Según se informa, Grecia ha rechazado una solicitud de la OTAN para desplegar aviones F-16 para vigilancia aérea en la región del Báltico debido a sus obligaciones existentes en los Balcanes y a recientes ejercicios internacionales. La decisión llega en el momento en que Grecia concluye su participación en el ejercicio “Ramstein Flag” de la OTAN, lo que demuestra su enfoque en estrategias de defensa multidominio.
Grecia ha tomado una decisión reciente que subraya sus crecientes responsabilidades en la región al negar una solicitud presentada por Lituania, Letonia y Estonia para sumarse a la misión de vigilancia aérea del Báltico de la OTAN, de acuerdo con lo informado por la edición digital del medio griego Kathimerini.
La petición contemplaba el despliegue de aviones de combate F-16 griegos para proteger el espacio aéreo del Báltico, especialmente en un contexto de crecientes tensiones con Rusia.
No obstante, los representantes griegos argumentaron que las actuales obligaciones de la Fuerza Aérea Helénica (HAF) en los Balcanes y otras regiones impiden que puedan asumir nuevas misiones.
Los países bálticos, que carecen de capacidad de combate aéreo propio, dependen significativamente de la OTAN para su defensa aérea, especialmente debido al aumento de la actividad militar rusa cerca de sus fronteras.
Esta situación ha llevado a las naciones bálticas a solicitar mayor apoyo de sus aliados dentro de la OTAN.
Sin embargo, Grecia ha señalado que su fuerza aérea ya opera en su límite, en gran parte por sus compromisos en los Balcanes, donde realiza vigilancia aérea para Albania, Montenegro y Macedonia del Norte en colaboración con la Fuerza Aérea Italiana.
Además, se prevé que la HAF expanda sus funciones de vigilancia aérea para incluir a Bulgaria en 2025.
La decisión de Grecia de rechazar la solicitud de los países bálticos se produce en un momento en que el país ha estado activo en ejercicios militares internacionales destacados, como el ejercicio “Ramstein Flag ’24” de la OTAN, que tuvo lugar en Grecia a principios de este mes.
Este ejercicio inaugural congregó a 12 Estados miembros de la OTAN y más de 130 aviones de combate y de apoyo, evidenciando las capacidades de operaciones militares multidominio.
Ejercicio “Ramstein Flag”: Grecia lidera esfuerzos de la OTAN en defensa aérea
El ejercicio “Ramstein Flag”, donde Grecia desempeñó un papel central en su organización, representó un avance significativo en los esfuerzos de la OTAN para perfeccionar sus capacidades de defensa aérea.
Este evento fue diseñado para responder a las amenazas geopolíticas en constante evolución, resaltando la determinación de la OTAN para disuadir a adversarios potenciales y asegurar la preparación de sus fuerzas.
Durante el ejercicio, se integraron varias Fuerzas Aéreas Aliadas con fuerzas marítimas, terrestres y de operaciones especiales, demostrando la amplitud del Poder Aéreo de la OTAN.
El enfoque del ejercicio estuvo en contrarrestar las amenazas de acceso y denegación de área (C-A2/AD), lo que permitió a la OTAN practicar la neutralización de la infraestructura militar del adversario y garantizar la movilidad de las fuerzas aliadas.
“El ejercicio es crucial para mantener la paz y garantizar que las Fuerzas Aéreas de la OTAN estén preparadas para defender la alianza”, destacó el mariscal del aire Johnny Stringer, comandante adjunto del Mando Aéreo Aliado de la OTAN.
Este entrenamiento se volvió especialmente vital en un contexto donde las acciones militares rusas cerca de las fronteras orientales de la OTAN han generado inquietud.
“Ramstein Flag” se posicionó como un modelo para el futuro de los ejercicios de la OTAN, permitiendo a las naciones participantes simular respuestas ante amenazas aéreas y de misiles modernas que podrían comprometer la superioridad aérea en un eventual conflicto.
El general James B. Hecker, comandante del Comando Aéreo Aliado de la OTAN, destacó la relevancia del ejercicio, afirmando que “a medida que las tensiones geopolíticas continúan evolucionando, también debe hacerlo el diseño de los ejercicios de la OTAN”.
En este ejercicio, participaron representantes de Canadá, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Polonia, Portugal, Rumania, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, con una variada gama de aviones de combate, incluidos F-16, Dassault Rafale, F-35, Eurofighter Typhoon y F-4E Phantom.
Grecia prioriza defensa interna sobre solicitud de patrullaje aéreo en el Báltico
El rechazo de Grecia a la solicitud de patrullaje aéreo en el Báltico refleja un equilibrio estratégico entre sus prioridades de defensa nacional y sus compromisos con la OTAN.
La Fuerza Aérea Helénica (HAF) no solo se encarga de patrullar el espacio aéreo de los Balcanes, sino que también se está preparando para asumir funciones de patrullaje aéreo en Bulgaria en colaboración con Italia, como parte de una expansión de sus obligaciones con la OTAN prevista para 2025. Bulgaria, que actualmente opera con una flota envejecida de aviones MiG-29, ha solicitado nuevos F-16, aunque no estarán operativos hasta dentro de un año.
Atenas ha puesto de relieve la importancia de sus necesidades de defensa interna, especialmente en el Egeo, donde las tensiones regionales siguen elevadas.
Los funcionarios griegos han resaltado que la HAF es responsable de proteger el espacio aéreo nacional y, al mismo tiempo, participa en diversos ejercicios internacionales.
Participaciones recientes, como el ejercicio “Ramstein Flag” y la intervención de Grecia en los ejercicios “Tarang Shakti” de la India, han ejercido presión adicional sobre los recursos de la HAF.
Además, los compromisos actuales de Grecia en defensa se extienden más allá de su región inmediata. El país tiene desplegada una batería de misiles Patriot en Arabia Saudita y no puede atender las solicitudes adicionales de la OTAN para equipamiento militar.
Mientras Grecia gestiona sus crecientes responsabilidades de defensa en los Balcanes y el Mediterráneo oriental, su decisión de priorizar la estabilidad regional en lugar de participar en la misión en el Báltico subraya la cuidadosa calibración de sus recursos militares en un entorno de seguridad global cada vez más complejo.
Aunque la Fuerza Aérea Helénica no puede asumir nuevas misiones de vigilancia aérea de la OTAN en este momento, su participación en ejercicios como “Ramstein Flag” garantiza que Grecia siga siendo un actor fundamental en la estrategia de defensa colectiva de la OTAN.