguen estancadas.
La transferencia de los BM-30 Smerch no es un hecho aislado, sino parte de un patrón de apoyo militar ruso al LNA. Desde 2020, Rusia ha proporcionado al LNA sistemas de Defensa, aérea, drones y vehículos blindados, a menudo a través de intermediarios como los Emiratos Árabes Unidos y Egipto. La modernización de las capacidades del LNA refleja la importancia de Libia en la estrategia rusa, que combina intereses económicos, como el acceso a los recursos petroleros, con objetivos militares, como el establecimiento de bases en el Mediterráneo. A medida que Rusia fortalece su presencia, el equilibrio de poder en Libia se inclina hacia el LNA, lo que podría intensificar las tensiones con Trípoli y sus aliados internacionales.
Impacto estratégico de los BM-30 Smerch en la guerra libio
La incorporación de los BM-30 Smerch al arsenal del LNA representa un cambio significativo en las capacidades de artillería de Haftar. A diferencia de los sistemas Grad, que son más adecuados para combates a corta y media distancia, los Smerch permiten al LNA realizar ataques profundos contra objetivos estratégicos, como aeródromos, depósitos de combustible o centros de mando. Esta capacidad es particularmente relevante en el contexto de Libia, donde las fuerzas están dispersas y las líneas de suministro son vulnerables. La presencia de los Smerch podría disuadir avances de las milicias de Trípoli hacia el este, al tiempo que permite al LNA proyectar poder hacia el oeste y el sur.
El apoyo de Rusia al LNA también tiene implicaciones regionales. La entrega de sistemas avanzados como los Smerch, S-300 y S-400 posiciona a Libia como un nodo central en la red de influencia rusa en África y el Mediterráneo. La posible base naval en Tobruk reforzaría la capacidad de Rusia para desafiar a la OTAN en el flanco sur, mientras que el Cuerpo de África permite a Moscú proyectar poder en países vecinos, como Sudán y la República Centroafricana. Sin embargo, esta creciente presencia rusa podría provocar una escalada en el apoyo de Turquía y las potencias occidentales al Gobierno de Unidad Nacional, prolongando la guerra en Libia.
En el ámbito táctico, los Smerch requieren una infraestructura de apoyo significativa, incluyendo equipos de reconocimiento, vehículos de reabastecimiento y personal capacitado. La presencia de mercenarios rusos y asesores del Cuerpo de África sugiere que Rusia está proporcionando no solo el hardware, sino también el entrenamiento necesario para operar estos sistemas. La integración de los Smerch en las operaciones del LNA dependerá de la capacidad de Haftar para coordinar el fuego de artillería con otros elementos, como drones y aviones de combate. La experiencia rusa en conflictos como Ucrania y Siria, donde los Smerch se han utilizado ampliamente, probablemente influya en las tácticas del LNA.
A medida que el LNA fortalece su arsenal con los BM-30 Smerch, la guerra en Libia entra en una nueva fase, caracterizada por un aumento en la letalidad y el alcance de las operaciones militares. La exhibición de estos sistemas en Bengasi no solo consolida la alianza entre Haftar y Rusia, sino que también envía un mensaje claro a los adversarios del LNA: el este de Libia está preparado para defender su territorio con una potencia de fuego sin precedentes. A medida que Rusia continúa expandiendo su influencia, Libia se consolida como un escenario clave en la competencia geopolítica global.