La guerra en Ucrania ha desmantelado la poderosa imagen de la armada rusa, revelando limitaciones sustanciales en su eficacia combativa.
El Declive de un Leviatán: La Armada Rusa en Ucrania
En la tormenta de fuego que ha sido la guerra en Ucrania, la gigantesca armada rusa ha demostrado ser menos amenazante de lo que su fachada bélica sugería. Antaño, una de las tres fuerzas militares más temibles del globo, la armada rusa ha visto cómo su reputación se desmoronaba a la sombra de la resistencia ucraniana.
La Flota del Mar Negro, inicialmente postulada como una amenaza anfibia al suroeste de Ucrania, ha sido relegada a un papel secundario, mientras la guerra terrestre se intensifica. Su buque insignia, el crucero de misiles guiados Moskva, fue hundido por dos misiles antibuque ucranianos en abril de 2022, con datos de puntería proporcionados por los estadounidenses.
Este golpe estratégico obligó a la flota rusa a retroceder a sus puertos en Crimea y el sur de Rusia, minimizando su participación en el conflicto. Los ataques continuos de los drones suicidas ucranianos y el sabotaje han mantenido a raya a la flota rusa desde entonces.
Los Submarinos Rusos: Última Línea Ofensiva en la Guerra
A pesar del repliegue de sus buques de guerra, Rusia ha mantenido su ofensiva bajo el mar. Sus submarinos han lanzado una salva constante de misiles balísticos y de crucero, apuntando a los centros urbanos y las infraestructuras críticas de Ucrania. Sin embargo, este curso de acción no ha estado exento de riesgos.
La inteligencia militar ucraniana logró eliminar a un comandante de submarinos rusos en respuesta a los ataques contra civiles. Este hecho marca un intento de cambiar el equilibrio de poder subacuático a favor de Ucrania.
Los submarinos rusos han jugado un papel vital en el conflicto, aunque su participación en futuras operaciones puede verse limitada por la eficacia de las defensas aéreas ucranianas y las tácticas de represalia.
El Futuro Incierto de la Armada Rusa en la Guerra
La armada rusa puede verse relegada a tareas logísticas en el futuro del conflicto. La reciente creación del Distrito Naval de Azov en el mar de Azov por parte del Kremlin podría ser un indicativo de este cambio de enfoque.
Esta región marítima es de vital importancia para Rusia, ya que ofrece una vía alternativa para el reabastecimiento militar si las rutas terrestres a través de Ucrania son interrumpidas.
Además, el reciente motín del Grupo Wagner ha desestabilizado aún más la situación, posiblemente afectando a la armada rusa y sus operaciones en curso.
La Armada Rusa y los Resquemores del Motín de Wagner
Los vínculos entre los rebeldes de Wagner y algunos oficiales militares rusos podrían estar creando desconfianza dentro de la armada. En un giro sin precedentes, ningún submarino nuclear de la Flota del Norte de la Armada rusa participará en la revisión de la flota en el Día de la Armada en San Petersburgo.
Este hecho inaudito ha llevado a especulaciones de que la reciente revuelta de Wagner puede haber afectado la seguridad interna de la flota rusa, llevando a una reevaluación de su estrategia y despliegue.
La situación actual de la armada rusa en la guerra en Ucrania es un estudio de caso de cómo una superpotencia militar puede ser llevada a sus límites y más allá, una lección que podría tener ramificaciones a largo plazo para el equilibrio de poder mundial.
La Armada rusa ha tenido una participación limitada en la guerra en Ucrania. Originalmente mantenía una fuerza anfibia en la costa suroccidental de Ucrania, pero los buques de guerra rusos mantuvieron mayoritariamente su distancia, disparando ocasionalmente misiles de crucero. El hundimiento del crucero de misiles guiados Moskva, buque insignia de la Flota del Mar Negro, cambió la dinámica del conflicto marítimo, retirándose los buques de guerra rusos a sus puertos y reduciendo su participación en el conflicto.
La Flota del Mar Negro desempeñaba un papel significativo en las primeras etapas del conflicto. Sin embargo, tras el hundimiento de su buque insignia, la Flota se retiró a sus puertos en Crimea y sur de Rusia, invirtiendo en la defensa de sus bases. Ahora, su participación en el conflicto se ha limitado en gran medida a los submarinos, que han lanzado misiles contra infraestructuras ucranianas.
La Armada rusa ha tenido que adaptarse a las circunstancias del conflicto. Tras la retirada de sus buques de guerra, los submarinos se han convertido en los principales agentes de la actividad militar. En el futuro, es probable que la Armada rusa se centre más en tareas logísticas, como el reabastecimiento militar, especialmente a través de su nuevo Distrito Naval de Azov.
El motín del Grupo Wagner, que logró tomar el cuartel general del Distrito Sur del ejército ruso, ha tenido un impacto importante en la Armada rusa. Esta revuelta podría haber contribuido a la decisión de excluir a los submarinos nucleares de la Flota del Norte de la revisión de la flota en el Día de la Armada, reflejando las preocupaciones de seguridad interna en la estructura militar rusa.
Según la Inteligencia Militar británica, es posible que el motín del Grupo Wagner haya influido en la decisión de excluir a los submarinos nucleares de la revisión de la flota en el Día de la Armada. Sin embargo, también pueden haber influido factores logísticos y operativos. Esta es la primera vez en la historia reciente que los submarinos nucleares rusos no participan en el evento.