La Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) desplegó el lunes seis aviones de combate en una base de la Fuerza Aérea Israelí (IAF) en el sur de Israel, como parte de una táctica militar para dispersar constantemente sus aviones en varias bases aéreas.
Según la IAF, durante el despliegue en la base aérea de Nevatim, los seis F-15 realizarían ejercicios conjuntos con la flota israelí de cazas furtivos F-35 y un escuadrón de aviones Gulfstream G550 de recopilación de inteligencia.
Los ejercicios, que tendrán lugar esta semana, simularán ataques en territorio enemigo, según la IAF.
El despliegue del Mando Central de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. (AFCENT) forma parte de una doctrina denominada “empleo ágil de combate”, según la cual las aeronaves se dispersan en posiciones operativas avanzadas en países aliados de todo el mundo, en lugar de en las principales bases tradicionales de EE.UU. en el extranjero.
La doctrina pretende tanto privar a las fuerzas enemigas de oportunidades para dañar a la Fuerza Aérea de EE.UU., como permitirle responder más rápidamente a los acontecimientos, según funcionarios de defensa estadounidenses.
No quedó claro de inmediato cuánto tiempo permanecerán estacionados en Nevatim los aviones de la AFCENT.
En noviembre, las Fuerzas de Defensa de Israel y el ejército estadounidense llevaron a cabo una serie de ejercicios aéreos conjuntos, simulando ataques contra Irán y sus aliados terroristas regionales.
El jefe de las FDI, Aviv Kohavi, dijo ese mes que las actividades conjuntas con el ejército estadounidense en Oriente Medio se “ampliarían significativamente”.
Israel ha estado presionando para que Estados Unidos prepare planes militares de contingencia con el fin de impedir que Irán obtenga un arma nuclear.
Jerusalén se opone a los intentos del presidente estadounidense, Joe Biden, de reactivar un acuerdo nuclear entre Teherán y las potencias mundiales que intercambiaba el alivio de las sanciones por frenos al programa nuclear de la República Islámica.
Pero esa cuestión ha sido menos relevante últimamente, ya que las conversaciones nucleares se han desvanecido y Estados Unidos ha optado por centrarse en abordar las protestas en curso en Irán contra el régimen.
Biden ha dicho que está dispuesto a utilizar la fuerza militar si es necesario, pero sigue prefiriendo agotar primero la vía diplomática.
En medio de la creciente incertidumbre respecto a una vuelta de Irán al acuerdo, en los dos últimos años las FDI han intensificado sus esfuerzos para preparar una amenaza militar creíble contra las instalaciones nucleares de Teherán.
Aunque Irán ha mantenido durante mucho tiempo que su programa es pacífico, los expertos en no proliferación advierten de que Teherán tiene suficiente uranio enriquecido al 60% para reprocesarlo y convertirlo en combustible para al menos una bomba nuclear.
Funcionarios israelíes también han advertido de los apoderados de Irán en toda la región, desde Hezbolá en Líbano hasta los hutíes en Yemen, así como otros grupos con base en Siria.