La administración estadounidense ha adjudicado a Turquía la versión F-16 Block 70/72, mientras que favorece a Grecia con una gama de cazas F-35 considerablemente más avanzada.
Esta adjudicación marca una nueva era para la Fuerza Aérea Helénica, posicionándola como una de las pocas fuerzas aéreas del mundo con acceso al F-35, a diferencia de Turquía. Grecia está considerando actualmente la adquisición de un escuadrón de 20 unidades del F-35A Block 3.
Sin embargo, informes recientes del conocido medio de comunicación griego Pentapostagma apuntan a un posible cambio de rumbo. Al parecer, las conversaciones entre Atenas y la capital estadounidense se encaminan hacia una actualización a la versión F-35 Block 4. Un análisis confirma que inicialmente se aprobó la compra de la versión F-35 Block 3 para Grecia.
Grecia apunta al F-35 Block 4 para reforzar su arsenal aéreo
Este giro hacia el Block 4 no es menor, dada la intención de Grecia de integrar el Meteor BVRAAM [misil aire-aire más allá del alcance visual] francés. Ya familiarizada con el Meteor debido a la reciente incorporación de 24 cazas franceses Dassault Rafale, esta decisión estratégica de Atenas está bien fundada.
La base de la preferencia helena por el Block 4 radica en su adaptación para el Meteor, un misil que destaca por su revolucionario sistema de propulsión. A diferencia de otros misiles, el Meteor utiliza un motor a reacción que amplía significativamente su alcance operativo, posicionándolo como el misil aire-aire de elección.
El atractivo del Meteor se ve amplificado por su sistema de guiado por radar activo, que garantiza una detección y un seguimiento excepcionales de los objetivos. Su capacidad para operar eficazmente en escenarios adversos y su funcionalidad “dispara y olvida” permiten al misil perseguir autónomamente al objetivo sin instrucciones adicionales.
La velocidad del Meteor, que alcanza hasta Mach 4, lo sitúa entre los misiles aire-aire más rápidos disponibles, complementada por una maniobrabilidad superior y la tecnología de vectorización del empuje, que facilita cambios de dirección ágiles y precisos.
Como informa Pentapostagma, las próximas conversaciones entre Grecia y Estados Unidos sobre el F-35 están previstas para mediados o finales de abril. La actualización al Block 4 es crucial para Grecia, consciente de que cualquier interrupción en este proceso podría retrasar la recepción de los 20 cazas asignados.
Se prevé que estos avances tecnológicos puedan integrarse en la flota griega en 2028, aunque hay expectativas de una posible aceleración que permitiría su llegada ya el próximo año.
El F-35 Block 4 aumenta la capacidad operativa con nuevas tecnologías
El F-35 Block 4 no se limita a optimizar las prestaciones del misil Meteor, sino que introduce notables mejoras de capacidad y rendimiento respecto a su predecesor. La versión operativa actual, el F-35 Block 3, está equipada con el radar AESA APG-81, un sistema dotado de 1.000 transceptores capaces de rastrear objetivos aéreos y terrestres en movimiento.
Su capacidad de detección de objetivos aéreos es notable, identificando drones con una sección transversal de radar (RCS) de un metro cuadrado a 150 km de distancia y cazas más grandes a distancias aún mayores. Además, este radar puede rastrear 23 objetivos en nueve segundos y atacar 19 de ellos en tan solo 2,4 segundos.
Con la introducción del Block 4, una de las mejoras más significativas es el radar de última generación APG-85, que promete ampliar el alcance de detección a 200 km. Aunque varias fuentes indican que su implantación no será efectiva hasta aproximadamente 2030.
Las innovaciones en armamento y defensa definen al F-35 Block 4
Además, el F-35 Block 4 destaca no solo por su avanzado radar, sino también por sus mejoras en los sistemas de armamento, las capacidades de autodefensa y la optimización del software. Entre las mejoras más destacadas se encuentra la ampliación del número de pilones de armamento internos de 4 a 6, lo que permite al F-35 llevar una mayor cantidad de armamento sin sacrificar sus capacidades de sigilo. Esto le da la capacidad de equipar, por ejemplo, hasta seis misiles aire-aire AMRAAM AIM-120D, igualando la capacidad del F-22, un activo que Estados Unidos aún no ha compartido con ninguna nación aliada.
El F-35 Block 4 también puede albergar misiles antirradar AGM88 HARM y la versión avanzada del AARGM-ER. Esta futura versión del F-35 promete un motor mejorado, que no solo ampliará el alcance operativo del caza, sino que también aumentará su carga de armamento.
Grecia navega por el mercado aéreo en busca de la renovación
Sin embargo, el proceso de renovación de la flota aérea griega con la adquisición de 20 F-35 conlleva ciertos retos. Atenas tendrá que hacer frente a la obsolescencia de parte de su arsenal aéreo. Según declaraciones del ministro de Defensa griego, Nikos Dendias, está prevista una “transformación extrema” que incluye la jubilación de varios modelos veteranos de la flota de cazas.
“Nuestra flota consta de una gran variedad de aviones. Tenemos el F-4, el Mirage 2000-5, el F-16 Block 30, 50 y 52, el F-16 Viper y el Rafale”, especificó Dendias. A continuación, explicó la necesidad de racionalizar esta diversidad: “No es sostenible mantener esta variedad. Los F-4 serán retirados del servicio y, si es posible, vendidos. Los Mirage 2000-5, a pesar de su eficacia, también se consideran para la venta, al igual que los F-16 Block 30. Creo que hay compradores potenciales para los Mirage 2000-5 y los F-16 Block 30”.
Reconfiguración estratégica y refuerzo de las Fuerzas Aéreas griegas
La Fuerza Aérea Helénica está experimentando una transformación significativa, lo que supone un notable avance en su capacidad operativa. Este desarrollo se ve reforzado por la aprobación estadounidense para modernizar algunos F-16 griegos con las tecnologías más avanzadas disponibles y por la incorporación al arsenal de cazas franceses Rafale, que sientan las bases para la incorporación del avanzado F-35.
Dentro de este arsenal diversificado, el Mirage 2000-5 constituye una baza clara. Informes recientes de la prensa francesa han sugerido la posibilidad de que Ucrania adquiera este tipo de caza, figurando Grecia como posible proveedor o vendedor, opción que parece seguir considerándose dada la situación actual.
Washington aprueba el suministro de material defensivo avanzado a Grecia
La futura flota aérea de Grecia se verá reforzada no solo por la adquisición del F-35 Block 4, sino también por una serie de equipos adicionales, cortesía de un gesto diplomático de Estados Unidos.
A principios de 2024, el Departamento de Estado estadounidense comunicó al Congreso su intención de transferir a Grecia excedentes de material de defensa, incluidos dos aviones C-130H, diez motores de avión P-3 y 60 vehículos de combate de infantería Bradley, con el objetivo de reforzar significativamente el arsenal defensivo heleno con material que ya no necesitan las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El diálogo entre Grecia y Estados Unidos abre oportunidades para Ucrania
En este contexto, el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó el interés de su país en la posible transferencia de material defensivo griego a Ucrania. “Si Ucrania juzga útiles estas capacidades, y tras una evaluación detallada de su estado y valor por parte del gobierno estadounidense, podríamos contemplar la concesión de financiación militar extranjera [FMF] adicional de hasta 200 millones de dólares a Grecia”, declaró Blinken. Esta declaración no solo subraya la voluntad de apoyar a Ucrania, sino que también reafirma la importancia estratégica de Grecia como bastión de la estabilidad en la región.
La respuesta del gobierno griego a estas iniciativas ha sido recibida positivamente, interpretándolas como una afirmación de la posición de Grecia en el equilibrio de poder regional y como un gesto de confianza hacia su administración. Además, se asegura que este paquete no representará una carga financiera adicional para los contribuyentes griegos, ya que el equipo de defensa excedente se proporcionará sin coste alguno.
Sin embargo, este entendimiento no está exento de polémica. El principal partido de la oposición en Grecia, SYRIZA, ha expresado su preocupación por los posibles costes indirectos asociados a la necesaria integración y modernización de los equipos de defensa, sugiriendo que podrían requerir inversiones adicionales para su plena funcionalidad.