Aviones de combate F-35 estadounidenses e israelíes surcaron los cielos sobre el sur de Israel esta semana para el tercer ejercicio de entrenamiento combinado de este año.
El ejercicio, Enduring Lightning III, incluyó variantes israelíes y estadounidenses del sigiloso F-35 Joint Strike Fighter, llevando a cabo un combate simulado con blancos terrestres y aéreos simulados, informó la Fuerza Aérea estadounidense en un comunicado.
Escuadrones aéreos expedicionarios de los Estados Unidos de Utah y de la Base Aérea Al-Udeid de Qatar participaron en el ejercicio de esta semana, junto con un extensor KC-10 y un KC-135 Stratotanker, que realizó un reabastecimiento en el aire.
En esta entrega de Relámpago Duradero III participó también la segunda y más reciente unidad de F-35 de Israel, el escuadrón de combate 116, apodado “Leones del Sur” y declarado operativo en agosto. Los F-16 israelíes del 115º escuadrón de la fuerza aérea israelí sirvieron también como simulacros de combate del enemigo durante los ejercicios.
Israel fue el primer país que se unió al programa de F-35 de los Estados Unidos, y ha planeado comprar hasta 50 de los aviones en los próximos años.
¿Por qué importa?: El ejercicio del lunes fue la última señal de que el Pentágono ve la expansión de las capacidades aéreas ofensivas de Israel como un medio principal para frenar las ambiciones de Irán en la región.
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos entrenó recientemente con F-35 israelíes sobre Israel en agosto y marzo.
El entrenamiento de esta semana se produce tras el fracaso de la presión estadounidense para renovar el embargo internacional de armas a Irán en las Naciones Unidas.
La pandemia de coronavirus obligó al Pentágono a posponer otros ejercicios multinacionales este año, incluyendo la Operación Estrella Brillante, que normalmente se realiza en Egipto. Pero los Estados Unidos e Israel han seguido entrenando con el F-35.
Lo que sigue: Israel continúa atacando supuestos objetivos iraníes en Siria y bautizó por primera vez su F-35 en un ataque de combate sobre el país devastado por la guerra en 2018. Hasta ahora no hay señales de que estos ataques vayan a disminuir pronto.
Los Estados Unidos e Israel acusan a Irán de explotar el vacío de la guerra civil de Siria para intentar trasladar sistemas de armas a Hezbolá en Líbano.