El pasado miércoles, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos hizo pública la avanzada integración de pilotos de inteligencia artificial en su flota de aviones de combate, destacando que los F-16 manejados por IA han competido contra pilotos humanos en ejercicios de combate aéreo de alta complejidad.
Este desarrollo forma parte del programa Air Combat Evolution (ACE) de DARPA, orientado a incorporar sistemas autónomos en los futuros cazas de sexta generación.
En el transcurso del último año, se han ejecutado simulaciones con un F-16D Bloque 30 altamente modificado, denominado X-62 VISTA, en las cuales la IA ha participado en 21 operaciones de creciente dificultad. Cada simulacro implicó ajustes rápidos y consecutivos en la programación del “agente” de IA que controlaba la aeronave.
Tras efectuar más de 100,000 modificaciones en el código del software esencial para el vuelo, la IA fue sometida a pruebas frente a un piloto humano en duelos aéreos que la Fuerza Aérea catalogó como “extremadamente desafiantes”.
“Durante décadas, el concepto de combate aéreo totalmente autónomo ha sido una posibilidad teórica, pero su implementación práctica ha permanecido en el terreno de lo hipotético hasta ahora. En 2023, el X-62A ha superado una de las barreras más significativas en la historia del combate aéreo. Este avance, que marca un punto de inflexión en la aviación militar, ha sido posible gracias al dedicado esfuerzo del equipo X-62A ACE”, afirmó Frank Kendall, secretario de la Fuerza Aérea.
Avances en entrenamiento de combate aéreo para el agente de IA en el X-62
El agente de inteligencia artificial asignado al mando del X-62 comenzó su capacitación con maniobras defensivas, evolucionando progresivamente hacia tácticas ofensivas y, finalmente, a duelos aéreos de alta intensidad cara a cara contra aeronaves tripuladas. En estos enfrentamientos, el X-62 controlado por IA y su contraparte, un F-16 pilotado por un humano, llegaron a aproximarse hasta unos escasos 2.000 pies de separación, alcanzando velocidades que superaron las 1.200 millas por hora (más de Mach 1,5), todo ello manteniendo estrictos parámetros de seguridad del ejercicio.
El X-62A, anteriormente designado como NF-16D, sirve como plataforma experimental dotada de una tobera de motor para vectorización de empuje multieje (MATV), tecnología que comparte con cazas excepcionalmente ágiles como el ruso Su-35.
Este avión integra dicha capacidad con un sistema de control fly-by-wire diseñado para emular el comportamiento en vuelo de cualquier aeronave operativa, permitiendo a los pilotos a bordo del X-62A experimentar la sensación de pilotar desde un C-130 hasta un F-22 Raptor. Esta característica hace del X-62A un candidato ideal para la integración de un agente de IA en sus sistemas a bordo.
El X-62 demuestra autonomía total en vuelos de prueba
De acuerdo con declaraciones de la Fuerza Aérea, el X-62 se ha manejado íntegramente bajo el control de la inteligencia artificial, contando con un “piloto de seguridad” humano a bordo, equipado con un interruptor para desactivar los controles de la IA en caso de emergencia, una situación que, hasta la fecha, no ha necesitado ser ejecutada en ninguno de los 21 vuelos realizados.
La confianza en el piloto de IA es tal que se anticipa que el secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, participe en un ejercicio de combate a bordo del X-62 en un futuro ejercicio programado en la Base de la Fuerza Aérea Edwards.
Aunque las maniobras básicas de combate aéreo, o BFM, ya no son frecuentes en la aviación militar contemporánea, siguen siendo un indicador crucial de las capacidades de pilotaje de la IA. Pilotar cazas implica una serie de decisiones complejas, y pocas situaciones exigen una toma de decisiones tan rápida como un combate cercano contra un adversario que destaca por su habilidad acrobática.
“Podría parecer que el programa X-62A ACE solo muestra un vehículo autónomo capaz de enfrentarse en combates, pero esta perspectiva simplista no aborda el verdadero desafío. Los combates aéreos son solo el principio de nuestra exploración de los sistemas autónomos de IA aplicados a la aviación. Cada enseñanza que adquirimos se extiende a todas las funciones posibles de un sistema autónomo”, explicó Bill Gray, piloto jefe de pruebas de la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea.
Expansión del proyecto VENOM para integrar pilotos de IA en cazas F-16
Este proyecto se enmarca dentro del Modo de Experimentación y Operaciones de Próxima Generación del Proyecto Viper, conocido como VENOM, que aspira a incorporar pilotos de inteligencia artificial en seis F-16 adicionales, todos ellos equipados con un conjunto completo de sensores avanzados.
El propósito de esta iniciativa es desplegar estas aeronaves en diversas operaciones de prueba para acumular datos críticos sobre la integración de equipos tripulados y no tripulados, además de promover un mayor grado de confianza entre los pilotos humanos y los agentes de IA.
Esta estrategia de fortalecimiento de la confianza ha sido un componente clave en los esfuerzos conjuntos de la Fuerza Aérea y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) para integrar la inteligencia artificial en las capacidades aéreas de Estados Unidos durante años.
“Con el programa Venom, equiparemos a seis F-16 con una caja de seguridad autónoma, en la cual instalaremos el software de autonomía. Además, realizaremos pruebas con pilotos humanos para verificar que, primero, el sistema funcione correctamente y, segundo, que ofrezca los beneficios operativos esperados de la autonomía”, señaló el año pasado la Dra. Victoria Coleman, científica jefe de la Fuerza Aérea.
A largo plazo, se espera que estos agentes de IA no solo operen drones en formaciones junto a cazas tripulados, sino que también sean parte integral de las cabinas de los aviones tripulados, actuando como copilotos de sus homólogos humanos.
Esta automatización avanzada podría concebirse como una forma de piloto automático extremadamente competente, permitiendo a los aviadores concentrarse más en las tácticas de combate y en la ejecución de la misión, mientras relegan las operaciones rutinarias a la inteligencia artificial.
Logros sobresalientes en aeronáutica reconocidos con premiación
Recientemente, la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea de EE. UU. y DARPA fueron designadas como finalistas para el Trofeo Robert J. Collier 2023, un galardón anual que reconoce el “mayor logro” en la aeronáutica de Estados Unidos.
Aunque las maniobras básicas de combate aéreo, o BFM, pueden parecer raras en la aviación militar contemporánea, siguen siendo un estándar crucial para medir la habilidad de pilotaje en sistemas de inteligencia artificial. Pilotar un caza implica un proceso de toma de decisiones altamente complejo, especialmente cuando se enfrenta en combate directo contra un adversario con capacidades acrobáticas avanzadas.
Bill Gray, piloto jefe de pruebas de la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea, expresó: “Es fácil asumir que el programa X-62A ACE está bajo control autónomo y puede engancharse en combates aéreos, pero la realidad es más profunda. Los combates aéreos fueron el desafío inicial que nos permitió empezar a evaluar los sistemas autónomos de IA en escenarios aéreos. Cada enseñanza que obtenemos es aplicable a todas las funciones posibles para un sistema autónomo”.
Este proyecto se integra en el Modo de Experimentación y Operaciones de Próxima Generación del Proyecto Viper, conocido como VENOM, que aspira a implementar pilotos de IA en seis F-16 adicionales, todos equipados con sensores integrales.
El fin es emplear estas aeronaves en diversas operaciones de prueba para recolectar datos esenciales sobre la integración de equipos tripulados y no tripulados, promoviendo así una mayor confianza entre pilotos humanos y agentes de IA. Este enfoque ha sido fundamental en los esfuerzos conjuntos de la Fuerza Aérea y DARPA para integrar la inteligencia artificial en el poder aéreo del país durante años.
La Dra. Victoria Coleman, científica jefe de la Fuerza Aérea, detalló: “Con Venom, adaptaremos seis F-16 con una unidad de seguridad autónoma para alojar el software de autonomía. Realizaremos pruebas junto a pilotos humanos para asegurarnos de que el sistema funcione y verificar los beneficios operativos esperados de la autonomía”.
Integración futura de IA en la aviación militar avanzando
En el futuro, estos agentes de IA no solo operarán drones en conjunto con cazas tripulados, sino que también compartirán el espacio en las cabinas de aviones tripulados. Esta avanzada automatización permitirá que los pilotos se concentren más en la estrategia de combate y los objetivos de la misión, delegando tareas más rutinarias a la inteligencia artificial.
La nominación de la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea de EE. UU. y DARPA para el prestigioso Trofeo Robert J. Collier 2023 reafirma su papel crucial en el avance de la aeronáutica estadounidense.