Se ha recuperado un F/A-18E Super Hornet que cayó al mar Mediterráneo desde la cubierta de un portaaviones en julio, según anunció la Marina estadounidense el 8 de agosto.
Según el servicio, el Super Hornet fue encontrado en el fondo del océano a una profundidad de unos 9.500 pies. Ahora será enviado a una instalación militar de la región que aún no ha sido revelada antes de ser llevado de vuelta a Estados Unidos.
El 3 de agosto, un equipo de salvamento formado por personal estadounidense de las Fuerzas Navales de Europa y África, la Task Force 68 de la Sexta Flota, el Supervisor de Salvamento y Buceo del Mando Marítimo Naval (SUPSALV), el Truman, el Naval Strike Fighter Wing Atlantic, así como contratistas, recuperó el Super Hornet.
En su investigación preliminar, la Marina declaró que el 8 de julio, un Super Hornet monoplaza asignado al Ala Aérea del Portaaviones 1 a bordo del USS Harry S Truman (CVN-75) fue derribado de la cubierta del portaaviones.
El servicio afirmó que la causa inmediata fue un “mal tiempo inesperado”. Sin embargo, ya se había iniciado una investigación exhaustiva de las circunstancias que rodearon la pérdida del avión.
“La rápida respuesta del equipo combinado, que incluía al personal de SUPSALV y Phoenix International, nos permitió llevar a cabo operaciones de recuperación seguras en los 27 días siguientes al incidente”, declaró el teniente Miguel Lewis, oficial de salvamento de la Sexta Flota de EE.UU., en un comunicado.
“Nuestro equipo de trabajo operó de forma segura y eficiente para cumplir con los plazos establecidos. La búsqueda y recuperación duró menos de 24 horas, lo que demuestra la dedicación y capacidad del equipo”, añadió.
CURV 21 – Vehículo teledirigido
El vehículo teledirigido CURV-21 se utilizó para fijar el aparejo especializado y las líneas de elevación al avión de combate, según el comunicado de la US Navy. La aeronave se elevó a la superficie y se izó en el Everest mediante un gancho de elevación fijado al aparejo.
La Marina utiliza con frecuencia los CURV-21 para ayudar en la recuperación de aviones hundidos, incluida la recuperación histórica de un helicóptero MH-60S Seahawk desde una profundidad de aproximadamente 19.075 pies. En enero de 2020, ese helicóptero se estrelló en el Océano Pacífico, frente a la costa japonesa de Okinawa.
Los CURV-21 también pueden estar equipados con sonares y cámaras para ayudar a encontrar y seguir explorando objetos de interés en el fondo marino. Los esfuerzos de recuperación también ponen de manifiesto la capacidad de la Armada de EE.UU. para llevar a cabo operaciones internacionales de búsqueda y recuperación en aguas profundas.
Este incidente relacionado con el F/A-18 es la tercera vez en menos de un año que la marina occidental tiene que enviar recursos adicionales para recuperar del agua un caza con base en un portaaviones.
En 2021, un piloto británico que volaba desde el portaaviones británico HMS Queen Elizabeth dejó caer un F-35B en el Mediterráneo. En enero de 2022, un piloto de la Armada de EE.UU. saltó en paracaídas de un caza de ataque F-35C que se estrelló en la cubierta del portaaviones USS Carl Vinson y rebotó en el Mar de China Meridional.
Preocupación por este tipo de incidentes
La plataforma F/A-18 Super Hornet es uno de los mejores cazas navales del arsenal estadounidense. Por lo tanto, la recuperación del avión es crucial, ya que incorpora muchas piezas electrónicas que Estados Unidos quiere mantener en secreto.
Por ejemplo, un F-35B Joint Strike Fighter británico que había caído en el Mediterráneo en 2021 fue recuperado rápidamente. Los rápidos esfuerzos de recuperación fueron motivados principalmente por la preocupación de que el gobierno ruso pudiera utilizar sus capacidades especializadas de salvamento submarino.
Existía la posibilidad de que otros potenciales adversarios pudieran haber obtenido información sensible incluso con una pieza del avión. El F/A-18 también está equipado con muchas tecnologías de tacto, como un sistema de radar, un conjunto de guerra electrónica, un sistema de intercambio de datos y un sistema de software.
Además, este avión de combate también ha sido objeto de numerosas actualizaciones, ya que el servicio tiene la intención de utilizar el avión como parte esencial de sus alas aéreas de portaaviones durante muchos años. Por lo tanto, habría graves riesgos de seguridad operativa y técnica si algo de esto acabara en manos de una potencia extranjera, potencialmente hostil, como Rusia.
Existe la posibilidad de que el Super Hornet también llevara misiles cuando se hundió en el Mediterráneo.
Truman ha estado realizando casi todas sus operaciones en el Mar Mediterráneo desde diciembre de 2021. Sin embargo, la Armada de EE.UU. puede dejar de preocuparse al saber que uno de sus Super Hornets ha salido a la superficie desde el fondo del océano.