El resurgimiento de la guerra de tanques en Ucrania ha vuelto a centrar la atención de los planificadores militares en la importancia del diseño de los carros de combate en el combate con armas combinadas. Aunque el M1 Abrams estadounidense, el T-84 ruso y el Leopard 2 alemán han recibido una gran atención mediática en el debate sobre los carros de combate, el K2 Black Panther surcoreano no debería quedar al margen. Este asombroso vehículo de 8,5 millones de dólares está considerado el MBT más caro del mundo.
Su elevado precio, sin embargo, refleja las características únicas que proporciona al cuerpo blindado de Corea del Sur. Teniendo en cuenta la precaria geografía de Seúl y la inestable relación con su vecino del norte, el desarrollo de un formidable MBT capaz de funcionar en terrenos abruptos era primordial para la seguridad nacional del país. Con el tanque K2 Black Panther en su arsenal, Corea del Sur está mejor preparada para defenderse de cualquier posible ataque desde el otro lado de la DMZ.
El K2 Black Panther de Corea del Sur es fruto de los largos esfuerzos del país por aumentar su autosuficiencia en la fabricación de armas, especialmente un MBT. Durante la Guerra de Corea, los tanques ligeros M24 Chaffee de fabricación estadounidense que utilizaba Corea del Sur no eran rival para los T-35-85 de diseño soviético que tenía el Norte. Esta dinámica cambió en la década de 1990, cuando Seúl empezó a utilizar los nuevos modelos K1 y KA1. Por aquel entonces, los ingenieros coreanos empezaron a planear el diseño de un tanque más avanzado que pudiera contar con cargadores automáticos, software operativo mejorado y dispositivos automáticos de seguimiento de objetivos.
El K2 Black Panther fue un proyecto propio
Uno de los principales objetivos del proceso de desarrollo del K2 era diseñar y fabricar todas las piezas localmente, para reducir la dependencia de socios y salvaguardar la producción en tiempos de guerra, así como exportar el tanque sin entrar en conflicto con el control internacional de armamento y los derechos de propiedad intelectual.
Esta prioridad se refleja en casi todos los aspectos del tanque, empezando por el cañón principal CN08. Aunque incorpora ideas importadas, como el cromado y el cargador automático, el diseño es totalmente de cosecha propia y presume de una precisión notable; según se dice, es capaz de acertar a un objeto un poco mayor que una pelota de baloncesto a casi dos tercios de milla de distancia.
Además, el K2 está armado con la munición coreana Smart To-Attack Munition, que le permite disparar una munición antitanque contra objetivos ocultos a una distancia de hasta 8 kilómetros.
Los sistemas defensivos del K2 mejoran su capacidad de supervivencia
El blindaje del K2 también ha sido diseñado por Corea sobre la base del K1, el sucesor del Black Panther. Se trata de un sistema modular que permite la sustitución rápida y sencilla de las secciones dañadas, así como actualizaciones cuando se dispone de nueva tecnología. Además, el K2 ha sido equipado con blindaje explosivo reactivo para reforzar su ya formidable blindaje.
Su radar y su receptor de alerta láser detectan cuando las armas antitanque enemigas apuntan al tanque y giran inmediatamente la torreta para hacer frente a la amenaza.
El K2 también es capaz de desplegar automáticamente granadas de humo en el momento oportuno para neutralizar los misiles que se aproximan.
Polonia recibió su primer cargamento de K2 en diciembre.
Aunque el MBT de Corea del Sur no ha hecho acto de presencia en Ucrania, Polonia recibió de Seúl en diciembre una entrega de 10 K2 junto con otras armas. Varsovia solicitó material militar ante los esfuerzos ofensivos de Moscú en Kiev.
La incorporación de los MBT K2 al cuerpo blindado polaco era necesaria para “frenar la agresión” y “detener al enemigo con equipos modernos”, según el presidente polaco, Andrez Duda.