A lo largo de la Guerra Fría, se fabricaron más de 2.500 ejemplares del caza supersónico ligero Northrop F-5 para las fuerzas armadas de Estados Unidos y sus aliados.
Este avión se ha consolidado como uno de los diseños más duraderos de la industria aeronáutica militar, permaneciendo en funcionamiento durante casi cinco décadas. Aunque la producción cesó en 1989, el ejército estadounidense sigue operando una flota de F-5 que destaca por cumplir los plazos de entrega y mantenerse dentro o por debajo del presupuesto.
Estos cazas han demostrado ser excepcionalmente eficaces para el entrenamiento y en funciones de oposición de escuadrón, simulando aviones enemigos durante ejercicios de combate aéreo tanto para la Marina como para las Fuerzas Aéreas estadounidenses.
Aunque el Northrop F-5 realizó su vuelo inaugural hace más de 65 años y no se considera un caza de última generación, sigue siendo un avión muy demandado. Este mes, el Cuerpo de Marines de EE. UU. anunció su intención de adquirir 22 cazas F-5 Tiger, previamente retirados por las Fuerzas Aéreas suizas.
Un informe de AVWeb.com indica que el Cuerpo de Marines ha destinado aproximadamente 1,5 dólares por cada uno de estos cazas de la época de la Guerra Fría. El primero de estos aviones fue desmantelado y transportado a suelo estadounidense a bordo de un C-130 a principios de este mes. Al igual que los F-5 operados por la Marina y las Fuerzas Aéreas estadounidenses, estos Tigres recién adquiridos serán desplegados en misiones de combate.
Suiza, que recibió su flota de F-5 durante las décadas de 1970 y 1980, ha vendido anteriormente parte de sus cazas retirados a la Marina estadounidense. Sin embargo, Berna ha decidido conservar algunos F-5 para la Patrouille Suisse, el equipo de demostración aérea de la Fuerza Aérea Suiza.
Refuerzo de la flota y modernización tecnológica de la aviación militar
No es la primera vez que el Cuerpo de Marines de Estados Unidos se esfuerza por incorporar cazas F-5 de naciones que han decidido retirar este legendario caza.
Según TheWarZone, en 2017, hubo un importante intento de adquirir estos Tigres de segunda mano a nivel mundial con el objetivo de reforzar sus escuadrones de aviones agresores. Durante ese tiempo, se establecieron destacamentos de F-5 en varias bases, lo que evidencia la continua valoración de esta aeronave dentro de las estrategias militares.
Maya Carlin, del National Interest, destacó la importancia crítica del F-5 en la formación de algunos de los aviadores más consumados de la era contemporánea, incluidos los que participaron en el programa Heritage Flight. Con una velocidad máxima de Mach 1,63 y una autonomía de 554 millas, el F-5 se posicionó como uno de los cazas preferidos de las Fuerzas Aéreas.
Su capacidad de ascenso a 35.000 pies por minuto y la posibilidad de equiparlo con dos cañones M39A2 Revolver de 20 mm lo distinguían como caza de superioridad aérea diurna. Sin embargo, Carlin también destacó su notable capacidad para misiones de ataque a tierra, subrayando la versatilidad del F-5.
La combinación de estas características, junto con su económico mantenimiento, lo convirtieron en una opción de exportación favorecida desde su introducción y explica su actual demanda por parte del Cuerpo de Marines.
Integración de tecnologías de combate avanzadas en cazas históricos
El proceso de retroadaptación del F-5 ha continuado hasta nuestros días, y en 2022 se anunció la selección de la cabina de vuelo integrada Garmin G3000 para el programa de modernización del F-5 de la Marina y el Cuerpo de Marines de EE. UU. Esta tecnología de vanguardia, con su arquitectura abierta, facilita la integración de un amplio espectro de equipos de misión.
Entre ellos se incluyen sensores específicos militares, pantallas de visualización montadas en cascos y sistemas avanzados de radar de barrido electrónico. Además, su pantalla de alta resolución es capaz de sincronizarse con el ordenador de misión del F-5, proporcionando funciones mejoradas como cartografía avanzada, comunicaciones tácticas y visualización de datos de radar.
Estas mejoras garantizan que el F-5, un caza que marcó su época durante la Guerra Fría, esté equipado con tecnologías del siglo XXI, lo que le permite seguir desempeñando su papel fundamental en la formación de pilotos. Así, estos cazas tácticos supersónicos polivalentes y aviones de ataque siguen siendo herramientas esenciales en la preparación de los aviadores para operar los aviones de las generaciones futuras, fusionando el legado con la innovación.