Skunk Works, la división de innovación de Lockheed Martin, ha mostrado las primeras imágenes conceptuales del KC-Z, un avión cisterna furtivo diseñado para reabastecer aeronaves de combate en pleno vuelo.
Este avión, que puede operar tanto con tripulación como de forma no tripulada, será esencial para apoyar a aeronaves furtivas como el F-35. Se espera que el KC-Z esté disponible entre los años 2030 y 2040.
El nuevo sistema de reabastecimiento aéreo de Lockheed Martin fue presentado como una solución de última generación para apoyar a otros aviones furtivos. En las imágenes reveladas, se muestra cómo el KC-Z puede abastecer a dos aviones F-35 Lightning II en el aire, demostrando su capacidad para operar junto a aviones de combate de vanguardia.
Este avance se suma a los esfuerzos de la Fuerza Aérea para modernizar su flota de aeronaves y explorar la opción de utilizar aviones no tripulados para realizar tareas de reabastecimiento.
El KC-Z reemplazará gradualmente al KC-46 Pegasus y al KC-135 Stratotanker en las próximas décadas, como parte del Next Generation Air Refueling System (NGAS).
Este programa de reabastecimiento aéreo busca mantener la capacidad de proyección de poder aéreo de Estados Unidos, especialmente en regiones estratégicas como el Indopacífico.
Mientras tanto, la Fuerza Aérea sigue adquiriendo los modelos más antiguos para satisfacer sus necesidades operativas inmediatas, como el reciente contrato de 2.300 millones de dólares para la compra de 15 unidades del KC-46.
La modernización del ejército de EE. UU. se basa en la furtividad aérea
La evolución de la flota de aviones furtivos de EE. UU. está en marcha a través de varios programas clave. El Next Generation Air Dominance (NGAD) de la Fuerza Aérea, por ejemplo, busca crear un avión de combate de sexta generación, mientras que el B-21 Raider fortalecerá la capacidad de bombardeo estratégico.
Además, el programa F/A-XX de la Armada también apunta a desarrollar un avión furtivo de sexta generación con capacidad para operar desde portaaviones.
Los avances en el campo de la aviación furtiva se centran en mejorar las capacidades de reabastecimiento aéreo, lo que es esencial para extender el alcance y la autonomía de los aviones de combate.
Las capacidades de sigilo de los aviones furtivos, que combinan un diseño especial y tecnologías de reducción de firma de radar, representan el futuro del combate aéreo.
Con el desarrollo del KC-Z, la Fuerza Aérea está bien posicionada para maximizar el potencial de su flota y enfrentarse a los desafíos que se avecinan en el horizonte de la guerra aérea. El sigilo será clave para el futuro de las operaciones aéreas, y la inversión en el KC-Z subraya este enfoque.
Aunque el costo del programa pueda ser significativo, la capacidad de este avión cisterna furtivo permitirá a EE. UU. mantener su supremacía aérea en un entorno de combate altamente competitivo, con plataformas de vanguardia que asegurarán la ventaja tecnológica.