Drones rusos ingresaron al espacio aéreo rumano tras atacar Ucrania. Cazas F-16 despegaron para monitorear y asegurar la zona fronteriza.
Cazas F-16 rumanos responden a violación del espacio aéreo
En la madrugada del 17 de enero de 2025, drones rusos atacaron infraestructuras civiles en Ucrania cerca de la frontera sur de Rumanía, provocando la violación del espacio aéreo rumano. La región de Tulcea fue impactada, generando preocupación inmediata en las autoridades rumanas.
El Ministerio de Defensa Nacional de Rumanía activó sus sistemas de vigilancia y, en cuestión de minutos, dos cazas F-16 despegaron desde la 86.ª Base Aérea de Borșa. Su misión era monitorear la situación y garantizar la seguridad aérea. Los aviones finalizaron la operación regresando a la base a las 3:48 a. m.
El Centro Nacional de Mando Militar evaluó rápidamente los acontecimientos y alertó a la Inspección Nacional de Emergencias. A las 1:45 a. m., se emitió una alerta pública a través del sistema RO-Alert, advirtiendo a los ciudadanos de posibles peligros. Para las 3:30 a. m., la alerta fue levantada, pero la amenaza de una escalada continuaba latente.

Equipos militares fueron desplegados en el pueblo de Plauru, cercano a la frontera, donde hallaron evidencias de un posible ataque con drones. El área fue asegurada mientras equipos forenses iniciaban investigaciones para determinar el alcance del incidente.
Detalles clave sobre la incursión aérea
- Los drones rusos atacaron Ucrania y cruzaron la frontera hacia Rumanía.
- Los cazas F-16 despegaron de la 86.ª Base Aérea de Borșa para asegurar la zona.
- El sistema de alerta RO-Alert fue activado para advertir a la población.
- Evidencias de ataque con drones fueron encontradas en Plauru, cerca de la frontera.
Rumanía condena acciones rusas y refuerza seguridad
Tras el incidente, el Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio de Asuntos Exteriores condenaron las agresiones rusas, calificándolas como violaciones al derecho internacional. Resaltaron que los ataques contra infraestructuras civiles son injustificables.
La respuesta inmediata del ejército rumano refleja la preocupación del país por la creciente inestabilidad en la región. Las autoridades han reforzado las patrullas fronterizas y la vigilancia aérea, subrayando que no permitirán más violaciones de su espacio aéreo.

Desde el inicio de la guerra en Ucrania, Rumanía ha reforzado su cooperación con la OTAN, reiterando su compromiso con la estabilidad regional y su disposición para responder a amenazas crecientes en Europa del Este.
La Fuerza Aérea Rumana ha desempeñado un papel crucial en estas operaciones, destacando la modernización de su flota de cazas, como el F-16, que ha sido clave para garantizar la seguridad nacional y apoyar las operaciones internacionales.
Modernización de la Fuerza Aérea Rumana
En los últimos años, Rumanía ha invertido significativamente en la modernización de su flota militar. Los cazas F-16 Fighting Falcon, adquiridos con apoyo de la OTAN, representan una pieza fundamental de sus capacidades defensivas. Estos aviones multifunción cuentan con sistemas avanzados de aviónica y armas.
Además, aunque el MiG-21 LanceR aún forma parte de la flota, se espera que este modelo sea retirado gradualmente para dar paso a equipos más modernos. Este avance busca garantizar que Rumanía pueda enfrentar los desafíos actuales de seguridad.
La Fuerza Aérea también opera otras plataformas como el C-130 Hércules, utilizado para apoyo logístico y táctico, y sistemas de vigilancia aérea que mejoran las capacidades de alerta temprana del país.

La integración de Rumanía en la OTAN ha permitido fortalecer su infraestructura de defensa y acceso a inteligencia compartida, reforzando su papel en la defensa colectiva de la alianza.
Incidentes previos con drones rusos en el espacio aéreo rumano
Desde 2022, el espacio aéreo rumano ha sido violado en varias ocasiones por drones rusos. Estos incidentes comenzaron poco después de que Rusia intensificara los ataques contra infraestructura ucraniana, afectando áreas cercanas a la frontera con Rumanía.
En septiembre de 2024, un dron ruso Shahed-136 o Geran-2 ingresó en el espacio aéreo rumano cerca de Tulcea. La rápida respuesta del ejército rumano incluyó el despliegue de cazas F-16 para interceptarlo. El dron terminó estrellándose en una zona deshabitada, pero el incidente generó alerta entre la población local.
Semanas después, otro dron cruzó la frontera y sus restos fueron encontrados en la misma región. Estos eventos recurrentes han subrayado las amenazas constantes para Rumanía y la OTAN en su flanco oriental.

La naturaleza persistente de estas incursiones sugiere una estrategia rusa para desafiar la seguridad regional, aumentando las tensiones en Europa del Este y poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la OTAN.
Riesgos crecientes en el flanco oriental de la OTAN
La agresión aérea rusa no solo representa una amenaza para Rumanía, sino también para la estabilidad de toda Europa del Este. Las violaciones reiteradas del espacio aéreo han llevado a cuestionar cuánto tiempo puede tolerar la OTAN estas acciones antes de tomar medidas más firmes.
La Fuerza Aérea Rumana, respaldada por sus aliados, ha demostrado su capacidad para responder con rapidez y eficacia. Sin embargo, la persistencia de estas incursiones sugiere que los desafíos no harán más que aumentar, especialmente a medida que la guerra en Ucrania continúa sin señales de resolución.
Rumanía, como actor clave en la defensa del flanco oriental de la OTAN, seguirá fortaleciendo su capacidad de respuesta ante la creciente inestabilidad, asegurando la protección de sus fronteras y contribuyendo a la seguridad colectiva.