Son tiempos muy intensos para los habitantes de la China continental y del otro lado del Estrecho, en Taiwán, con ambos mostrando su poderío militar tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a la isla.
A nivel oficial, el ejército estadounidense se mantiene al margen, aunque se ocupe de lanzar duras palabras a China por sus despliegues en torno a Taiwán. Pero extraoficialmente, Estados Unidos no se priva de mostrar sus músculos a toda la nación asiática. Y lo viene haciendo desde mucho antes de los acontecimientos actuales.
Estados Unidos tiene una enorme presencia militar en lo que llama la región del Indo-Pacífico. Lo vemos a menudo gracias a las fotos que las distintas ramas publican de sus fuerzas en acción allí. Y una de las fotos más recientes que muestran las hazañas de Estados Unidos en el Pacífico es ésta.
Alineados en la pista de aterrizaje de la Estación Aérea del Cuerpo de Marines de Iwakuni, en Japón, docenas de aviones de combate parecen estar sentados en líneas de montaje paralelas, listos para ser lanzados desde una fábrica en tiempos de guerra. Pero sólo se trata de una exhibición de poder militar, realizado como parte de un ejercicio de preparación previamente planificado que tuvo lugar en dicha base en julio.
Aunque, a primera vista, uno puede engañarse al ver una colección de aviones de quinta generación, la realidad es un poco más compleja. Claro, las primeras líneas de esta formación están ocupadas por ocho F-35 Lightnings del Cuerpo de Marines de EE.UU. (USMC), diez de la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF) y diez F-22 Raptors, pero también tenemos más atrás F/A-18 Hornets (cinco de ellos, desplegados con el USMC), y un KC-130J Super Hercules muy al fondo de la formación.
Este simulacro comprendía unidades del Ala Expedicionaria Aérea 354 de la USAF y del Grupo Aéreo 12 de los Marines, y pretendía mostrar al mundo en general (y a China en particular, por supuesto), que Estados Unidos puede desplegar fácilmente fuerzas conjuntas contra posibles amenazas.