Japón ha anunciado el calendario de despliegue de armas hipersónicas para seguir el ritmo de las crecientes capacidades hipersónicas de China y contrarrestar las continuas amenazas de Corea del Norte.
El Ministerio de Defensa de Japón está considerando el despliegue de misiles hipersónicos para 2030 con el fin de aumentar la disuasión mejorando su capacidad de contraataque, según informaron los medios de comunicación el 3 de noviembre.
Este anuncio se produce pocos días después de que Tokio declarara que estaba aumentando el alcance de sus misiles más allá de los 1.000 kilómetros para defender de China el “territorio en disputa” de las islas Senkaku.
Fue en marzo de 2020 cuando Japón anunció por primera vez sus planes de desarrollar armas hipersónicas, que se encuentran en una fase incipiente.
Según el informe de Nikkei, el Ministerio está buscando capacidades de contraataque, ya que la acumulación militar de China y los lanzamientos de misiles de Corea del Norte han puesto al país en peligro.
La invasión rusa de Ucrania ha transformado el panorama de la seguridad internacional. Incluso Moscú ha aumentado sus incursiones en el Mar de Japón, donde sigue enfrascado en una disputa territorial con Tokio.
Japón está tratando de establecer una infraestructura de defensa antimisiles de tres etapas para la disuasión. Para finales de año, el pacifista país nipón pretende actualizar su estrategia de seguridad nacional y otros documentos esenciales de defensa.
Según el informe de Nikkei, una de las ideas es que Japón pueda desplegar misiles de largo alcance en tres etapas. La adquisición del Tomahawk, de fabricación estadounidense, podría ser el primer paso para aumentar su capacidad de contraataque.
Para el segundo paso, Japón podría modificar los misiles tierra-barco Tipo 12 aumentando su alcance de menos de 200 kilómetros a más de 1.000 kilómetros. Afirmó que el tercer paso implicaría probablemente la adopción de un misil hipersónico.
La decisión de reforzar la capacidad de represalia mediante la ampliación del alcance de los misiles, el desarrollo de armas hipersónicas, la compra de nuevas armas de largo alcance y el despliegue de misiles standoff de última generación llega cuando Japón se encuentra en un entorno de seguridad muy disputado.
El país busca salvar la brecha de misiles con China, que tiene 1.900 misiles balísticos y aproximadamente 300 misiles de crucero.
Y no sólo eso, Corea del Norte también ha intensificado el lanzamiento de misiles que suelen caer cerca del Mar de Japón. En octubre, Pyongyang disparó un misil que sobrevoló el territorio japonés y aterrizó en el Océano Pacífico, fuera de la zona económica exclusiva del país, alarmando a Tokio.
Hipersónico por hipersónico para disuadir a China
China ha acelerado el desarrollo de armas hipersónicas, sobre todo al realizar pruebas en 2021 de un sistema que desplegaría un vehículo hipersónico de planeo en un bombardeo orbital.
El 1 de agosto, China publicó un vídeo de lo que parecía ser un lanzamiento de un misil DF-17 por primera vez, justo antes del 95º aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación chino (EPL).
Anteriormente, la armada china publicó un vídeo en abril en el que se mostraba el lanzamiento del misil hipersónico antibuque YJ-21 desde un buque de guerra. En octubre de 2022, afirmó que sus portaaviones serían capaces de utilizar misiles hipersónicos gracias a un gran avance en la tecnología logística.
La amenaza para Japón, por tanto, se ha multiplicado en los últimos meses.
Las armas hipersónicas son mucho más difíciles de interceptar, ya que pueden maniobrar en vuelo y viajar a velocidades superiores a cinco veces la del sonido. Estas armas, capaces de transportar ojivas nucleares, ya han sido desplegadas por China y Rusia.
Los medios de comunicación indican que Corea del Norte también ha desarrollado de forma encubierta armas hipersónicas.
Japón está desarrollando dos clases de sistemas hipersónicos de ataque: el misil hipersónico de crucero (HCM) y el proyectil de deslizamiento a hipervelocidad (HVGP).
Estos misiles hipersónicos llevarán dos tipos de ojivas, una para objetivos marítimos y otra para objetivos terrestres. La primera tendrá una ojiva que puede perforar el blindaje y entrar en la cubierta de un portaaviones.
Los proyectiles múltiples de alta densidad y formación explosiva para la supresión de áreas formarán parte de la variante de ataque terrestre.
Además, una amenaza de seguridad perpetua se cierne sobre el país, especialmente porque China ha prometido reunificar Taiwán con la China continental y con la fuerza si es necesario. También ha aumentado considerablemente su actividad militar cerca de los islotes japoneses.
Cualquier invasión armada de Taiwán arrastrará inevitablemente a Tokio al conflicto debido a la geografía. Por ejemplo, China comenzó su proyección de fuerza lanzando cinco misiles balísticos en aguas a menos de 160 kilómetros (100 millas) de Japón después de que la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, visitara Taiwán en agosto.
El ministro de Defensa de Japón, Yasukazu Hamada, reiteró a principios de este año que Tokio ha entrado en una nueva era de crisis y aconsejó a la nación que reconsiderara su estrategia de seguridad a la luz de las crecientes amenazas militares de China, Rusia y Corea del Norte.
El Ministerio de Defensa de Japón presentó el 31 de agosto su mayor solicitud de presupuesto para el año que termina en marzo de 2024. Una gran parte de ese dinero se destinará a reforzar la disuasión, incluyendo el desarrollo y despliegue de misiles hipersónicos para contrarrestar a China y Corea del Norte.