La Fuerza Aérea de los Estados Unidos busca alternativas económicas para su avión de sexta generación NGAD, manteniendo capacidades clave.
La necesidad de reducción de costos en el programa NGAD de la USAF
En respuesta a restricciones presupuestarias, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) está evaluando cambios significativos en el diseño y concepto de su próximo avión de combate de sexta generación, conocido como Next Generation Air Dominance (NGAD). El objetivo es reducir los costos sin abandonar el desarrollo del caza. Ante los elevados costos de programas como el B-21 Raider y el misil balístico intercontinental Sentinel, el secretario de la USAF, Frank Kendall, ha reafirmado la continuidad del NGAD, pero con opciones más económicas.
El general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, subrayó las difíciles decisiones necesarias para el NGAD. Esto incluye la posibilidad de rediseñar los motores de propulsión adaptativa de próxima generación (NGAP) para hacerlos más económicos, aunque mantengan su capacidad adaptativa. Además, la USAF ha decidido desplegar aeronaves de combate colaborativo (CCA), drones no tripulados que apoyan a cada plataforma central del NGAD, los cuales son menos costosos.
Se estima que cada caza NGAD costará más de 300 millones de dólares, triplicando el costo unitario de cada F-22 Raptor, avión que comenzará a ser retirado en la próxima década. La USAF planea adquirir 200 cazas y 1,000 CCA para entrar en servicio a principios de la década de 2030.
Impacto presupuestario y decisiones estratégicas de la USAF
El presupuesto solicitado por la USAF para 2025 destina más de 2,700 millones de dólares al desarrollo del NGAD, además de 577 millones de dólares adicionales para los drones CCA, sumando un total de más de 3,300 millones de dólares. Se espera que esta cifra alcance casi 7,300 millones de dólares en 2028 y 8,300 millones de dólares en 2029, antes de la entrada en servicio de la plataforma.
Aunque se anticipaba que la USAF adjudicaría un contrato para el programa este año, la decisión podría retrasarse debido a posibles cambios conceptuales. Tras la retirada de Northrop Grumman de la competencia para ser el contratista principal, se considera que Boeing y Lockheed Martin son los principales candidatos para desarrollar la plataforma de próxima generación.
El rediseño del NGAD y la integración de tecnologías más económicas, como los motores NGAP y los drones CCA, podrían ser cruciales para equilibrar las capacidades avanzadas con las restricciones presupuestarias, asegurando así la viabilidad del programa en el futuro.
Posibles desafíos y contingencias en la adjudicación de contratos
Según informó Simple Flying, Boeing podría enfrentar problemas significativos si el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) presenta cargos penales por fraude en relación con la certificación del 737 MAX. En caso de ser declarada culpable de un delito grave, la capacidad de Boeing para obtener futuros contratos de defensa podría verse comprometida.
Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos podría autorizar exenciones para evitar que esto afecte a Boeing, aunque esto podría complicar las relaciones con clientes extranjeros. Esta situación añade una capa de incertidumbre sobre la adjudicación del contrato del NGAD, especialmente si se considera la importancia estratégica del programa.
El enfoque de la USAF en revisar el diseño del NGAD para reducir costos, mientras se mantiene la competitividad y capacidad avanzada de la flota aérea, subraya la complejidad de equilibrar innovación tecnológica con restricciones presupuestarias y desafíos industriales.
El futuro del NGAD en el contexto de la evolución tecnológica militar
El desarrollo del NGAD representa un esfuerzo significativo por parte de la USAF para mantener la superioridad aérea en un entorno global cada vez más desafiante. La incorporación de tecnologías avanzadas y drones CCA busca crear una flota integrada y multifuncional.
Las decisiones estratégicas tomadas en los próximos años determinarán el equilibrio entre costo y capacidad, influenciando no solo el futuro de la USAF, sino también el desarrollo tecnológico en la industria de defensa. La capacidad de adaptarse a nuevas realidades presupuestarias será crucial.
En este contexto, la capacidad de la USAF para implementar soluciones más económicas sin sacrificar el rendimiento del NGAD será fundamental para asegurar que siga siendo una fuerza dominante en el aire. La evolución continua del programa reflejará la adaptación estratégica a un mundo en constante cambio.