La Fuerza Aérea de los Estados Unidos adopta cambios estructurales para responder a la competencia global, adaptándose a un escenario de grandes potencias.
Transformación estratégica en la Fuerza Aérea de Estados Unidos
Con el objetivo de incrementar su preparación y optimizar su capacidad operativa, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos está implementando un conjunto de reformas significativas. Este proceso busca mejorar su estructura de mando y adoptar un enfoque más ágil para enfrentar los desafíos actuales.
Actualmente, sigue siendo la fuerza aérea más grande del mundo, superando a las divisiones aéreas de la Marina y el Cuerpo de Marines. Sin embargo, el rápido crecimiento de la Fuerza Aérea China (PLAAF y PLANAF) representa un reto considerable. Según informes recientes, la producción anual de aviones de combate en China podría igualar o incluso superar a la de Estados Unidos, especialmente después de descontar los aviones destinados a exportación.
Desde el final de la Guerra Fría, la Fuerza Aérea estadounidense enfrentó dificultades para definir una dirección clara, abandonando proyectos como el B-2 Spirit, el F-22 Raptor y el A-12 Avenger II. La atención se centró en conflictos menores, considerando que la competencia entre grandes potencias era cosa del pasado. No obstante, la rápida expansión militar de China desafía esta suposición, representando una amenaza directa a la hegemonía estadounidense en el Pacífico oriental.
En la actualidad, la Fuerza Aérea ha retomado un enfoque estratégico frente a la competencia entre grandes potencias. Ejercicios recientes han revelado que el principal riesgo no son los aviones chinos, como el J-20, sino los misiles capaces de destruir sus bases en tierra. El secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, advirtió en 2024: “China ha estado construyendo un ejército diseñado específicamente para disuadir y derrotar a los Estados Unidos si intervenimos en el Pacífico occidental”.
Datos clave sobre las capacidades aéreas globales en 2024
- Estados Unidos: 5,000 aviones militares totales (4,000 sin incluir entrenadores y drones).
- China: 3,150 aviones, de los cuales 2,400 son cazas activos.
- Rusia: 1,539 aviones de combate estimados.
- Capacidades combinadas de la Marina y los Marines de EE. UU.: 3,300 aviones, incluyendo 823 cazas no utilizados para entrenamiento.
Nuevas estrategias para un escenario competitivo
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos está adoptando medidas drásticas para afrontar estos riesgos. Inspirándose en las estrategias de las fuerzas aéreas de Finlandia y Suecia, se están implementando planes para operar desde bases aéreas dispersas. Este enfoque se enmarca en una doctrina llamada Empleo Ágil de Combate (ACE, por sus siglas en inglés), diseñada para proporcionar mayor flexibilidad operativa.
De acuerdo con un informe de febrero de 2024 de The War Zone, tanto la Fuerza Aérea como la Fuerza Espacial han anunciado más de dos docenas de cambios en su estructura organizativa. En septiembre del mismo año, se informó que los comandos principales (MAJCOM) se dividirán en Comandos Institucionales, enfocados en entrenamiento y equipamiento, y Comandos de Componentes de Servicio, responsables de preparar fuerzas para el combate en áreas específicas.
Estos ajustes buscan mantenerse dentro de los presupuestos fiscales de 2024 y 2025, aunque podría haber fondos adicionales en 2026. Entre las medidas clave, se incluyen simulacros de operaciones desde bases dispersas y la certificación de más instalaciones para reabastecimiento en condiciones críticas.
La integración con aliados es otro pilar de esta estrategia. A través de acuerdos como AUKUS con Australia y el Reino Unido, Estados Unidos refuerza la cooperación militar para operar de manera más coordinada en regiones clave.
Perspectivas futuras y limitaciones presupuestarias
A pesar de la magnitud de estas reformas, existe incertidumbre sobre su implementación efectiva. Como señaló The War Zone, “hemos visto anuncios similares en el pasado que no llegaron a materializarse”. Sin embargo, el secretario Kendall destacó la urgencia de los cambios: “Necesitamos estos ajustes ahora”.
La Fuerza Aérea también reconoce la necesidad de adaptarse rápidamente a los desafíos emergentes, manteniendo el liderazgo militar global. El éxito dependerá de una ejecución eficaz de estas reformas y del apoyo financiero necesario para su realización.
Reestructuración en comandos clave de la Fuerza Aérea
El Comando de Educación y Entrenamiento Aéreo (AETC) cambiará su nombre a Comando de Desarrollo Aéreo (ADC, por sus siglas en inglés). Este nuevo enfoque consolidará el desarrollo de los aviadores, ampliará las oportunidades técnicas para los oficiales y gestionará el crecimiento del personal a lo largo de sus carreras. Además, el Comando de Combate Aéreo asumirá responsabilidades adicionales en la preparación de fuerzas y ejercicios a gran escala.
El Comando Cibernético se elevará a la categoría de un comando independiente, lo que refleja la creciente importancia de las operaciones en el ciberespacio. Mientras tanto, el Comando de Capacidades Integradas será establecido con el objetivo de acelerar la modernización, enfocándose en la preparación y en satisfacer las necesidades futuras del poder aéreo.
La Fuerza Aérea también ha detallado otras modificaciones importantes, como la expansión del Comando de Material. Este ahora incluirá tres nuevos centros de sistemas (Dominio de la Información, Sistemas Nucleares y Desarrollo de Integración) y transformará el Centro de Gestión del Ciclo de Vida en el Centro de Sistemas de Dominio Aéreo. Estas iniciativas buscan fortalecer la capacidad de desplegar y mantener tecnologías avanzadas rápidamente.
Principales cambios en la organización y estrategia
- Comando de Desarrollo Aéreo: Capacitará y desarrollará al personal durante toda su carrera.
- Comando de Capacidades Integradas: Acelerará la modernización y preparación del poder aéreo.
- Comando de Combate Aéreo: Preparará fuerzas listas para misiones en el territorio continental de EE. UU. y en comandos combatientes.
- Comando de Material: Desarrollará y mantendrá capacidades competitivas con nuevos centros especializados.
- Fuerza de Reserva y Guardia Nacional: Proporcionarán profundidad estratégica y operativa a través de personal modernizado y experimentado.
Preparación frente a escenarios de alta competencia
Con el objetivo de adaptarse a un entorno estratégico más competitivo, la Fuerza Aérea está reestructurando las alas operativas para implementar el concepto de Empleo Ágil de Combate (ACE). Esto incluye redefinir la relación entre las alas de combate y sus bases, así como mejorar la preparación para misiones específicas.
La creación del Comando de Futuros Espaciales por parte de la Fuerza Espacial destaca como otro desarrollo significativo. Este nuevo comando se encargará de validar conceptos, realizar experimentos y coordinar ejercicios estratégicos. Desde su creación en 2019, la Fuerza Espacial sigue trabajando en estrecha colaboración con la Fuerza Aérea para cumplir sus objetivos.
El general David W. Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, subrayó en septiembre de 2024 que “volver a optimizarnos para la competencia entre grandes potencias” requiere una fuerza ágil que responda a la velocidad de los avances tecnológicos y a la escala de las amenazas emergentes.
Lecciones aprendidas de conflictos recientes
La experiencia acumulada en conflictos como el de Ucrania y los ejercicios en Taiwán ha influido significativamente en las decisiones estratégicas de la Fuerza Aérea. En Ucrania, la proliferación de drones y los ataques a aeródromos han puesto en evidencia la vulnerabilidad de las bases terrestres. Por otro lado, en los juegos de guerra simulados en Taiwán, se estima que la Fuerza Aérea estadounidense podría perder entre 90 y 412 aviones de combate, dependiendo del escenario.
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) concluyó en 2023 que, aunque Estados Unidos, Taiwán y Japón podrían salir victoriosos en la mayoría de los escenarios, las pérdidas serían significativas, principalmente debido a ataques de misiles contra aviones estacionados en tierra.
Pérdidas estimadas en juegos de guerra sobre Taiwán
- Escenario base: EE. UU. perdería 270 aviones en total; 206 serían de la Fuerza Aérea.
- Escenario pesimista: 484 aviones totales perdidos, incluidos 412 de la Fuerza Aérea.
- Escenario optimista: 200 aviones totales perdidos; 90 pertenecientes a la Fuerza Aérea.
Retos y perspectivas futuras
La Fuerza Aérea enfrenta un desafío monumental: adaptarse rápidamente a los nuevos requisitos estratégicos y tecnológicos. Como destacó el general Allvin, “para dominar este entorno estratégico, necesitamos una estructura de fuerza mejor alineada y comprensible”.
El ritmo acelerado de los cambios en el entorno global exige una transformación profunda en la forma en que la Fuerza Aérea opera. Aunque estas reformas son ambiciosas, su implementación efectiva determinará si Estados Unidos puede mantener su ventaja estratégica en un escenario cada vez más competitivo.