Pilotos de F-15 y F-16 dirigieron drones XQ-58A Valkyrie en un ejercicio de combate aéreo simulado, lo que representa un avance en la integración de sistemas no tripulados.
Prueba de combate aéreo con drones XQ-58A Valkyrie
En un ejercicio realizado en la Base Aérea de Eglin, Florida, pilotos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos operaron aviones F-15E Strike Eagle y F-16C Fighting Falcon para ejercer control sobre dos drones XQ-58A Valkyrie en un escenario de combate aéreo simulado. La prueba, realizada bajo la supervisión del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea, mostró la capacidad de los pilotos para dirigir plataformas no tripuladas en misiones complejas. Los drones, desarrollados por Kratos Defense & Security Solutions, ejecutaron maniobras autónomas mientras mantenían comunicación con los aviones tripulados.
Los drones XQ-58A Valkyrie, diseñados como parte del programa Low Cost Attritable Aircraft Technology (LCAAT), son plataformas stealth de alta velocidad subsónica con un alcance estimado de 3,000 millas (4,828 kilómetros). Equipados con un motor turbojet de aproximadamente 2,000 libras de empuje, alcanzan una velocidad de crucero de Mach 0.72 y una velocidad máxima cercana a Mach 0.85. Su diseño incluye un fuselaje trapezoidal con bordes inclinados, cola en V y una toma de aire en forma de S. Durante la prueba, los drones actuaron como unidades subordinadas, cumplieron tareas asignadas por los pilotos, como reconocimiento y apoyo táctico, sin intervención directa en cada maniobra.
El ejercicio se realizó en el extenso rango de pruebas de Eglin, que abarca cerca de 100,000 millas náuticas cuadradas sobre el Golfo de México. La 40th Flight Test Squadron, parte del 96th Test Wing, coordinó las operaciones, con apoyo de múltiples unidades, incluyendo el 96th Cyberspace Test Group y la Oficina del Subsecretario de Defensa para Investigación e Ingeniería. Los drones mostraron interoperabilidad con los aviones tripulados, mediante el uso de sistemas de comunicación avanzados que permitieron coordinar acciones en tiempo real. Esta prueba confirmó la capacidad de los XQ-58A para operar de manera coordinada con aeronaves tripuladas, ampliando el alcance y las capacidades sin comprometer la seguridad de los pilotos.
El XQ-58A Valkyrie, con un costo aproximado de 5.$5 millones por unidad, incluyendo equipos de prueba y lanzamiento, representa una opción de menor costo frente a plataformas tripuladas como el F-35, cuyo costo supera los $100 millones. Kratos proyecta una reducción de precio hasta $2 millones por unidad. Su diseño permite el uso en misiones de alto riesgo, en las que la pérdida de una unidad no implica consecuencias económicas críticas. La plataforma puede operar sin requerir pistas, lo que posibilita su despliegue desde ubicaciones remotas, una ventaja operativa en zonas donde las bases aéreas tradicionales son vulnerables.
Integración de drones autónomos en combate
La prueba de julio de 2025 forma parte de una serie de experimentos iniciados con el primer vuelo del XQ-58A el 5 de marzo de 2019 en el Yuma Proving Ground, Arizona. Desde entonces, el dron ha realizado múltiples vuelos de prueba, entre ellos una demostración en marzo de 2021, cuando abrió las puertas de su bahía de armas interna y lanzó un sistema aéreo no tripulado ALTIUS-600 de 27 libras. Este evento comprobó que el Valkyrie puede transportar y desplegar cargas útiles adicionales. En diciembre de 2020, el dron participó en un ejercicio en el que actuó como interfaz de datos entre un F-22 Raptor y un F-35, lo que resolvió problemas de interoperabilidad entre plataformas de quinta generación.
En agosto de 2023, un XQ-58A voló en formación con un F-15E Strike Eagle de la 40th Flight Test Squadron. Ese mismo año, el Cuerpo de Marines de EE. UU. adquirió dos XQ-58A para pruebas bajo el programa Penetrating Affordable Autonomous Collaborative Killer – Portfolio (PAACK-P), y realizó su primer vuelo en octubre de 2023. La Marina de EE. UU. también ordenó dos unidades en enero de 2023 para experimentos similares. En septiembre de 2024, los Marines probaron el sistema de comunicación Link-16 en un XQ-58A, y lograron su control mediante un sistema de comunicación externo por primera vez, como parte de la preparación para el ejercicio Emerald Flag 2024.
Datos clave del XQ-58A Valkyrie para la guerra moderna
- Alcance: Aproximadamente 3,000 millas (4,828 km), adecuado para misiones de largo alcance.
- Velocidad: Crucero a Mach 0.72, máxima cercana a Mach 0.85.
- Costo: 5.$5 millones por unidad, con planes de reducir a 2 millones.
- Capacidad de carga: Hasta cuatro GBU-39 Small Diameter Bombs en variantes sin tren de aterrizaje.
- Independencia de pista: Posibilita despliegues desde ubicaciones remotas o improvisadas.
- Variantes: Incluye el MQ-58B, adaptado para operaciones de guerra electrónica y supresión de defensas antiaéreas enemigas.
El Emerald Flag 2024, efectuado en octubre de 2024, representó otro paso técnico al incorporar el XQ-58A en un ejercicio multidominio con participación conjunta de varias ramas militares. En esta actividad, el dron funcionó en conjunto con aeronaves tripuladas como el F-35B del Cuerpo de Marines. La prueba mostró la capacidad del Valkyrie para operar en entornos complejos y cumplir tareas como guerra electrónica, reconocimiento y ataques cinéticos. En esta ocasión intervinieron la 96th Test Wing, el Naval Air Systems Command y el Marine Corps Warfighting Laboratory.
Evolución de los drones Valkyrie en la Fuerza Aérea
El XQ-58A integra el programa Collaborative Combat Aircraft (CCA), orientado a desarrollar drones con capacidad para ejecutar misiones aire-aire y aire-tierra junto a aviones tripulados. En julio de 2023, el dron completó un vuelo de tres horas bajo control de inteligencia artificial, después de haber pasado por millones de horas de entrenamiento en simuladores de alta fidelidad. Este vuelo, realizado en el Eglin Test and Training Complex, confirmó la funcionalidad de algoritmos de autonomía desarrollados por el Skyborg Vanguard, una iniciativa conjunta del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea y el Air Force Life Cycle Management Center. La prueba confirmó que el Valkyrie puede ejecutar funciones de combate aire-aire y aire-superficie compatibles con los objetivos del programa CCA.
En abril de 2024, Kratos anunció un ensayo del XQ-58A con equipos de guerra electrónica y presentó el desarrollo del MQ-58B, una variante destinada a la supresión de defensas antiaéreas enemigas. Actualmente, hay al menos cinco variantes del XQ-58 en fase de desarrollo, incluyendo una con tren de aterrizaje integrado, mostrada en un render en abril de 2025. Esta versión permite operar desde pistas convencionales, lo que incrementa la frecuencia de las salidas, aunque reduce la capacidad de carga de cuatro a dos GBU-39 Small Diameter Bombs. Otra variante incorpora un sistema de lanzamiento por rieles con cohetes, y una tercera utiliza un carrito de lanzamiento y aterrizaje por paracaídas.
El XQ-58A se originó como demostrador de tecnología en el marco del programa Low Cost Attritable Strike Demonstrator (LCASD). El primer contrato, adjudicado a Kratos en 2016, condujo al desarrollo de un prototipo en solo dos años y medio. Desde entonces, el dron ha sido empleado en pruebas con el F-22, el F-35 y el KC-46A Pegasus. En julio de 2020, Kratos, junto con Boeing, Northrop Grumman y General Atomics, recibió contratos para participar en el programa Skyborg, orientado a desarrollar un dron asequible para operar junto a cazas tripulados. Northrop Grumman quedó fuera del programa en diciembre de 2020, y las pruebas de vuelo de los competidores restantes concluyeron en julio de 2021.
La Fuerza Aérea proyecta nuevas pruebas para incrementar la autonomía y la interoperabilidad del XQ-58A, con la finalidad de integrarlo en formaciones de combate junto a cazas de sexta generación como el NGAD y el F-35A. Se estima que un sistema basado en inteligencia artificial plenamente funcional podría estar disponible en un plazo de cinco a diez años. El diseño modular del Valkyrie, sumado a su bajo costo y flexibilidad operativa, permite su uso en funciones como reconocimiento, guerra electrónica y apoyo en ataques con armamento convencional.