Como el Pentágono, por ahora, ha paralizado la aceptación de más cazas furtivos F-35 Lighting II tras el descubrimiento de una pieza de fabricación china en su motor, han vuelto a surgir debates sobre la eficacia del avión frente a su equivalente el Su-57 ruso.
Mientras que los expertos estadounidenses y rusos avalan sus aviones de guerra, los expertos han ensalzado las virtudes del Su-57.
Los informes afirmaban que una aleación de la “turbomáquina” del motor del F-35, fabricada por Honeywell, procedía de China. Las autoridades de defensa han aclarado que la pieza no transmite información, mientras que se estaban organizando alternativas, ya que la aceptación de nuevas entregas del avión se ha pausado.
Su-57 Vs. F-35 – ¿Quién gana?
Es cierto que el Su-57 es un avión competente con características de observabilidad poco profundas, motores potentes, mayor carga útil y una maniobrabilidad aún más loca. La característica que define al avión de la Quinta Generación de “ala y cuerpo fusionados” es el conjunto de radares repartidos por toda la aeronave, lo que le permite prácticamente “mirar” en todas las direcciones posibles.
En noviembre de 2018, el diseñador jefe y director de la Oficina de Diseño de Sukhoi, Mikhail Strelets, afirmó que el Su-57 podía realizar completamente tareas aire-aire y aire-tierra, a diferencia del F-22 y el F-35, que fueron diseñados para un papel particular.
El F-22 fue incapaz de transportar municiones aire-tierra más grandes en sus bahías internas después de que los estadounidenses se dieran cuenta de las limitaciones impuestas por un caza puramente de superioridad y dominio aéreo.
Strelets señaló entonces la coincidencia de que la suma de 22 y 35 es 57, sosteniendo que “no eligieron específicamente” la designación numérica para su jet.
Luego, en enero de 2021, el renombrado piloto de pruebas Magomed Tolboyev afirmó que el Su-57 podría vencer fácilmente al F-35 en un combate aéreo, debido a su extrema “supermaniobrabilidad”, de la que el F-35 es “simplemente incapaz”.
Pero Tolboyev admitió que el F-35 posee el “poderío electrónico”. Afirmó que la guerra electrónica podría verse alterada por factores como las erupciones solares y que la era de los “combates de perros” es algo pasado de moda.
Es posible que Tolboyev se refiriera a las capacidades de computación masiva, fusión de sensores, procesamiento de datos de sensores y enlace de datos del F-35, además del aspecto completo del “sigilo puro”.
En una interacción anterior con EurAsian Times, Billie Flynn, piloto de pruebas del F-35, lo describió como una “nave espacial de recopilación de datos con 8,6 millones de líneas de código de software”.
La doctrina tecno-militar estadounidense, en general, y Flynn en particular, consideran que es el mayor cambio de juego que permite al piloto individual tomar la decisión táctica más informada, principalmente mientras opera con otros F-35 aliados.
“Es la capacidad de engranar todos los datos y sensores para dar al piloto una visualización simplificada y priorizada del conocimiento del espacio de batalla. No se trata de datos o información, sino de conocimiento de lo que hay en el espacio de batalla”, dijo Flynn.
El énfasis en el término implica una imagen distinta y discernible del campo de batalla que no tienen que sentarse a analizar.
Su completo sigilo, combinado con un potente radar, sensores y mortíferas capacidades EW, también le permitiría romper el juego del gato y el ratón de “desgaste”. “El F-35 puede detectar primero al enemigo, disparar primero, dar la vuelta y alejarse a toda velocidad”, explica Flynn.
Flynn añade que la guerra de Ucrania fue diseñada precisamente para el entorno para el que se diseñó el F-35.
Según un experto en aviación de la IAF que no quiso ser citado, el Su-57 tiene seis radares repartidos por todo su fuselaje, en lugar del Sistema de Apertura Distribuida (DAS) que luce el F-35.
Este sistema fue pionero en los cazas Su-35 Flanker E Gen. 4++ que entraron en servicio en 2014, donde el morro del avión llevaba el radar de escaneo electrónico-mecánico Irbis-E.
Pero los dos sensores de radar de banda L N036B-1-0-1 Active Electronically Scanned Array (AESA) en los bordes de ataque de las alas mejoran la capacidad de detección de largo alcance del Su-35.
Adoptados en el Su-57, los seis radares distribuidos por su fuselaje le permiten rastrear 60 objetivos simultáneamente desde su parte trasera y sus laterales y operar en diferentes longitudes de onda para detectar aviones furtivos.
También lleva el misil K-77M de 200 kilómetros de alcance más allá del alcance visual (BVR), uno de los pocos del mundo que lleva un buscador AESA.
Las señales que reciben sus transceptores se procesan digitalmente, lo que permite al K-77M responder inmediatamente a los objetivos de maniobra afilados y rápidos y mantener una alta “probabilidad de impacto”. Sea cual sea el avión que gane, una mera victoria táctica en el aire no significará nada sin un completo éxito político y estratégico.