El 9 de julio de 2025, Sébastien Lecornu, ministro de Defensa, de Francia, anunció que se reactivará la producción del misil de crucero SCALP, luego de quince años sin adquisiciones por parte del país. La declaración se difundió a través de su cuenta oficial en X, durante una visita a las instalaciones de MBDA en Stevenage, Reino Unido, junto al secretario de Defensa británico, John Healey. Esta medida incrementa la cooperación técnico-industrial entre ambos países en el ámbito de defensa.
Durante la visita a la planta de MBDA en Stevenage, Lecornu y Healey expusieron el carácter estratégico de la colaboración entre Francia y Reino Unido. En estas instalaciones se producen varios componentes del SCALP, un misil de crucero de precisión lanzado desde aeronaves. Ambos funcionarios reiteraron su intención de continuar desarrollando capacidades de ataque de largo alcance, necesarias para responder a amenazas en escenarios militares complejos.
El SCALP, desarrollado por MBDA, tiene la capacidad de alcanzar objetivos protegidos como centros de mando, bases aéreas y búnkeres. Su estructura incluye una firma radar reducida y un alto nivel de resistencia frente a defensas hostiles. Al superar los 250 kilómetros de alcance, emplea un motor turborreactor Microturbo TRI 60-30 y un sistema de navegación que le permite mantenerse a baja altitud para evitar sistemas de defensa con alta precisión.
La navegación del misil combina guiado inercial, señal GPS y seguimiento del terreno, además de un buscador infrarrojo en la fase final del trayecto. MBDA ha desarrollado la versión SCALP EG, que introduce mejoras en sistemas de puntería, contramedidas electrónicas y navegación. Esta actualización permite conservar su capacidad operativa frente a sistemas antiaéreos avanzados.
Desde 2023, Francia y Reino Unido han entregado misiles SCALP/Storm Shadow a Ucrania, que los incorporó en cazabombarderos Su-24 adaptados. Estas armas han posibilitado ataques a gran distancia contra infraestructuras rusas en zonas ocupadas, como almacenes de municiones y centros de mando. La precisión ha limitado los daños fuera de los objetivos, como se observa en las imágenes satelitales provenientes de Crimea, Donetsk y Luhansk.
El uso del SCALP en Ucrania ha puesto en evidencia debilidades en sistemas defensivos rusos como el S-300 y el Pantsir-S1. En consecuencia, las fuerzas rusas trasladaron sus centros de mando lejos del frente. Esta modificación operativa alteró sus capacidades logísticas y de coordinación, lo que generó una ventaja táctica para Ucrania.
El programa conjunto SCALP/Storm Shadow entre Francia y Reino Unido constituye un caso de cooperación en desarrollo de armamento dentro del entorno europeo. El misil continúa su evolución técnica con mejoras en compatibilidad con aeronaves como el Rafale F4 y el futuro sistema FCAS.
La decisión de Francia de reanudar la fabricación del SCALP contribuye al mantenimiento de capacidades industriales y tecnológicas en Europa. Este misil, empleado en combate, proporciona a las naciones aliadas un sistema de ataque con precisión y fiabilidad verificadas.