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Inversión sin precedentes de Boeing en el programa de cazas F-47

2 de junio de 2025

Boeing compromete su mayor inversión para desarrollar el F-47, caza de sexta generación que busca mantener la supremacía aérea de EE. UU. frente a China.

Boeing lidera el desarrollo del F-47 para la Fuerza Aérea

Boeing anunció en marzo de 2025 que ganó el contrato para desarrollar el F-47, el primer caza de sexta generación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, bajo el programa Next Generation Air Dominance (NGAD). La compañía superó a Lockheed Martin en una competencia que incluyó diseños avanzados de ambos fabricantes. En mayo de 2025, Kelly Ortberg, CEO de Boeing, confirmó que la empresa destinó la mayor inversión interna de su historia al programa, enfocada en fortalecer su planta de producción en St. Louis, Missouri, donde se fabrican el F-15 y el F/A-18. Esta inversión asegura la continuidad de la línea de producción de cazas de Boeing, que enfrentaba incertidumbre tras el cierre programado de la línea del F/A-18 Super Hornet en 2027.

El F-47 está diseñado para reemplazar al F-22 Raptor, cuya producción terminó en 2011 tras fabricar 187 unidades. La Fuerza Aérea planea adquirir al menos 185 F-47, con un radio de combate superior a 1,000 millas náuticas y una velocidad máxima que excede Mach 2. A diferencia de los programas de quinta generación, que incluyeron el F-22 y el F-35 en una combinación de capacidades complementarias, el F-47 será el único caza de sexta generación en el inventario de la Fuerza Aérea, lo que marca un cambio hacia la dependencia de una sola plataforma.

El programa NGAD comenzó en la década de 2010, tras estudios de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) y el análisis Air Superiority 2030 de la Fuerza Aérea, que identificaron la necesidad de un sistema integrado de combate aéreo. Desde 2020, se realizaron pruebas con aviones experimentales X-planes, acumulando cientos de horas de vuelo para validar tecnologías de stealth, sensores avanzados y sistemas de inteligencia artificial. En septiembre de 2020, la Fuerza Aérea confirmó públicamente que un prototipo del NGAD había volado, un hito que marcó el avance del programa pese a su alto secretismo.

En 2024, el programa enfrentó una pausa debido a costos proyectados que alcanzaban los $300 millones por unidad, tres veces el precio de un F-35. Tras una revisión interna, la Fuerza Aérea concluyó en marzo de 2025 que el F-47 era esencial para contrarrestar las capacidades aéreas de adversarios como China. El contrato inicial, valuado en aproximadamente $20 mil millones, cubre la fase de ingeniería y desarrollo de manufactura, con un presupuesto proyectado de $19.6 mil millones entre 2025 y 2029 para investigación y desarrollo.

Avances tecnológicos clave del F-47

  • Stealth avanzado: Incorpora superficies stealth más resistentes y continuas, superando las capacidades del F-22 y F-35.
  • Motores adaptativos: Utiliza turbofanes que ajustan el flujo de aire en vuelo, mejorando empuje y eficiencia de combustible.
  • Arquitectura abierta: Permite actualizaciones rápidas de software, sensores y armas, reduciendo costos de mantenimiento.
  • Integración con drones: Diseñado para operar con Collaborative Combat Aircraft (CCA), drones que amplifican su capacidad de combate.
  • Alcance extendido: Supera las 1,000 millas náuticas, ideal para operaciones en el Indo-Pacífico.

Contexto estratégico y competencia con China

El desarrollo del F-47 responde a la creciente competencia con China, que en diciembre de 2024 reveló dos prototipos de cazas de sexta generación: el Chengdu J-36 y el Shenyang J-50. El J-36, un diseño de ala voladora con tres motores, realizó su segunda aparición pública el 17 de marzo de 2025, mientras que el J-50, de configuración de ala en flecha, voló el 20 de diciembre de 2024. Ambos prototipos, acompañados por cazas de apoyo como el J-20S y el J-16, muestran avances en stealth y sensores, aunque sus capacidades exactas permanecen especulativas.

China ha demostrado rapidez en la producción de cazas, con el J-20, su primer caza stealth de quinta generación, entrando en servicio en 2017. La escala de su industria aeronáutica, con más de 3,150 aeronaves en su fuerza aérea, y su inversión en investigación y desarrollo superan a las de muchos competidores. Los prototipos chinos, avistados en Chengdu y Shenyang, indican un esfuerzo concertado para liderar la carrera por la supremacía aérea.

El F-47 incorpora tecnologías para contrarrestar las defensas antiaéreas chinas, que incluyen misiles superficie-aire de largo alcance y capacidades de guerra electrónica. Su diseño prioriza la penetración en entornos contestados, con sensores avanzados y sistemas de inteligencia artificial que permiten a los pilotos enfocarse en la gestión de combate en lugar de la operación manual. La Fuerza Aérea espera que el F-47 esté operativo antes de 2030, con el primer vuelo programado para antes de 2029.

En contraste con los programas F-22 y F-35, que enfrentaron retrasos tras el fin de la Guerra Fría, el F-47 se desarrolla bajo presión geopolítica. La pausa de 2024 reflejó preocupaciones sobre costos y la relevancia de cazas tripulados frente a drones avanzados.

Implicaciones para la industria y la Armada

El contrato del F-47 revitaliza la división de defensa de Boeing, que enfrentó pérdidas de $10 mil millones por sobrecostos en programas como el KC-46, el T-7A y el VC-25B. La inversión de $2 mil millones en 2024 en una nueva planta de producción en St. Louis posicionó a Boeing como un competidor fuerte, a pesar de los desafíos en sus programas comerciales y militares. La victoria sobre Lockheed Martin, que dominó los programas F-22 y F-35, marca un cambio en la industria aeroespacial militar.

La Armada de Estados Unidos continúa su propio programa F/A-XX, un caza de sexta generación para reemplazar al F/A-18E/F Super Hornet. Aunque Boeing y Northrop Grumman compiten por este contrato, existe la posibilidad de que la Armada opte por una variante del F-47 para reducir costos de desarrollo, en lugar de un diseño completamente nuevo. Esta decisión sigue pendiente, con Lockheed Martin excluido de la competencia.

El F-47 emplea una arquitectura de propiedad gubernamental, lo que permite a la Fuerza Aérea controlar las actualizaciones y evitar los problemas de propiedad intelectual enfrentados con el F-35. Esta estructura facilita la integración de nuevos componentes y reduce la dependencia de un solo contratista, para asegurar flexibilidad a largo plazo.

El programa NGAD representa un esfuerzo sin precedentes para mantener la ventaja aérea de Estados Unidos en un contexto de rápida innovación por parte de China. Con pruebas de vuelo de los X-planes desde 2019 y un diseño maduro, el F-47 está posicionado para transformar el combate aéreo, integrando cazas tripulados con sistemas no tripulados en un entorno de alta amenaza.

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