El secretario de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, Frank Kendall, ha participado recientemente en un vuelo experimental a bordo del X-62A VISTA en la Base de la Fuerza Aérea Edwards, destacando avances cruciales en el desarrollo de tecnologías de aeronaves autónomas.
El X-62A, una versión modificada del F-16 Fighting Falcon, integra inteligencia artificial y técnicas de aprendizaje automático del programa Air Combat Evolution (ACE) de DARPA.
Durante el vuelo, el aparato ejecutó de manera autónoma diversas maniobras tácticas sin necesidad de intervención humana, aunque un piloto estaba presente por motivos de seguridad.
Integración de tecnología avanzada en la Fuerza Aérea
El propio Frank Kendall, a pesar de ser el oficial civil más alto en rango de la Fuerza Aérea y con considerable experiencia en vuelos, admitió que raramente se ha encontrado al mando de un jet de combate y nunca en condiciones como las que experimentó en California.
El vuelo de prueba proporcionó a Kendall una perspectiva directa del progreso realizado hacia la consecución de una aeronave completamente autónoma. Según fuentes de la Fuerza Aérea, el X-62A incorpora un conjunto avanzado de inteligencia artificial y aprendizaje automático desarrollado en conjunto con DARPA a través del programa ACE.
En palabras de Kendall, “la posibilidad de combatir de manera autónoma en el aire ha sido conceptualizada durante décadas, pero solo ahora se ha convertido en una realidad palpable”. En 2023, el X-62A superó uno de los retos más significativos en la historia de la aviación de combate, marcando un hito transformador, gracias al excepcional desempeño del equipo de ACE.
Durante el vuelo, el X-62A demostró su capacidad autónoma realizando una serie de maniobras tácticas en respuesta a amenazas simuladas. Aunque un piloto humano se mantuvo en el asiento trasero listo para intervenir si era necesario, la Fuerza Aérea confirmó que no fue preciso interactuar con los controles en ningún momento.
Avances en IA: Impulsando la próxima generación de combate aéreo
El X-62A VISTA (Variable In-flight Simulation Test Aircraft), una versión altamente modificada del F-16 Fighting Falcon, destaca en el cielo con su llamativa pintura naranja y blanca, haciéndolo un espectáculo inconfundible.
Según The Associated Press, la integración de la inteligencia artificial en los aviones militares representa uno de los mayores saltos en la aviación militar desde la introducción de la tecnología de sigilo en los años noventa. Aunque todavía en desarrollo, similar a los vehículos autónomos, la Fuerza Aérea de EE. UU. proyecta grandes ambiciones con el pedido de más de 1,000 aeronaves no tripuladas equipadas con IA.
Este progreso fue evidenciado por el vuelo de Kendall, que ocurrió poco después de que la Fuerza Aérea anunciara el éxito de un F-16 Fighting Falcon operando autónomamente en combates aéreos simulados contra aeronaves tripuladas. Según Alex Hollings, estas pruebas subrayaron los avances significativos en la capacidad de la IA para gestionar maniobras aéreas complejas y el combate aéreo en sí.
La iniciativa ACE tiene el potencial de revolucionar el programa de Dominio Aéreo de Próxima Generación de la Fuerza Aérea, el cual aspira a desarrollar un “sistema de sistemas”. Este sistema incluiría un caza tripulado de sexta generación apoyado por plataformas autónomas. Los pilotos de combate mantendrían el control sobre las decisiones críticas, como la formulación de estrategias de enfrentamiento, la selección y priorización de objetivos, y la elección de las armas más adecuadas. Sin embargo, las tareas más rutinarias, como la ejecución de maniobras y tácticas específicas, podrían ser delegadas a los sistemas autónomos.
“La IA realmente toma la tecnología más avanzada disponible, la integra y la aplica a problemas que anteriormente requerían decisiones humanas”, explicó Kendall. “Es la automatización de estas decisiones lo que aporta especificidad y eficiencia al campo de batalla aéreo”.