El MiG-21, un caza ágil, pero antiguo, contrasta con el moderno y versátil F-16, destacando en aviónica y maniobrabilidad.
El primer contingente de siete aviadores de las Fuerzas Aéreas Rumanas ha culminado exitosamente su instrucción en el Centro Internacional de Entrenamiento de la 86ª Base Aérea, marcando un hito significativo en su carrera al efectuar la transición hacia el manejo de los cazas F-16. Este logro es notable, especialmente considerando que previamente, estos aviadores operaban el MiG-21 LanceR, aeronave que fue oficialmente retirada del servicio activo por la Fuerza Aérea Rumana en mayo de 2023.
Con el ánimo de indagar en sus impresiones acerca del cambio al F-16, extendimos la invitación a estos aviadores para que compartieran sus percepciones. Las respuestas obtenidas, según informan fuentes locales, son reveladoramente perspicaces.
Adentrándonos en el tema, una estación de televisión rumana transmitió recientemente una entrevista con un aviador, conocido bajo el seudónimo de “Red”, quien había experimentado la transición al F-16. Al ser consultado sobre las diferencias notables entre ambas aeronaves, Red enfatizó que, en cuanto a aviónica, las disparidades eran mínimas, resaltando, en cambio, las diferencias en las características aerodinámicas de cada avión.
“El cambio al F-16 resultó ser relativamente fluido en términos de aviónica. El F-16 se destaca por su versatilidad y eficiencia, integrando múltiples sistemas avanzados. Sin embargo, lo que verdaderamente nos impactó fue la dinámica de potencia y las propiedades aeromecánicas del avión”, expresó el aviador rumano “Red”.
Percepción de los pilotos de la transición al F-16
Puede parecer paradójico señalar que la brecha en aviónica entre el F-16 y el MiG-21 no es tan pronunciada. Sin embargo, es crucial entender que nos referimos al MiG-21 Lancer rumano, que fue modernizado en colaboración con Elbit Systems de Israel, lo cual mejoró significativamente su equipamiento a bordo.
Esta modernización incluyó la instalación de radares EL/M-2032, en sustitución de versiones previas menos avanzadas, permitiendo un alcance de detección de entre 75 a 150 kilómetros [según distintas fuentes] y la capacidad de diferenciar objetivos a pesar de las interferencias terrestres. Por ende, desde la perspectiva de los aviadores rumanos, la diferencia en la electrónica de vuelo entre los F-16 y los MiG-21 LanceR podría considerarse menor.
No obstante, es importante señalar que, a pesar de las actualizaciones de vanguardia en los MiG-21 rumanos, estos no lograron interceptar con éxito los misiles “Caliber” sobre el espacio aéreo rumano en febrero de 2023. Finalmente, a pesar de la modernización con tecnología israelí, los desafíos relacionados con el desgaste físico de los antiguos MiG-21 rumanos prevalecieron, llevando a su descomisionamiento en mayo pasado.
Del primer MiG-21 a la era moderna: Rumanía renueva su Fuerza Aérea
Desde la incorporación de su primer MiG-21F-13 en 1962, las Fuerzas Aéreas de Rumanía marcaron el inicio de una notable evolución aeronáutica. Este modelo fue el precursor de una línea de cazas que se ampliaría para incluir variantes como el MiG-21PF (conocido informalmente como MiG-21RFM), el MiG-21PFM (o MiG-21RFMM), así como el MiG-21M y el MiG-21MF. En una demostración de poder aéreo, el inventario de MiG-21 sobrepasó las 400 unidades, culminando con la última adquisición en 1982, según registros de la ROAF.
El proceso de modernización de los MiG-21 comenzó en 1992, con el objetivo de alcanzar una integración efectiva en la OTAN y elevar las capacidades operativas de la fuerza para responder a los desafíos del combate aéreo moderno.
En un paso hacia la modernización de su arsenal aéreo, Rumanía adquirió 32 F-16 Fighting Falcons de Noruega por 388 millones de euros, un movimiento estratégico hacia la eventual integración del F-35. Actualmente, Rumanía cuenta con un escuadrón de 17 F-16, adquiridos previamente de Portugal. De los 32 adicionales provenientes de Noruega, tres ya han sido recibidos y están en proceso de adaptación a las condiciones aéreas de Rumanía.
Evolución Aeronáutica: Del legado del MiG-21 a la vanguardia con los F-16
El MiG-21, nacido en la Oficina de Diseño Mikoyan-Gurevich de la Unión Soviética, es un icónico caza supersónico y avión interceptor, distinguido por ser uno de los jets más producidos en la historia de la aviación, con más de 11.000 unidades desde su introducción en 1959. Su presencia global en más de 50 fuerzas aéreas subraya su reconocida simplicidad, durabilidad y rendimiento excepcional.
A pesar de sus años, el MiG-21 sigue impresionando con sus especificaciones: una longitud de 15,76 metros, envergadura de 7,15 metros y altura de 4,125 metros. Su peso al despegar es de aproximadamente 9.400 kg. Capaz de alcanzar velocidades de hasta Mach 2,05 en altitudes elevadas, y con tanques externos, su alcance se extiende hasta 1.210 km, mientras que su techo de servicio llega a los 19.000 metros.
Propulsado por un motor turborreactor Tumansky R25-300 de postcombustión, el MiG-21 genera un empuje de 40,21 kN [9.040 lbf] en modo seco y 69,62 kN [15.650 lbf] con postcombustión, facilitando su destacada velocidad y capacidad de ascenso. Este diseño le permite alcanzar su altitud operativa máxima en solo minutos.
Armado con un cañón GSh-23L de 23 mm y capacidad para 200 rondas, cuenta con cuatro puntos de anclaje bajo sus alas, capaces de llevar hasta 2.000 kg de armamento, incluyendo misiles aire-aire y aire-tierra, bombas y pods de cohetes. Algunas variantes del MiG-21 están incluso capacitadas para portar armamento nuclear.